El autor describe sus experiencias positivas en el Instituto Simón Bolívar desde el jardín de niños hasta el primer semestre de preparatoria. Recuerda con cariño a sus maestros y amigos de primaria y cómo fue madurando y aprendiendo valores como la responsabilidad a lo largo de la secundaria. Aunque la preparatoria es más difícil, cree que la escuela lo está ayudando a prepararse de manera integral.