1. Carta de asilo político de America del
Valle
Al pueblo de México:
A los pueblos de la orilla del agua, Atenco:
A mi madre, a mi padre y mis hermanos:
A todas las organizaciones y personas que luchan
por la libertad y la justicia en nuestro país:
Han pasado cuatro años desde aquella bárbara
agresión del gobierno federal y el gobierno del
Estado de México contra nuestro pueblo digno y
rebelde de San Salvador Atenco. Desde aquellas
salvajes golpizas contra hombres, mujeres y niños;
del allanamiento y destrozo de nuestros hogares; el
asesinato de Alexis Benhumea y Javier Cortés; el
encarcelamiento de más de 200 compañeros; la
2. humillación y violación de decenas de nuestras
compañeras durante su traslado al penal; la
expulsión del país de amigas chilenas, alemanas y
españolas que atestiguaron y sufrieron la represión.
Todo, a manos de los cuerpos policíacos estatal,
federal y municipal. Todo, ordenado, dirigido y
supervisado personalmente desde un lugar situado a
unos metros de los hechos, por el gobernador del
Estado de México, Enrique Peña Nieto. Todo,
impulsado por la presidencia de la República para
cobrarnos la afrenta de haberle impedido
arrebatarnos nuestras tierras para cerrar el negocio
del sexenio: el de abrir un nuevo aeropuerto con un
corredor comercial a todo lujo de varios kilómetros
de largo.
Durante estos cuatro años hemos debido luchar y
resistir en condiciones sumamente adversas, pero
aún así hemos logrado liberar a la mayoría de los
presos, han vuelto a su casa la mayoría de los
perseguidos y lo más importante es que el Frente de
Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) está vivo y
luchando incansablemente por la libertad de los
presos que faltan, pero también atento a impedir el
despojo de nuestras tierras.
Hoy estamos a escasos días del desenlace jurídico
de la lucha por la libertad de nuestros presos.
Hemos jugado la última carta legal que tenemos
para lograrlo (el amparo definitivo), y la decisión está
en manos de la última instancia legal a la que
podemos recurrir en México: la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN).
3. Quisiera equivocarme, pero todo apunta a que en los
próximos días, los ministros atenderán a una
decisión de Estado: dejar en la cárcel a algunos
presos políticos de Atenco. Sacarán a unos cuantos,
reducirán las condenas de otros, pero la realidad es
que la injusticia prevalecerá. Una decisión con la que
especulan tanto el PAN como el PRI; tanto Calderón,
como Peña Nieto, padre y creador de toda esta
barbarie. Habiendo una decisión de Estado de por
medio (como ocurre también en el caso del SME), es
muy difícil que la Corte no la acate. Son contados lo
jueces dispuestos a desacatar una orden así girada
desde el poder. Por temor o conveniencia, por
presiones o por intereses. Basta hacer un breve
recuento de su reciente actuar:
La SCJN ha dejado libre e impune a un gobernador
que en cadena nacional fue evidenciado protegiendo
a una red de grandes empresarios pederastas
denunciados por Lydia Cacho, el góber precioso no
fue ni siquiera molestado por la Corte.
Más de 20 muertos dejó la represión en contra de la
APPO en 2006, las fotos de los sicarios de Ulises
Ruiz disparando contra el pueblo de Oaxaca
aparecieron en la portada de varios diarios de
circulación nacional, cuando la SCJN revisó el caso
no puso tras la rejas a ninguno de los sicarios y
mucho menos ejecutó acción alguna contra el
gobernador oaxaqueño.
4. Liberó, eso si, a paramilitares responsables de la
masacre de Acteal, entre ellos, dos asesinos
confesos.
En el caso de la guardería ABC, puso por encima la
tradicional impunidad de los funcionarios que se
enriquecen a costa de abaratar la calidad de los
servicios que ofrecen, al profundo grito de justicia
emanado del dolor por la muerte de 49 niños.
Ya una vez la Corte discutió el caso Atenco y decidió
una aberración jurídica al referir que sí hubo
violaciones a los derechos, pero que nadie era
responsable de tales.
En nuestra patria no hay justicia. Me parece evidente
que la Corte no puede sostener la aberración
indefendible del “secuestro equiparado”, lo cual
anularía las vergonzosas penas de hasta 112 años
de cárcel para nuestros presos. Pero tienen la orden
de buscar la maniobra “legal” para que algunos de
nuestros compañeros aún no salgan libres, y todo
indica que eso es lo que al final decidirán, más allá
de la intención honorable de algunos de los jueces
de poner fin de una vez por todas a esta profunda
injusticia (nuestro reconocimiento a ellos). ¿De qué
se trata? De ejercer un castigo ejemplar,
descomunal contra los símbolos de la lucha social.
Es una forma de advertir a los que se decidan a
luchar, a qué se atienen si persisten en su intento.
Saben que la situación es inestable. Tienen miedo,
tratan de disuadir al pueblo de toda decisión de
rebelarse, para atemorizarlo. Y por eso mismo es
5. que creo que hay una decisión de Estado. La clase
política requiere mantener la amenaza vigente, y por
ahora no hay mejores candidatos para ello que los
rebeldes, insumisos e incorruptibles campesinos del
FPDT. Pero nosotros no lo aceptamos, queremos
justicia, no más engaños de los mercaderes del
derecho. No nos vamos a resignar, vamos a seguir
luchando, porque en un país como el nuestro, donde
se cierran las puertas de la justicia, la alternativa que
nos queda es luchar y organizarnos para detener
tanta impunidad.
