Este documento resume las políticas de Perestroika implementadas en la Unión Soviética en la década de 1980, las cuales abrieron el sistema a críticas y permitieron mayor autonomía económica. Esto fue bien recibido por sectores progresistas pero no por comunistas inflexibles. La transición trajo una crisis económica y social, aumentando la brecha entre ricos y pobres. El objetivo era mejorar la calidad de vida mediante la participación activa de los soviéticos y la modernización de la industria.