1. La instalación de la Asamblea Nacional Constituyente ha
concretado la instauración por la fuerza de un Estado
totalitario que usurpa la soberanía popular e institucionaliza
las ilegitimidades, felonías, delitos y demás antivalores
propugnados por el régimen chavista durante estas casi dos
décadas de desmantelamiento de la República de
Venezuela. Este hecho sin precedentes que ha estado
acompañado por el asesinato de más cien ciudadanos
durante los últimos tres meses de legítimas manifestaciones
no puede sino conducirnos a la imperiosa necesidad de que
esta dictadura implantada por el abuso, la violencia, el
engaño, la devastación y la muerte debe ser desalojada.
El régimen chavista no puede seguir más en el poder que de
forma ilegítima ocupa. Este es el mensaje inequívoco que la
sociedad venezolana expresó el pasado domingo 16 de julio
durante el plebiscito en el que participaron casi ocho
millones de personas y que ha sido expresado de forma
permanente en todas las multitudinarias concentraciones. Y
es este mensaje nacional el mandato que debe guiar las
acciones para liberar a Venezuela de este ominoso régimen.
No puede hipotecarse el futuro de nuestra nación ni un día
más y mucho menos por espacios de poder que sólo
significan darle un tiempo extra a la catástrofe que está
2. sobre nosotros y cuyo signo más dramático es la crisis
humanitaria que padece nuestro pueblo, en especial los
sectores más pobres y más vulnerables que el propio
chavismo ha originado con todos los fallidos planes de
asistencia social. Esta grave crisis política, económica,
social, moral no encuentra precedente alguno en nuestra
propia historia ni en la de los países del hemisferio
occidental. Eso es inaceptable.
En este sentido, desconocemos, apegados al artículo 350, a
todas las autoridades que han incurrido en la violación de la
Constitución Nacional y en el quiebre sistemático del Estado
de Derecho y Justicia propugnado a lo largo de nuestra
historia, como base fundamental de la existencia de la
República.
Maduro debe irse por la fuerza de la razón o por la razón de
la fuerza. La satrapía chavista está sola, cercada, vencida y
a un paso del hundimiento, pero la patria no puede hundirse
con ella. A Venezuela tenemos que rescatarla ahora que
contamos con el respaldo casi unánime de la comunidad
internacional y sus respectivos organismos multilaterales.
Nunca antes un régimen como el chavista había provocado
tanta repulsa y condena, esta acción decidida no puede ser
abandonada y debe ser la palanca que nos permita avanzar
en la ejecutoria de las decisiones soberanas de la Asamblea
Nacional que es el único poder en Venezuela con legitimidad
de origen. En este sentido saludamos a todos los
Honorables Gobiernos que de forma enérgica han
condenado y desconocido a la Asamblea Constituyente y al
régimen forajido de Nicolás Maduro, imponiéndole las
sanciones respectivas de acuerdo al Derecho Internacional.
Agradecemos en especial a los países miembros del
Mercado Común del Sur por la decisión de este sábado de
expulsar a la dictadura de su seno este 5 de agosto.
3. Saludamos con nuestra admiración y solidaridad
incondicional a la juventud venezolana, alma y cuerpo de la
resistencia, cuyo heroico sacrificio no es, no ha sido y la
historia no permitirá que sea en vano. Sus muertos son los
dolores de parto de nuestra patria y la justicia impedirá que
quede impune el salvaje proceder de quienes violando sus
deberes han decidido ponerse del lado equivocado,
apuntando sus armas y descargando su odio, sobre los
inocentes en nuestras calles; cometiendo la vil traición,
además, de entregar las armas a los colectivos paramilitares
del chavismo intentando conducir a nuestro país a una
guerra civil.
Los abajo firmantes, en este decisivo, oscuro y muy doloroso
momento de nuestra historia republicana, constituyendo
como constituimos este Frente Democrático para la
Reconstrucción Nacional, obligados por el 333 constitucional
y amparados por la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, nos dirigimos
AL PAÍS para que sin más vacilaciones continúe en
resistencia junto a la heroica juventud, desobedeciendo al
régimen de Nicolás Maduro como acto de lealtad a la patria
y no acepte en modo alguno cualquier acción que pretenda
retardar el desalojo de la dictadura. Ha llegado la hora del
no retorno, ha llegado la hora de salvar la patria;
A LA FUERZA ARMADA NACIONAL, en especial a la
Guardia Nacional, para que cesen de una vez todos los
indiscriminados y muy violentos ataques sistemáticos contra
la sociedad civil indefensa, que no sólo contravienen el
resquebrajado ordenamiento jurídico nacional sino que
están ampliamente condenados por la justicia internacional.
Las armas de la República no pueden seguir sosteniendo
4. este régimen de delincuentes que se apoderaron del país y
desmantelaron en su totalidad a la República;
A LA ASAMBLEA NACIONAL, por ser el último espacio de
legítima autoridad que existe, para que cumpla con el
mandato recibido del pueblo venezolano en diciembre de
2015 con su elección, ejecutando las decisiones del
abandono del cargo y de invocación del artículo 350;
A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL para que continúe
apoyando a nuestro país con sus enérgicas y oportunas
decisiones y se logre el establecimiento y reconocimiento de
un nuevo gobierno de reconstrucción nacional, la liberación
de todos los presos políticos, la apertura de un canal
humanitario y la realización de elecciones generales, previa
depuración del registro electoral y bajo la supervisión de los
organismos internacionales.
ABAJO LA DICTADURA
Caracas 8 de agosto de 2017
COMITÉ COORDINADOR:
Alfredo Coronil Hartmann
Antonio Sánchez García
Enrique Aristeguieta Gramcko
Oswaldo Álvarez Paz
Vicealmirante Rafael Huizi Clavier
FIRMANTES:
Adonís Dáger Alexandra Belandia
Alexandra Poleo Pantier
Alfredo García Deffendini
Amauri José García Deffendini
Aníbal Franquiz