2. Contenidos
- Seleccionar un tema y elaborar un esquema
provisional.
- Buscar y seleccionar la información que se va a
exponer.
No leer simplemente con los ojos, sino también con
lapicera o lápiz en mano; es valioso hacer
anotaciones, apuntes, subrayar lo que parece
interesante, hacer fichas, indicar al margen los
pasajes más relevantes.
No sólo anotar acerca de lo que se lee, sino las
propias ideas que surjan de la reflexión o de la
lectura.
3. - Organizar la información:
* Introducción: Presentación del tema.
* Cuerpo: No se trata de amontonar ideas sino
de elaborar un texto coherente.
Unidad temática.
Orden lógico.
Progresión.
* Final: Hay que resumir las grandes líneas del
discurso o las cuestiones centrales de éste. Se
puede terminar con una cita que resuma lo
expresado.
4. - Estudiar el texto, “madurarlo”, “digerirlo”.
- Abordar el tema teniendo en cuenta:
* Autores y sus propuestas.
* Conceptos (definición) y ejemplos
representativos de los mismos.
• Conexión con el resto de los temas =
INTEGRACIÓN. Sugerencia: prever posibles
preguntas sobre el tema seleccionado y en
relación al resto del programa.
5. Exposición oral – Momentos
- Preparación:
* Escribir lo que se va a decir. No como apuntes sino el
discurso tal como lo van a pronunciar.
* Tomarse el tiempo que durará la exposición. Para esto, es
preciso leer en voz alta el discurso terminado, como si lo
estuvieran exponiendo. Esa lectura no puede durar un tiempo
muy inferior o superior al solicitado como tiempo máximo. Si
eso sucede, es preciso reformular el discurso.
* Exponer frente al espejo.
* Evitar dar un discurso de memoria. Elaborar distintos tipos de
“ayudamemoria”: esquema o guión con los puntos esenciales
del discurso, o algunas notas (en fichas o tarjetas) que pueden
ser citas, datos o información que debe ser mencionada con
exactitud.
* Apoyos visuales (afiches o PPT): no reemplazan lo verbal /
deben tener el tamaño adecuado para que el público pueda
leerlo / deben contener información clave (no es un resumen).
6. Puesta en escena:
- Evitar la monotonía alternando el ritmo, cambiando el tono de
voz.
- Evitar la frecuencia de expresiones como “este”…“¿se
entiende?”… “después…”…“bueno”, y otras de índole similar.
- Designar con precisión aquello a lo que nos referimos. No
utilizar palabras “suplentes” (ejemplo: “cosa”) ni expresiones
tales como “La fotocopia decía...”.
- Tratar que los gestos sean naturales.
- Mirar al auditorio.
- Evitar una postura desgarbada, o la de aquel a quien poco le
interesa lo que pasa.
- Respetar los turnos de exposición de quienes nos acompañan.
- Evitar comentarios referidos a los nervios, a las lecturas
incompletas, al poco tiempo con el que se preparó el final, entre
otros.
- Tener en cuenta evitar actitudes/gestos/términos que no sean
adecuados al contexto. Ejemplo: sentarse con las piernas
cruzadas sobre la silla, como si fuera el suelo; comer mientras
se expone; decir expresiones vulgares; otros.