Los Espejos

1. LOS ESPEJOS
Rafa Pérez del Castillo
1 ESO Arquímedes
Un hombre llamado Carl, estaba en paro y lo contrataron en un
museo, en el que anteriormente hubo un asesinato, pero el no
sabia nada. Al cabo de un tiempo, empezaron a pasar sucesos
raros en el museo. Justo una semana después de contratarlo,
escucho la voz de una mujer, pero no podía verla. Y días
después, en una habitación llena de espejos, se manifestó una
presencia... El padre de Carl, le dijo que daba igual el trabajo
que tuviese, pero que no siguiese en ese trabajo.
Pero él quería saber lo que pasaba en ese extraño lugar. Así
que consiguió el número de teléfono de uno de los antiguos
dueños del museo, que obviamente lo cedió a otra persona.
Carl, su novia, y un intimo amigo, fueron a visitar al ex-dueño
del museo. Cuando llegaron a la casa, la puerta estaba arañada. Asustado, el antiguo dueño accedió a
responder a todas las preguntas de los muchachos. Una de las preguntas fue, ¿por qué hay una
habitación llena de espejos en la que pasan sucesos extraños?
El señor respondió:
-Si lo quieres saber, puede costarle la vida.
Pasaron unas semanas, y Carl decidió buscar solución a tal problema, una tarde, el padre de Carl,
cogió el utensilio que corta las pizzas para cortar una, entonces, se miro al espejo, y el reflejo del
pobre hombre cobró vida, el reflejo, con una sonrisa malvada, cogió el utensilio y se lo paseo
bruscamente por la cara, por suerte llego Carl e impido la catástrofe. El pobre hombre, traumatizado,
no sabia lo que hacer. Al cabo del tiempo, la gente moría gracias a sus reflejos, y las personas de la
ciudad, directamente, no habrían casi los ojos cuando estaban en sus casas, por miedo a los espejos.
La policía local ordenó destruir todos los espejos de la ciudad, y que no se construyesen ninguno
más. Pero el misterio seguía sin ser resuelto, Carl, desesperado, no sabía lo que hacer. Un extraño día,
Carl, fue a un pub para tomarse algo, lo que acababa de ver no le gusto nada. A una chica la estaban
maltratando en la salida. Lo más curioso es que la estaban maltratando personal del museo. Carl,
asustado, no dudo, y agredió a los irresponsables que hicieron tal maldad. Dos de ellos huyeron, y a
otro, que parecía que era como el cerebro del grupo, le cogió del cuello y le pregunto...
-¿Por qué estabais maltratando a esa pobre mujer?
El hombre, indeciso, no sabía que decir. Sin pensarlo por el miedo que tenia, el hombre respondió.-
Esa mujer... Era la hermana de la del famoso asesinato del museo. Carl, quería acabar con la vida de
ese hombre, pero primero quería saber porque la mujer fue asesinada. Carl, suponía que todo lo de
los cristales era culpa de ese hombre, y estaba en lo cierto. El hombre le dijo al muchacho que esa
mujer tenía que morir para que el ciclo se completase. Carl no entendía nada, y le dijo al hombre...
-¿Quieres vivir?
El hombre respondió que si.
Y Carl digo que porque estaban maltratando a esa mujer.
El hombre respondió a Carl.
-A la mujer del asesinato la invitamos a cenar, ella inconscientemente aceptó la invitación, y nosotros
la drogamos, y junto a un espejo, la asesinamos.

2. -¿Y la otra mujer?- preguntó Carl.
-Había que matarla, porque si no, nos matarían a nosotros.
-¿Quién? Dijo Carl.
-Los espejos.
Carl saco de su bolsillo un trozo de espejo diminuto que tenía del museo y se lo puso delante al
hombre. Sin saber como, del espejo salió una mujer. La mujer maltratada sonrió, porque era su
hermana, y la extraña mujer recogió al hombre del cuello y se lo llevo dentro del espejo. Así acabó
todo.