1. LA ÉTICA EN LA MEDICINA
La asistencia médica a los enfermos es un acto esencialmente humano con una
dimensión ética. Un buscador en la deontología médica. P. Peiro, nos dice: "No se
puede vivir sin una regla moral a la cual estén sometidas nuestras acciones".
El médico en ejercicio deberá tomar decisiones que pueden llegar a influir sobre
la libertad o la vida humana. Deberá resolver problemas que no dependen solamente de
sus conocimientos científicos, sino de sus creencias y de sus convicciones humanistas.
La conciencia de nuestros propios límites, el respeto por la dignidad humana, la
capacidad de ponerse en el lugar del paciente, por ejemplo, van a influir de forma
evidente en la asistencia médica. Así, sensibilizado con el aspecto humano de la
enfermedad, el médico puede comprender que está en presencia de un ser completo que
sufre y que tiene necesidad de la ciencia.
Existe una ética general y una ética específica de la medicina cuyos orígenes se
confunden. La historia de la ética médica es la historia de los ideales profesionales y de
los valores asociados a ellos que influyen en la función sanadora del médico. Estos
ideales éticos fueron desarrollados y codificados en cada época por los médicos más
renombrados y constituyeron las normas que se imponían los practicantes. Desde los
albores de la humanidad ha habido una imbricación entre religión y medicina. No es
pues sorprendente que la ética religiosa tenga un sitio particular en la
deontologia médica. Asimismo, en otras épocas, los médicos han descubierto la
aplicación médica y social de los ideales enseñados por los filósofos y pensadores: los
pitagóricos, los estoicos, y otros.
La deontologia ha variado en función de las épocas históricas y de las
situaciones sociales de la humanidad. Ante estas fluctuaciones, el hombre ha tratado de
establecer una deontologia permanente.
La deontología ha variado en función de las épocas históricas y de las
situaciones sociales de la humanidad. Ante estas fluctuaciones, el hombre ha tratadod e
establecer una deontología permanente-
Demos un vistazo a la historia de la deontologia y a su evolución ante los
grandes problemas de ayer, de hoy y posiblemente de mañana. No podemos precisar el
momento en que surge la deontologia médica, porque nos encontramos en presencia de
un proceso continuo en relación directa con la evolución del género humano. La evo-
lución de la deontologia médica, está marcada principalmente por una serie de códigos
médicos históricos que son, no solamente códigos deontológicos propiamente dichos,
sino textos presentados bajo forma de reglas y de preceptos.
CÓDIGO DE HAMMURABI
En Mesopotamia, bajo el reinado de UrNamnu (2050 a.C.) se dictaron una serie
de reglas médico-legales, consideradas por algunos autores como el primer código
deontológico conocido de la Humanidad. Este código ha sido reencontrado en Susa,
2. inscrito en 21 columnas. Uno de los bajorrelieves nos muestra al rey de Babilonia
recibiendo estas normas del dios Sol.
El Código de Hammurabi, primer reglamento jurídico regidor del acto médico,
contiene alusiones claras en cuanto a los honorarios médicos así como a las sanciones
previstas en caso de errores terapéuticos. En general este código trata de la relación
entre los médicos, los pacientes y la sociedad.
CONSEJOS DE ESCULAPIO
Menos conocidos que el juramento de Hipócrates, los "consejos de Esculapio ",
destinados a los estudiantes de medicina, constituyen un texto magnífico sobre las bases
y las motivaciones de la profesión médica. Se revisan detalladamente los deberes, así
como los sacrificios y las satisfacciones que implica el ejercicio de la medicina. Es un
conjunto deontológico que difícilmente se puede superar. He aquí algunos puntos:
"¿Deseas ser médico, hijo mío? Esta aspiración es la de un alma generosa, la de
un espíritu ávido de ciencia. ¿Has pensado bien lo que será tu vida? Deberás renunciar a
tu vida privada.
Mientras que la mayoría de tus conciudadanos, una vez cumplidas sus tareas,
pueden aislarse, lejos de los inoportunos, tu puerta deberá estar siempre abierta para
todos.
Si amas la verdad, deberás callarla sin embargo. Deberás ocultar a algunos
pacientes la gravedad de su mal; porque esta verdad podría herirles. No pretendas
enriquecerte con esta actividad. Te lo he dicho: es un sacerdocio y no sería decente que
obtengas ganancias tan importantes como las de un comerciante de aceite o un
comerciante de lanas.
Estarás solo cuando estés triste, solo cuando estudies, solo rodeado del egoísmo
humano. Si estimas el hecho de ser pagado con el alivio de una madre, con la sonrisa de
aquel que ya no sufre, entonces... hazte médico, hijo mío."
