1. ¿Qué es Raspberry Pi, dónde comprarla
y cómo usarla?
Los Mini PCs son siempre una buena opción para disfrutar de toda la potencia de un
ordenador pero recurriendo a un tamaño compacto. Los podemos utilizar como servidor
de contenidos, conectados al televisor y, por supuesto, como ordenador al uso. Raspberry
Pi es uno de los productos más populares para estos fines, tanto por su atractivo precio
como por las enormes opciones que trae consigo.
En 2012 llamó la atención de decenas de miles de entusiastas, tras emerger como un
ordenador de bajo coste que pudiese llegar al mayor número de usuarios posible, y gracias
2. a la amplia comunidad que aporta valor a este proyecto, existen usos tan diversos como
sencillos de implementar con unos pocos conocimientos.
Pero, ¿qué es Raspberry Pi? En realidad, se trata de una diminuta placa base de 85 x 54
milímetros (un poco más grande que una cajetilla de tabaco) en el que se aloja un chip
Broadcom BCM2835 con procesador ARM hasta a 1 GHz de velocidad, GPU VideoCore
IV y hasta 512 Mbytes de memoria RAM. En cuanto a su precio, suele estar por debajo
de los 40 euros, una de las razones que explica su popularidad. De hecho, a finales de
2013 se superaron ya las dos millones de unidades vendidas en todo el mundo.
Completando la Raspberry Pi
Para que funcione, basta con que añadamos nosotros mismos un medio de
almacenamiento (como por ejemplo una tarjeta de memoria SD), enchufarlo a la corriente
gracias a cualquier cargador de tipo microUSB (el mismo que sirve para recargar la
mayoría de los teléfonos móviles, cuyo coste es ínfimo) y, si lo deseamos, incorporar un
chasis para que todo quede a buen recaudo y su apariencia sea más estética. Estos pueden
ser desde cajas predeterminadas hasta una que fabriquemos nosotros mismos echándole
grandes dosis de imaginación.
La fundación de Raspberry Pi pone a disposición desde su página web Raspbian, una
distribución de Linux basada en Debian, pero también podemos recurrir a muchas de las
distribuciones específicas que la comunidad de usuarios ha desarrollado para diversos
fines.
En función del modelo que escojamos, dispondremos de más o menos opciones de
conexión, pero siempre tendremos al menos un puerto de salida de video HDMI y otro de
tipo RCA, minijack de audio y un puerto USB 2.0 al que conectar un teclado y ratón.
3. En cuanto a conexión de red se refiere, podemos disponer de Ethernet para enchufar un
cable RJ-45 directamente al router o recurrir a adaptadores inalámbricos WiFi. En este
caso, eso sí, conviene que nos decantemos por la Raspberry Pi que incorpora dos puertos
USB, ya que si no no podremos enchufar el teclado y el ratón.
Para el almacenamiento, Raspberry Pi recomienda utilizar una tarjeta SD con una
capacidad mínima de 4 Gbytes y de clase 4 (este valor aparece siempre impreso en la
tarjeta, e indica su rendimiento en cuanto a velocidad se refiere).
Para enchufar nuestra Raspberry Pi a un monitor o televisor, necesitaremos un cable
HDMI o, si no disponemos de tal entrada de video, un cable HDMI a DVI. También es
posible recurrir en su lugar a la salida analógica RCA (identificada en nuestra tele por un
cable amarillo).
Centrándonos en el teclado y ratón, lo más sencillo es adquirir un conjunto inalámbrico
que conectaremos mediante un único adaptador, y así no necesitaremos de más puertos
USB.
Instalación del software
Una vez tengamos la Raspberry Pi y los componentes necesarios listos, es hora de
instalar el sistema operativo. Lo más sencillo es insertar la tarjeta SD de nuestra elección
en nuestro ordenador y formatearla, preferiblemente con la ayuda de SD Formatter 4.0.
En la guía de inicio rápido que proporciona la web oficial encontraremos todos los
4. detalles para hacerlo bien en función del sistema operativo que estemos utilizando para
el formateo (Windows, OS X o Linux).
En este momento, estaremos ya listos para instalar el sistema operativo de nuestra
Raspberry Pi, que descargaremos desde downloads.raspberrypi.org/noobs con la ayuda
de la herramienta New Out Of Box Software (NOOBS). Descomprimimos el archivo en
la tarjeta SD y al insertarla en la Raspberry Pi veremos una serie de opciones de
configuración, incluyendo un listado de sistemas que podremos instalar fácilmente.
¿Qué Raspberry Pi comprar?
Actualmente existen dos modelos de Raspberry Pi. El más popular es el Modelo B, que
viene con procesador ARM 1176JZF-S a 700 MHz, dos puertos USB 2.0 y Ethernet,
siendo el resto de sus características las mismas que os hemos avanzado al principio de
este artículo.
Por su parte, el Modelo A es más asequible, pero prescinde de uno de los dos puertos UB
y no tiene capacidad para conectarse a Internet. Asimismo, en su última revisión el
Modelo B incluye 512 Mbytes de memoria RAM, existiendo versiones más antiguas con
solo 256 Mbytes.
En cuanto a cajas se refiere, nada mejor que hacer una búsqueda en Google. Nos
encontraremos con cientos de modelos, tan llamativos como estas que te mostramos a
continuación, basadas en la estética de Lego, totalmente transparentes o que tratan de
convertirse en un elegante compañero de nuestro televisor.
5. Donde comprar una Raspberry Pi
En Internet existen multitud de distribuidores que venden la Raspberry Pi, y lo hacen
tanto con la propia placa en sí como a través de útiles kits que incluyen cajas
personalizadas o incluso otros accesorios como cámaras, adaptadores WiFi, tarjetas SD
listas para utilizar y cables para la red eléctrica. Así, si no queremos complicarnos la vida
podemos recurrir a ellos.
Algunas de las webs donde puedes comprar una Raspberry Pi son www.raspberrypi.es,
www.raspipc.es, Amazon y, por supuesto, muchas de las tiendas de informática
tradicionales.
Posibles usos
Dando un paseo por la red encontraremos decenas de usos para la Raspberry Pi. Uno de
los más habituales es convertirlo en un media center para reproducir películas gracias a
XBMC, convertirlo en un aparato que sustituya al Chromecast de Google o al Apple TV,
que cumpla las funciones de reproductor musical centralizado (Pi Fi) e incluso hacer que
ejerza de centro de control domótico en nuestro hogar, con proyectos como PiHome.
También podremos convertir a nuestra Raspberry Pi en un sistema de videovigilancia,
crear un tanque con control remoto (Raspberry Tank)... Como vemos, los usos son
realmente imaginativos.
Lo mejor es echar un vistazo a todo lo que hay disponible en la tienda de aplicaciones de
Raspberry Pi, The Pi Store, y ver qué ideas se ajustan a lo que buscamos. Así, se
convierte en un producto ideal tanto para usuarios generales como para los más atrevidos
y mañosos.