Dani empieza un diario contando cómo conoció a Juan en su primera clase de redacción. Se hicieron compañeros en un trabajo y descubrieron que tenían mucho en común. Intercambiaron números y empezaron a hablar frecuentemente. En la próxima clase, Juan la esperó y la acompañó, y continuaron fortaleciendo su amistad.
1. El diario de Dani #1
Quien iba a pensar que al entrar a clase de redacción mi mundo fuera tomar un
rumbo totalmente diferente.
Esa mañana me desperté tan aburrida y cansada de todo, sin embargo me levanté
de mi cama, di un enorme bostezo y de inmediato entre al baño para arreglarme,
ese día no tenía ánimos de nada, mucho menos de organizarme, pero ni modo
tenía que hacerlo. Al terminar, baje a preparar mi desayuno, extrañando los de mi
madre, pero al fin y al cabo fui yo la que había tomado la decisión de vivir sola…
bueno volviendo al tema, cuando termine de comerme mis huevos fritos con pan y
jugo de naranja, empaque todo lo que necesitaba para mi primera clase de
redacción, salí de mi casa a esperar el bus que me lleva hasta la entrada donde
recibiría mi primera clase. El trayecto se me hizo muy largo y cuando llegue, de
inmediato me sentí como una extraña, había tanta gente y a ninguno lo conocía,
tampoco sabía ni en que salón me correspondía recibir clase y camine todo el
lugar, de esa manera fue que encontré el salón donde debería estar, entré, me
senté y mientras llegaba la profesora que dictaría la clase saque un lápiz y un
cuaderno y como no sabía que más hacer, empecé a dibujar garabatos. Cuando
de repente, sentí que alguien se sienta a mi lado, al voltear la mirada era un chico,
pero no cualquier chico, era uno de esos que de tan solo verlo te roban el corazón
de inmediato. Bueno, en fin… al parecer, tanto el, como muchos que habían
ingresado al salón, eran nuevos y por ende no me sentí muy incómoda, pues no
era la única nueva.
Después de un rato ingreso la profesora al salón, dijo su nombre el cual era
Ullenid, nos dio una pequeña charla de cómo eran sus clases, y de que no le
gustaba que los estudiantes llegaran tarde, cuando de repente por la puerta
observo a una chica, y todos detienen su mirada en ella, pues era la única alumna
que faltaba por entrar a clase y era obvio que la profesora no la dejaría entrar por
llegar tarde, en ese momento no desee ser esa chica, pues se podía notar que no
era su día. La profesora al terminar de dar las pequeñas inducciones de su clase,
nos leyó un pequeño muy interesante recuerdo que era sobre el amor y la locura,
después de leer este corto escrito, nos dijo que escogiéramos a una persona para
platicar con ella y hacerle una pequeña entrevista, ese fue nuestro primer trabajo
de muchos que tendríamos más adelante. Yo, la verdad, no sabía con quién
hacerme, todos ya tenían su pareja, los únicos que no la teníamos era aquel chico
encantador y yo, y obviamente seria el con quien me correspondía hacer el trabajo
pero decidí mas bien esperar a que él se acercara, lo vi venir desde su asiento y
se me acelero el corazón, no puedo olvidar el momento en el que me dijo “Hola,
soy Juan, por lo que veo nos toca a nosotros dos, ¿quieres?” y obvio sin pensarlo
y como una boba derretida por su voz y su sonrisa le dije que sí. La profesora
termino de dar las indicaciones del trabajo diciendo, “Chicos, pueden ir a cualquier
lugar del bloque sin alejasen mucho, les doy media hora para que hagan su
2. trabajo, y cuando vuelvan les digo que deben hacer con la entrevista que le
hicieron a su compañero”. Salimos del salón Juan y yo, le dije que nos fuéramos a
un parque que quedaba yendo para la salida del bloque, cuando llegamos nos
sentamos, al principio hubo un silencio desesperante, hasta que el decidió
preguntarme “¿Qué te gusta hacer?, ¿Tus sueños?, ¿Con quién vives?, ¿Qué
comida te gusta?” entre muchas otras preguntas que hicieron de esa entrevista
una conversación muy agradable, yo también le pregunte muchas cosas obvio, y
la verdad fue la mejor charla que pude haber tenido, cuando terminamos nos
dirigimos al salón, entramos y Juan se alejó con una sonrisa muy encantadora.
