2. El 9 de octubre de 1967 se produce el
fusilamiento del Che Guevara, terrorista
internacional, responsable del baño de
sangre que asoló a Latinoamérica en las
décadas del setenta y el ochenta.
3. “Hay que llevar la guerra hasta donde el enemigo la
lleve: a sus casas, a sus lugares de diversión; hacerla
total. Hay que impedirle que tenga un minuto de
tranquilidad, un minuto de sosiego…atacarlo donde
quiera que se encuentre; hacerle sentir una fiera
acosada por cada lugar que transite”.
4. no dudaba en incentivar a sus seguidores a asesinar inocentes, fueran
ellos hombres, mujeres o niños, en cualquier lugar y a cualquier hora.
La historia de los pueblos de América a partir de la década del sesenta,
habla por sí sola al respecto. Porque queda claro que quien exhorta a
llevar la guerra a los hogares, a los sitios de esparcimiento o a los
lugares de educación, está hablando de crímenes contra la humanidad;
contra la población desprevenida e inocente.
Y así lo hizo: el Che Guevara, profeta del odio y engendro del mal fue
inspirador y responsable de la guerra subversiva que bandas terroristas
desencadenaron en la Argentina en la década del setenta abriendo una
herida que muchos se empeñan en mantener abierta.
5. El Che Guevara era un
hombre culto e instruido,
perteneciente a la más rancia
estirpe rioplatense. Por eso el
crimen de sus palabras es
mayor aún.
Había nacido en Rosario,
provincia de Santa Fe,
Argentina, el 14 de junio de
1928, en el seno de una
familia patricia entre cuyos
ascendientes figuran virreyes,
conquistadores, guerreros de
la Independencia, gobernantes
y fundadores. Incluso, por
algunas de sus ramas, se
remontaba a lo más conspicuo
de la nobleza hispana, como
las casas de los Ladrón de
Guevara y los Calderón de la
Barca.
6. El Che Guevara fue transformado en un mito internacional cuando,
después de unirse a las fuerzas que Fidel Castro preparaba en México
para iniciar la revolución en Cuba (1956), asumió el mando de la
principal columna revolucionaria y descendió de las sierras para
capturar Santa Clara (1 de enero de 1958), después de intensos
combates. Desde ese importante punto de la geografía cubana, el
ejército del Che avanzó sobre La Habana, ciudad en la que entró
triunfante al día siguiente junto a Fidel Castro, Ramón Castro, Camilo
Cienfuegos y otros líderes del movimiento. Personalmente dirigió el
proceso contra los representantes del régimen depuesto, condenando a
muerte a cerca de 4000 personas.
7. A partir de entonces, Guevara se
transformó en un individuo temible,
dueño de un poder ilimitado, tan
poderoso como el mismo Castro.
Nucleó en su persona los cargos
más elevados de la nación:
presidente del Banco Central,
ministro de Industria, comandante de
las milicias populares (fuerzas
armadas de la isla) y embajador e
ideólogo de la Revolución triunfante.
Desde ese lugar organizó y dirigió
todos los movimientos subversivos
que habrían de ensangrentar al
continente, adiestrando en las
tácticas de la guerrilla y de la muerte
que él mismo ideó y expuso
claramente en su libro “La guerra de
guerrillas”, a combatientes de todos
los rincones de la Tierra.
Venezuela, Colombia, Perú y
Centroamérica sufrirían en carne
propia ese accionar violento que tuvo
su origen en la Cuba comunista.
8. Cuando la Crisis de los
Misiles en 1962, el
mundo estuvo a
escasos minutos del
holocausto nuclear,
holocausto que el Che
intentó desencadenar
proponiendo a Castro
apoderarse de los
misiles rusos para
lanzarlos sobre puntos
neurálgicos de los
EE.UU.
9. Fracaso de la guerrilla atizada en las
selvas de Salta
El Che Guevara no dudó en lanzar una
invasión sobre su tierra de nacimiento. En
octubre de 1963, una columna guevarista
proveniente del sudeste boliviano, penetró
en territorio salteño por las comarcas de
Tartagal e inició operaciones al mando de
su comandante, el ex periodista argentino
Jorge Masetti, fundador de la agencia de
noticias cubana “Prensa Latina” y el capitán
cubano “Hermes” Peña, miembro de la
guardia personal del Che.
En momentos en que esta expedición
invadía el territorio de Salta, no había
“tiranos” ni “opresores” sometiendo al país:
gobernaba la Argentina el Dr. Arturo
Humberto Illia como presidente
constitucional. Esta prueba de la verdadera
política expansionista de la revolución
comunista molesta a los personeros de la
izquierda que intentan, sin conseguirlo, mil
excusas para justificarla.
