2. Gedeón fue levantado por Dios como un
príncipe de su pueblo, como un líder,
como un siervo. La vida de todo siervo
de Dios tiene dos énfasis principales: Su
familia y su ministerio. El ejemplo de
Gedeón nos permite ver como es la vida
de un siervo de Dios en las áreas ya
mencionadas.
4. Hay ataques del
enemigo en contra de su
familia.
Hay incluso pérdidas
importantes al interior
de su familia en manos
del enemigo.
Puede haber
decepciones de los
propios hijos en la lucha
contra el enemigo.
Con todo, el siervo
debe cumplir su función
y derrotar al enemigo.
5. Los abundantes hijos,
las abundantes esposas
y los abundantes años en
la vida de Gedeón nos
sugieren que la vida de
un siervo de Dios estará
llena de bendiciones
abundantes en lo que
tiene que ver con su
entorno familiar.
¿Acaso no nos ha
llamado Jesús nuestro
Señor a vivir una vida
abundante?
6. Es una lucha constante
con la tentación de ser
“Jefe” o “Encargado” y
disfrutar los privilegios que
esto implica, en lugar de
ser “líder”.
Es una lucha constante
entre nuestras
necesidades materiales y
los beneficios que nos
puede ofrecer el ser
siervos de Dios.
Es una lucha constante
entre el hacer mi propia
voluntad, la voluntad de
otros o la voluntad de Dios.
7. Debe tener especial
cuidado con cada una de
sus acciones sabiendo
que éstas afectan
directamente a su
familia y la Iglesia.
Debe cumplir
fielmente con el
propósito de Dios en su
ministerio todos los días
de su vida.
8. Debe formar a otros
líderes como él y
delegarles importantes
responsabilidades, de
tal manera que el día
que él llegue a faltar,
no se retroceda ni se
pierda lo avanzado,
sino que alguien
preparado por él,
ocupe su lugar.
9. CONCLUSIÓN:
A la luz de lo
aprendido,
¿Estas listo
para
convertirte en
un siervo de
Dios?