La historia de la moda ha evolucionado desde las primeras pieles que usó el Homo Sapiens para protegerse, hasta convertirse en una expresión de la estética y el estatus social. A lo largo de la historia, las culturas griega, romana y otras han utilizado diferentes tejidos como el lino, la lana y la seda para crear prendas que reflejaban su época.
2. La historia de la moda refleja la evolución
cronológica de las prendas de vestir. La moda es el
arte del vestido, de la confección de prendas sobre
la base de parámetros funcionales y estilísticos,
tanto en ropa como accesorios (sombreros, guantes,
cinturones, bolsos, zapatos, gafas). El vestido es
una necesidad básica para el ser humano, para
protegerse del frío y de las inclemencias del tiempo.
Durante su evolución, el ser humano ha ido
perdiendo el pelo, que ha tenido que suplir con
pieles de otros animales o, más tarde, con lana o
productos vegetales como el lino y el algodón. Sin
embargo, partiendo de esta primera necesidad, con
el tiempo el vestido ha adquirido un carácter
estético, por cuanto ha reflejado el gusto y el
carácter de su portador, y se ha ido convirtiendo en
un adorno más de la persona, sujeto a los cánones
de la moda y del devenir artístico de cada
3. • La historia de la moda comienza con la aparición del
Homo Sapiens, que en principio se cubrió de pieles de
los animales que cazaba. En el neolítico el ser humano
sabe ya hilar y tejer, pero las ropas que utiliza son trozos
de pequeñas dimensiones, que no se adaptan al cuerpo,
aunque aparecen ya los primeros dibujos ornamentales,
en forma de cenefas. En Egipto ya se dan vestigios de
prendas muy elaboradas, siendo el lino su principal
materia para confeccionar telas. La base de su
indumentaria era el shenti, una pieza de lino que
envolvía las caderas, sujeta con un cinturón.
4. En Grecia se usaba el lino, la lana y el
algodón, y más tarde la seda —
proveniente de Oriente—, con prendas de
piezas rectangulares ribeteadas por los
cuatro lados, sin costura ni dobladillo,
acompañadas de fíbulas y cinturones. El
vestido más antiguo era la exomis, una
tela rectangular sujeta al hombro izquierdo,
anudada bajo el brazo derecho y ceñida
por un cinturón. Los campesinos llevaban
pieles curtidas o vestidos gruesos de lana,
con un gorro de cuero llamado kyné. Las
clases más favorecidas portaban vestidos
de lino o lana fina, llamados quitón,
cubiertos por un manto denominado
himatión. Las mujeres llevaban una túnica
larga llamada peplo, y también usaban
himatión, plegado de otra forma.
5. En Roma se usaba igualmente la lana, el
lino y la seda, a veces entremezclados. La
prenda más antigua era el subligaculum,
un taparrabos alrededor de los riñones. En
época republicana surgió la subúcula, una
túnica que podía ser de dos tipos:
dalmática, con mangas, o colobium, sin
mangas. Encima llevaban una toga, una
capa semielíptica drapeada según la
ocupación: estrecha para los filósofos,
ceñida para los guerreros, con una banda
púrpura para sacerdotes y magistrados,
púrpura con bordados de oro para altos
dignatarios. El vestido femenino se
componía de taparrabos y strophium —
antecedente del sujetador—, sobre el que
iban dos túnicas, la subúcula, larga hasta
los pies y sin mangas, y el supparum,
túnica corta semejante al quitón griego,
que podía sustituirse por la stola, túnica de
mangas cortas, o la palla, un paño
rectangular sujeto al hombro por fíbulas.
Encima podían llevar un manto llamado
pallium, que colocado sobre la cabeza
6. Para Georg Simmel la moda es una forma de relación social que permite a
los sujetos integrarse dentro de un grupo con más facilidad, ya que la
apariencia se modela con más facilidad que el comportamiento. Las mismas
características que facilitan la integración, también facilitan la diferenciación.
La contradicción se encuentra en que una persona que adquiere una
estética determinada para revelarse como singular, desviándose de las
corrientes de moda más comunes, en realidad está creando otra distinta. Se
ven como disidentes frente a un grueso de imitadores, pero para Simmel
eso no es más que una forma inversa de imitación.
Otra contradicción es que la propagación de una tendencia en la moda
desemboca necesariamente en su fracaso. Toda moda ampliamente
aceptada pierde su atractivo al dejar de ser un elemento diferenciador.
7. •
Primavera-Verano
2016
El rosa cuarzo, el estilo deportivo aplicado en el
chándal, el pijama 24 horas, la camisa remasterizada
como top, vestido e incluso falda, volantes por todas
partes, África y las mangas cocoon, sin olvidar el total
denim. Esta temporada se confirma el reinado de los
90, con toques 2000 y el mantra: es tendencia si es
cómodo y liberador.
8. • Las tendencias para esta temporada ya han llegado y este
año se lleva el escote... ¡en la espalda! Muchas celebrities ya
se han apuntado y hemos visto preciosos diseños de alfombra
roja y street style donde la pose cedía todo el protagonismo a
la espalda. Ya sean pronunciados hasta el fin de la espalda,
con transparencias, tirantes cruzados, decoradas con
abalorios... estos escotes se adaptan a cualquier estilo y
personalidad, permitiendo a todas las mujeres elegir el suyo y
lucirlo orgullosas sin complejos.
• Los escotes dan siempre mucho de qué hablar pero nunca
pasan de moda. Ya sean los pronunciados en V, los palabra
de honor, con tejidos delicados que visten como una segunda
piel... estos descubren personalidades más o menos atrevidas
y son sinónimo de sensualidad y elegancia.