Un rey y una reina tristes porque no podían tener hijos visitaron a la bruja Interculturalidad buscando una solución. Interculturalidad les sugirió adoptar niños de diferentes partes del mundo, incluyendo una niña japonesa, niños de África y Arabia, y finalmente dos extraterrestres azulados. La familia real quedó feliz con sus hijos de diversos orígenes, convirtiéndose en un ejemplo de la maravilla de la diversidad.