2. Está claro que el número siete es un número crucial en todo
el libro de apocalipsis y que constituye la base numérica de la
estructura de la composición del libro. La palabra “Mesías” (el
Ungido) o “Cristo” se emplea siete veces (1.1, 1.2, 1.5, 11.15,
12.10, 20.4, 20.6). Juan anuncia su venida siete veces (2:5,
2:16, 3:21, 16:15, 22:6, 22:12, 22:20), siete veces para la
frase “Señor Dios Todopoderoso/ Señor de los ejércitos”, está
en (1:8, 4:8, 11:17, 15:3, 16:7, 19:6, 21:22). Por otra parte,
hay siete “Amén” en el libro (1:6, 1:7, 3:14, 5:14, 7:12, 19:4,
22:20), la palabra “profetas” está referida en siete ocasiones
(10:7, 11:18, 16:6, 18:20, 18:24, 22:6, 22:9) igualmente que la
frase “el que está sentado en el Trono”, se emplea siete
veces (4:9, 5:1, 5:7, 5:13, 6:16, 7:15, 21:5). (1)
3. Hoy nos enfocaremos en las siete bendiciones/bienaventuranzas
mencionadas en apocalipsis, y lo haremos considerando el
método literario en que fueron escritas. El método se conoce con
el nombre de “Quiástica” que es la forma en que el patrón de
pensamiento semítico viene a ser presentado en estudios
literarios. El estilo poético judío se basa en el paralelismo, en la
repetición, en la analogía típica de la segunda línea o idea que se
va repitiendo en el contenido de la primera línea, algunas veces
llevándolo más lejos, otras veces elaborando o clarificándolo. Es
fácil mostrar primero un diagrama de cómo es la estructura
quiástica y entonces intentar explicarlo. La unidad literaria,
cuando es analizada tiene la siguiente estructura:
4.
5. La frase, ya sea palabra por palabra o al menos pensamiento por
pensamiento se repite al principio y al final de la unidad literaria.
Es como si el autor original fuese desde A1 a B1, desde B1 a C1,
desde C1 a D1. Entonces seguidamente cambia de rumbo y
vuelve atrás en el mismo orden (D2, C2, B2, A2).
Creemos que la primera bienaventuranza (Ap.1-3), está fuera de
la estructura quiástica que le sigue. Su propósito es resumir o
ajustar la escena para las siguientes bienaventuranzas que, de
hecho están establecidas en la forma quiástica. Una vez se
observa el conjunto por entero, el paralelismo del significado es
dificilísimo de negar. Así es como lo estudiaremos.
6. “Bienaventurado es aquel que lee y aquellos que escuchan
las palabras de esta profecía y guardan estas cosas, que
están escritas aquí, porque el tiempo está cercano.” (Ap. 1:3).
Tal resumen manifestado está conectado con Ap. 1:1-2 donde se
nos dice que este apocalipsis/develado tiene que ver con lo que
pronto sucederá (en el v.3 “porque el tiempo está cercano”).
Bienaventurado: Dichoso, Feliz de una forma sobrenatural.
¿Quiénes? Los que leen y escuchan, ¿Qué resulta de leer y
escuchar? ¡Estudiar! ¿Estudiar que? ¡Profecía!
Guardar: Entender, aprender, Poner en práctica, obedecer.
¿Qué debemos guardar? Las instrucciones escritas en la
profecía.
¿Qué tiempo está cercano? ¡El regreso de Yeshúa!
7. A1. “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. “Sí”, dice el
Espíritu “descansarán de sus trabajos porque sus obras con ellos siguen”. (Ap. 14:13).
B1. “He aquí Yo vengo como ladrón en la noche. Bienaventurado es aquel que
vigila y guarda sus ropas, para que no tenga que salir desnudo y sea vista su desnudez”. (Ap. 14:13).
C1. “ Bienaventurados aquellos que son llamados a la
cena de las bodas del Cordero”. (Ap. 16:15).
C2. “Bienaventurado y santo es aquel que tiene parte
en la primera resurrección”. (Ap. 20:6).
B2. “He aquí yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la
profecía de este libro”. (Rev. 22:7).
A2. “Bienaventurados los que cumplen sus mandamientos, para que tengan derecho al árbol de la
vida y puedan entrar por las puertas de la Ciudad”. (Ap. 22:14).
8. Observemos que A1 y A2 habla de la muerte del creyente y de su
destino eterno (muertos en el Señor, teniendo derecho al árbol de
la vida y entrando por la puerta de la ciudad, tal como
encontramos más adelante, de la Nueva Jerusalén). Juan
describe para sus lectores y oyentes las puertas de la ciudad con
los nombres de las tribus escritos en ellas.
B1 y B2 están sin lugar a dudas, conectados por la apremiante
necesidad de vigilancia (Yo vengo como ladrón y Yo vengo
pronto). Además, la idea de vigilar es también un factor de
conexión (guardando la ropa para que no sea robada, guardar las
palabras de la profecía).
9. Las bienaventuranzas de C1 y C2 no son una excepción, ambas
hablan de una bienaventuranza futura para los creyentes (siendo
llamados a las bodas (3) del Cordero y siendo dignos de
participar en la primera resurrección).
Para reflexionar: ¿Quiénes son los muertos que mueren en el
Señor? ¿Para quienes Yeshua vendrá como ladrón en la noche?
¿Quiénes son los llamados (invitados) a la cena de bodas del
Cordero? ¿Quiénes no formarán parte de la primera
resurrección? ¿Qué implicación tiene el entrar por las puertas de
la santa ciudad si en ellas están los nombres de las doce tribus
de Israel? ¿Cómo debemos interpretar la frase: “He aquí Yo
vengo pronto”?