2. La primera edición de la obra
apareció en 1912, poco antes de
la muerte de su esposa, Leonor
Izquierdo. Después de publicar
el libro, Antonio Machado siguió
escribiendo poemas que fue
incorporando a „Campos de
Castilla‟. Así, el libro se
3. Temática:
*Poemas descriptivos: Retrata personas a
las que admira, su amor por la
naturaleza, visión objetiva del paisaje
, los elementos de éste que se convierten
en símbolo de realidades íntimas.
*Elogio del poeta ante la naturaleza
castellana, manifiesta los problemas
sociales de su época y el amor por la
naturaleza, busca lo espiritual .
*Identifica simbólicamente el paisaje con
el pasado histórico de Castilla.
4. ¿Eres tú, Guadarrama, viejo amigo,
la sierra gris y blanca,
la sierra de mis tardes madrileñas
que yo veía en el azul pintada ?
Por tus barrancos hondos
y por tus cumbres agrias,
mil Guadarramas y mil sones
vienen
cabalgando conmigo, a tus
5. No fue Antonio Machado un
hombre excursionista, al menos
para lo que se entiende como
senderista.
No se le daba bien eso de
caminar, es más tenía torpezas
hasta por el camino llano.
También, detestaba , el deporte en
6. Como se fue el maestro,
la luz de esta mañana
me dijo: Van tres días
que mi hermano Francisco
no trabaja.
¿Murió?... Sólo sabemos
que se nos fue por una
senda clara,
diciéndonos: Hacedme
un duelo de labores y
esperanzas.
Sed buenos y no más, sed
lo que he sido
entre vosotros: alma.
Vivid, la vida sigue,
los muertos mueren y las
sombras pasan;
lleva quien deja y vive el
que ha vivido.
Y hacia otra luz más pura
partió el hermano de la
luz del alba,
del sol de los talleres,
el viejo alegre de la vida
santa.
...¡Oh, sí!, llevad, amigos,
su cuerpo a la montaña,
a los azules montes
del ancho Guadarrama.
Allí hay barrancos hondos
de pinos verdes donde el
viento canta.
Su corazón repose
bajo una encina casta,
en tierra de
tomillos, donde juegan
mariposas doradas...
7. El tema del poema es el elogio que hace Antonio Machado
de su amigo Giner de
los Ríos con motivo de la muerte de este.
El poema presenta dos partes, separadas por un espacio en
blanco. La primera
parte comprende los versos 1.º a 14.º, y en ella Machado
nos anuncia la muerte de Giner y
recuerda sus últimas palabras: continuad trabajando y sed
hombres buenos.
La segunda parte abarca desde el verso decimoquinto
hasta el final. En ella el poeta
pide a sus amigos que entierren a Giner en la sierra de
Guadarrama, donde tantas veces
había soñado con el resurgir de España.
El texto tiene una estructura lineal, ya que los
acontecimientos se presentan en
orden cronológico: primero nos anuncia la muerte de Giner
y después nos expresa su
8. El poema lleva al pie una fecha y un lugar: Baeza, 21 febrero
1915. De ella podemos
deducir que Antonio Machado lo escribió en su etapa de profesor
en Baeza (Jaén) pocos
días después de la muerte de su admirado maestro don Francisco
Giner de los Ríos. En
efecto, Giner murió en Madrid el 18 de febrero de ese año y
Machado publicó este poema
el 26 de febrero en la Revista España. Luego el texto pasó a
formar parte del libro Campos de
Castilla (edición de las Poesías completas de 1917), con el número
43 y en la sección “Elogios”.
¿Qué hacía Machado en Baeza? Como se sabe, Machado (Sevilla
1875-Colliure
1939) pasó su infancia en Sevilla y a los ocho años se trasladó con
su familia a Madrid.
Ingresó como alumno en la Institución Libre de Enseñanza (cuyo
fundador y director
había sido precisamente Giner de los Ríos) y tras unos años de
poco provecho en los
9. Giner había nacido en Ronda (Málaga) en 1839. Estudió
Derecho en Barcelona y
Granada, y se estableció en Madrid donde entró en contacto
con los krausistas liderados
por Julián Sanz del Río. En 1866 obtuvo la cátedra de
Derecho Internacional, pero
renunció al año siguiente en solidaridad con Sanz del Río que
había sido expulsado de la
Universidad, junto a otros profesores, por haberse negado a
aceptar las normas impuestas
por el ministro Orovio, que exigían la profesión de fe
religiosa, así como la aceptación de la
dinastía borbónica (lo que suponía en la práctica la supresión
de la libertad de cátedra). Se
reintegró a su cátedra en 1868 (tras la “Gloriosa”), pero en
1875 (con la llegada de la
Restauración borbónica) fue arrestado y confinado en un
castillo en Cádiz por su oposición
al régimen.
De vuelta a Madrid, fundó junto a otros profesores liberales
la Institución Libre de
10. El sueño de Giner era lograr un país de hombres libres
dirigidos por hombres
libres, bien formados intelectualmente. Un país de
“hombres buenos”, es decir,
bondadosos y trabajadores, como Giner y como el propio
Machado. Ese es el testimonio
del maestro en el trance de la muerte: “Hacedme un
duelo de labores (seguid trabajando) y
esperanzas (en la resurrección)”. Quede el llanto y el din-
dan de las campanas para tipos
como Don Guido.
Machado siempre tuvo gran aprecio a sus profesores de
la I.L.E., a quienes
recuerda con profunda gratitud. En algún lugar confiesa
que todos los alumnos esperaban a
que llegase el maestro Giner para llevarlo en volandas
11. A la muerte del profesor, Machado le escribe (¡qué
menos!) este precioso elogio, en
cuya primera parte destaca las virtudes de Giner: la
solidaridad, el amor, el apego al trabajo
y la bondad del “hermano” Francisco. En la segunda parte
asoma el lirismo del poeta
para expresar su esperanza en otra vida (otra luz más
pura) y compartir con sus amigos
–desde la lejanía de Baeza y la imposibilidad de estar
presente en el entierro-
la decisión de llevar el cuerpo del maestro al seno de la
madre Naturaleza. Allí entre los pinos, las encinas, los
montes y barrancos, en esas tierras del ancho
Guadarrama a donde Giner llevaba de excursión a los
alumnos de la Insti, el maestro soñaba con una España
diferente: una España de hombres libres, tolerantes y