Me encuentro ahora en esta embajada en México de
la República Bolivariana de Venezuela, pidiendo
asilo político después de cuatro años de incesante
persecución política en mi contra, de no poder salir a
la calle ni ver a mis seres queridos, de no poder
volver a mi casa ni a mi pueblo. Cuatro años que
han sido de amedrentamiento pero también de
indoblegable resistencia. Tengo varias órdenes de
aprehensión en mi contra, todos los amparos que he
solicitado han sido rechazados por el poder judicial.
Para mi, no hay más opciones, menos ahora que la
Suprema Corte de Justicia de la Nación está a punto
de cometer otra brutal injusticia.
Los cargos por los que a mi me persiguen, son los
mismos y en los mismos hechos que los de mi papá.
Y frente a esta decisión de Estado de dejarlo preso,
me he visto orillada a tomar esta decisión, el asilo
político, para continuar la lucha desde fuera, pero
con más fuerza y en mejores condiciones. He
logrado evitar ser encarcelada cuatro años, y por
6. supuesto que si no han logrado apresarme, menos
aún lograrán que me entregue por delitos que no
cometí.
Es al pueblo de Venezuela y a su presidente, a
quienes pido ayuda, porque he sido testigo de su
alto espíritu de solidaridad hacia los pueblos que
sufren injusticia. Muestra de ello son todos los
programas que otorga el pueblo venezolano con
médicos, profesores, petróleo barato, operaciones
de la vista a cientos de miles de pobres en nuestra
América, combatiendo al imperio yanqui y al
capitalismo depredador con gran fortaleza y
dignidad.
Me voy, pero no me rindo. Y desde aquí quiero
agradecer al pueblo humilde que me ha protegido y
resguardado todos estos años; no tengo con qué
pagarles más que con mi lucha y mi fuerza.
Quiero que lo sepa mi pueblo, Atenco, a quien tanto
amo y admiro por su valentía, con quien tengo
muchos proyectos y espero regresar pronto para
concretarlos, junto a mis compañeros. Quiero que lo
sepa mi padre y mi madre y toda mi familia, también
que lo sepan mis hermanos de lucha de todos los
rincones de mi patria que es México:
Si sigo de pie es por todos ustedes, y aunque
mañana esté lejos, cuéntenme entre las filas de los
que resisten y luchan por un país mejor, por un
México sin despotismo político, sin la corrupción,
7. explotación y despojo que hemos sufrido por años, y
que ya no estamos dispuestos a tolerar.
Y quiero que lo tengan siempre bien presente:
¡Venceremos! Ahora más que nunca, es momento
de unirnos, de pelar juntos contra el enemigo común.
Mineros de Cananea, de Pasta de Conchos, pueblo
de La Parota y Copala, trabajadores del SME,
maestros de la CNTE, estudiantes universitarios,
padres de la guardería ABC, de los muertos y las
muertas de Ciudad Juárez, familiares de los miles de
inocentes asesinados por esta llamada “guerra”
contra el narcotráfico, pueblo pobre y trabajador, sin
prestaciones, ni buenos salarios, sobreexplotados y
humillados, a ustedes me dirijo con todo mi respeto,
tenemos que estar juntos, tenemos que acabar de
una vez con tanto despojo y represión, tanto de
Felipe Calderón, como de quien aspira a ser su
sucesor, Enrique Peña Nieto.
Que también lo escuche fuerte y claro el Estado. No
pudieron con Atenco y no podrán conmigo. Sigo y
seguiré de pie, resistiendo, porque la saña de los de
arriba jamás podrá marchitar la rebeldía sembrada y
regada por años en la tierra de nuestra nación. Ni
sus jueces ni sus medios mentirosos, ni su cárcel ni
su persecución, ¡nada detendrá nuestro camino a la
justicia y la libertad! En la trinchera que nos toque
estar, estaremos con la frente y nuestro puño en
alto.
Ni la embajada de la República Bolivariana de
Venezuela, ni el Presidente Chávez, ni por supuesto
8. los millones de venezolanos y venezolanas, tienen
nada que ver con lo que afirmo. Ellos tienen su lucha
propia, la cual admiro y siento como propia, pero
nada han tenido que ver con mi decisión de entrar a
esta embajada y pedir asilo, lo cual ha sido decisión
mía, exclusivamente.
No estoy dispuesta a permanecer más tiempo
escondida, acosada, maniatada. Ya son más de
cuatro años así, y la situación no tiene visos de
cambiar. Mi única alternativa para recuperar la
libertad por ahora es acgerme al asilo político por
parte de un gobierno realmente democrático y del
pueblo; de una pueblo solidario con la rebeldía de
sus hermanos de otras tierras. Quiero mi libertad
para seguir luchando, para seguir estudiando, para
seguir viviendo. Por eso he decidido pedirle al
pueblo de Venezuela, a su presidente, Comandante
Hugo Chávez, que me acogan en su territorio
mientras logro recuperar mi derecho a seguir
luchando en im propio país.
Que el mundo entero voltee a mirar lo que sucede
en México. Que observe atentamente lo que está por
ocurrir en estos días: que la mayor instancia de
justicia de nuestro país, es incapaz de plantar cara
ante una decisión de Estado, aún cuando éste
cometa la más burda y lascerante de las injusticias.
América de Valle Ramírez
Perseguida Política del FPDT
http://atencofpdt.blogspot.com/