18. Quizá, más importante que el saber por qué pasan las cosas, es saborearlas a fondo: con admiración, calma, respeto, aceptación y agradecimiento.
19. Y, más importante que cómo nos vayan las cosas, es saborear a las personas: compartir, disfrutar, sintonizar, comprender, sonreír; en definitiva, amar.