Todos estábamos en posición de escucha a la maestra que terminaba de dar las
indicaciones del trabajo “bueno alumnos, con esa entrevista, van hacer un tipo de
carta informativa, dándonos a conocer como es su compañero, para la próxima
clase, traen su trabajo redactado, para empezarlo a compartir con la clase”, sin
embargo la profesora nos dio lo que faltaba de la clase para empezar hacer la
carta, fue un momento muy agradable, pues las palabras para Juan me fluían muy
fácil, ya que era un chico con muchas virtudes, con muchas historias y de más
cosas que lo hacían más interesante. Cuando se terminó la clase, agarre mi bolso
y antes de salir del salón escuche una voz detrás de mí diciéndome “¡Dani!
espérame, vamos juntos”, volteé la mirada y vi a Juan con su mochila y caminando
hacia mí, cuando íbamos a salir del salón saque mi celular para rechazarle la
llamada a mi madre, pues no conteste porque sabía que era para preguntarme
como me había ido y todavía no quería contarle lo grandioso que la había pasado,
guarde mi celular y continúe caminando al lado de Juan. Al salir del bloque Juan
me dice que le de mi número de celular para seguir en contacto, y sin pensarlo se
lo di con mucha alegría, me despedí al ver que el bus se acercaba. Cuando me
subí, a través de la ventana me quede mirando a Juan, quien con su mano arriba
la movía de un lado a otro diciéndome “Chao”, cuando iba más adelante, le devolví
la llamada a mi madre, y le conté todo. Llegue a mi casa un poco agotada, me
comí un cereal como almuerzo y me fui a mi habitación a ver tv, cuando de
repente me llega un mensaje de juan donde decía “¡Hola! Soy Juan, ¿me vas a
seguir hablando?”, al leerlo se me pusieron los pelos de punta, y le respondí, “Sí
claro, ¿Por qué no?” después de horas y horas de haber hablado con Juan nos
despedimos y me acosté a dormir.
Al otro día cuando me desperté, apague la alarma de mi celular y apareció un
mensaje de Juan que decía “Nos vemos en clase”, fue una mañana agradable, me
levante con entusiasmo, me organice, desayune y salí otra vez a coger el bus,
esta vez el camino no se me hizo tan largo. Cuando llegue, justo en ese momento
iba entrando Juan, y por coincidencia miro hacia atrás, me vio y se quedó
esperándome para entrar a clases juntos, nos saludamos y platicamos un poco
antes de entrar al salón, cuando entramos cada uno se sentó en su puesto, la
profesora Ullenid ingreso, nos saludó y antes de empezar a compartir el trabajo
con la clase, nos leyó otro pequeño escrito, este trataba sobre cómo cada persona
imagina las cosas de acuerdo a su circunstancia. Después de esto, comenzaron a
3. salir las parejas para leer lo que habían escrito, Juan desde su asiento me hacía
señas de que iba a salir, y si el salía me tocaba salir a mí también y la verdad no
me sentía preparada, hasta que la clase iba avanzando e iban saliendo las demás
parejas leyendo sus grandiosos escritos. Al igual que muchas otras parejas Juan y
yo no pudimos salir a leer, sin embargo teníamos la oportunidad de que en la
próxima clase podíamos continuar leyendo. La profesora se despidió y quedo
satisfecha con muchos de los trabajos que se presentaron y después de esto Juan
y yo salimos juntos, me acompaño hasta donde cojo el bus y nos despedimos.
Esta vez no me fui directamente a mi casa, me fui a casa de mis padres a pasar el
fin de semana con ellos como lo hago siempre, al llegar a casa de mis padres le
conté todo a mi madre, quien se emocionó por verme tan feliz, almorzamos juntas,
y en conclusión pasamos un fin de semana excelente en familia, el domingo en la
noche me regrese a casa, cuando llegue prendí mi celular y tenía un mensaje de
Juan que decía “¿preparada para mañana?, que tengas linda noche”, la verdad
me acosté a dormir muy feliz por saber que Juan me había deseado una feliz
noche.