Siete ratones ciegos encontraron algo diferente cada día de la semana y dieron diferentes opiniones sobre qué podía ser, como una columna, una culebra, una lanza o un abanico. El domingo, el séptimo ratón fue a investigar y se dio cuenta de que era un elefante, teniendo en cuenta sus diferentes características. Los ratones aprendieron que es mejor considerar todas las partes para hablar con sabiduría en lugar de sólo opiniones parciales.