EL JURAMENTO DE HIPOCRATES
La afirmación: "A excepción de las fuerzas ciegas de la Naturaleza, todo lo que
vive o muere viene de Grecia ", es aplicable en parte a la deontología médica. La
concepción griega de la práctica médica ha dominado durante la antigüedad en el
Mediterráneo. La doctrina que toma su impulso en la costa oeste del Asia Menor y que a
continuación se extenderá a todo el mundo griego, hunde sus numerosas raíces también
en la civilización minoica, en la asirio-babilónica, y en la civilización egipcia (es de esta
última, según Laín Entralgo, de donde surgirá la deontología griega).
Por otra parte, no olvidemos que los personajes que conocemos, no son sino
representantes de un sistema que se extiende tanto en el espacio como en el tiempo, y
3. que es el resultado de una búsqueda de siglos protagonizada por los filósofos jónicos e
italo-griegos del siglo VI a.C. hasta la muerte de Galeno a fines del siglo II d.C.
Como escribió W. Jaeger en su Paideia, los siglos VI y V a.C. constituyen, desde
el punto de vista de la ética y de la aplicación social de la medicina, un momento
extraordinario en la historia. El médico de tendencia hipocrática ejerce su ministerio
según ciertos principios éticos basados en su amor por la ciencia y por la Humanidad.
"Allí donde hay amor por el hombre, hay amor por la ciencia " (Preceptos, 6).
Los textos de contenido ético más evidente son: "El juramento hipocrático ",
"Los preceptos ", "Del médico " y "De la decencia".
El Juramento será el texto más extendido del Corpus Hippocra-ticum: desde la
Constantinopla del siglo X (punto culminante del humanismo bizantino) hasta la
Venecia del siglo XIV (primera edición impresa del texto), desde la bula
QuodJusicurandum (1531) del papa Clemente VII, hasta la Asociación Médica Mundial
(1948). Todas las normas deontológicas que encontramos en este texto tienen una base
y un objetivo común: ayudar al enfermo y proteger su integridad personal. El hecho de
que estos principios sean formulados en unas normas generales refleja, por otra parte,
un elemento propio de la medicina antigua: "La convicción de que el médico y el
paciente son seres de igual valor, que su relación es decisiva para el ejercicio de la
medicina y que en esta relación el interés del enfermo es lo más importante".
El principio de "actuar en favor y no en perjuicio de" expresa claramente la
filosofía médica hipocrática que se esfuerza por el arte de restablecer la salud.
En el texto encontramos dos partes: la primera se refiere al comportamiento
deontológico de la medicina y la otra, a las obligaciones (no legales, sino de
compromiso privado) que contrae el médico con su Maestro y la familia de su maestro.
Algunos ven en estas últimas obligaciones una intención utilista basada en intereses
económicos y sociales por parte del que enseña. Creemos que esto debe ser interpretado
más bien como la relación Maestro-Discípulo, como dice Edelsteins: "una paternidad
espiritual del maestro hacia su discípulo".
La referencia a la adquisición de virtudes como la pureza, la santidad o la
justicia, expresa toda una ética de vida en el médico. Esta concepción no admite la
existencia paradójica de una doble moralidad, una privada y otra profesional, porque,
como dice el texto: "mi vida es mi arte".
Otros escritos del Corpus Hippocraticum abordan también el tema de la
deontología. Un texto que pertenece a un grupo de obras tardías, Del médico, comienza
por dar algunos consejos claros sobre la necesidad de unificar el comportamiento
deontológico con el aspecto estético del médico.
Prueba de esto es el texto Prestancia del médico, según el cual el médico debe
ser respetable, perfumado con ungüentos de buen aroma, "de aspecto aseado" y, en fin,
4. "muy ordenado en su vida, porque esto tiene buenos efectos sobre su reputación; que su
carácter sea el de una persona de bien, seria y afectuosa hacia todos".
Del mismo modo, en el tratado "De la decencia", volvemos a encontrar la
cuestión de la imagen ideal del médico. Aunque hayan recibido honorarios por la
práctica médica y la enseñanza, los médicos hipocráticos insisten mucho en el rechazo
del deseo de posesión y del ánimo de lucro.
Desgraciadamente hoy podemos constatar que un buen número de las
enseñanzas hipocráticas siguen siendo teóricas: desde la aceptación de los límites de
nuestras posibilidades hasta el principio de "actuar en favor y no en perjuicio", o la
concepción holística del ser humano.
5. UNIVERSIDAD PRIVADA ABIERTA
LATINOAMERICANA- UPAL
“La ética en la medicina”
NOMBRE: MirllaMappesMaia
MATRICULA: 12.112
GRUPO:T3
FECHA: 22/03/12
BOLIVIA- BO
COCHABAMBA