10. …No cabe duda que fue el Che quien incitó
a Masetti a optar por la lucha armada en
Argentina, porque siempre acarició el
proyecto de ver allí una revolución
análoga a la que tan bien hizo Fidel
Castro en Cuba…
11. La patética guerrilla, suerte de preludio a la
que el Che en persona comandaría en 1967,
deambuló errante por el nordeste salteño sin
encontrar apoyo, víveres y mucho menos, a
quien combatir. Su comandante Masetti,
totalmente frustrado, se la tomó con sus
propios cuadros ordenando fusilamientos sin
ninguna razón de ser (uno de ellos el de un
joven de 20 años que quiso desertar y otro, el
de un adolescente de 19, por manifestar
cansancio y debilidad). Recién en 1964 dos
guerrilleros se toparon con una patrulla de
gendarmería que recorría el sector. En la
refriega que tuvo lugar, el cubano Hermes
abatió a un soldado y los gendarmes,
reaccionando con rapidez, los abatieron. Para
entonces, tres de los cuadros de Masetti
habían muerto de inanición, otros tantos se
rindieron a la gendarmería, el cubano Alberto
Castellano, chofer del Che en La Habana, logró
evadirse haciéndose pasar por peruano y
Masetti, completamente demente, se internó en
las selvas de Yuto y desapareció para siempre
devorado por las alimañas.
12. En el Congo, combate sin éxito
El Che, encabezando un centenar de guerrilleros cubanos, partió hacia el Congo
a poco de llegar de Praga, después de dar la vuelta al mundo como
embajador de la revolución (1965). Su plan era derrocar al líder local Mobutu,
apoyando a las fuerzas rebeldes del general Kabila. Permanecería en el
lugar cerca de nueve meses, operando en la región selvática oriental
próxima al lago Tanganika (por donde había ingresado), combatiendo sin
éxito a las tropas gubernamentales e incluso a mercenarios belgas y
sudafricanos. Abandonó el África en el más completo fracaso, regresando a
Cuba decidido a organizar su incursión boliviana.
13. Sin apoyo alguno, termina sus días en
Bolivia
Lo que sigue es bien conocido. A fines
de 1966 el Che llegó al teatro de
operaciones, internándose en territorio
de Camiri, Vallegrande y Ñancahuazu,
al frente de una veintena de cubanos y
cuarenta efectivos bolivianos. No
encontró ningún apoyo, ni del Partido
Comunista local ni de los obreros ni del
campesinado, al que pensaba cautivar
con su propuesta guerrillera. Obtendría
algunos triunfos iniciales sobre las poco
entrenadas fuerzas de Bolivia hasta que
la VIII División de Ejército al mando del
coronel Joaquín Zenteno Anaya y el
cuerpo de comandos “Rangers”, al
mando del capitán Gary Prado, se
lanzaron tras sus pasos y lo
emboscaron.
14. La primera en sucumbir fue la
columna de “Joaquín” en la que
marchaba la única mujer, la
guerrillera argentina Tamara
Haydée Bunke Bider, una
comunista fanática, dispuesta a
todo, nacida en Buenos Aires el
19 de noviembre de 1937. El
pelotón de Ejército, al mando del
capitán Mario Vargas, emboscó a
la fuerza invasora en Vado del
Yeso, cuando cruzaba
lentamente el Río Grande, cerca
de su intercesión con el Masicuri,
aniquilándola completamente (31
de agosto de 1967).
15. Fue un golpe tremendo para la guerrilla. Allí el Che debió haber
abandonado territorio boliviano pero enceguecido por su torpeza y
herido en el amor propio, se empeñó en el suicidio, conduciendo a
la muerte a sus seguidores. El 8 de octubre su columna penetró en
el desfiladero de Yuro donde los “Rangers” del capitán Prado dieron
cuenta de ella en un combate feroz. Los pocos sobrevivientes, entre
ellos el mismo Che, herido en una pierna, fueron conducidos a
aldea de La Higuera para ser fusilados en el interior de su pequeña
escuela el día 9.
Habían llegado para invadir una nación soberana y no habiendo
encontrado apoyo ni de su población ni de sus dirigentes de
izquierda (que se lo negaron), perecieron en su ley.
16. Enemigo de la Fe
El Che Guevara fue mensajero de la destrucción y
enemigo de la Fe católica porque al intentar propagar
por el mundo el flagelo del comunismo ateo, en abierta
contradicción con las enseñanzas del Magisterio de la
Iglesia, pretendió instaurar un régimen intrínsecamente
perverso en naciones nacidas bajo el influjo sagrado de
la Civilización Cristiana.
Le decían: “El carcinero de la Cabaña”
17. Si recientemente los medios
de comunicación siempre
sedientos de sangre y
morbo realizaron y siguen
realizando reportajes sobre
este personaje, brutal y
bestial, EL CHE GUEVARA
sembrador de odio de
clases, mercenario y
terrorista criminal, capaz de
ejecutar el mismo hasta
2000 personas en los
linchamientos públicos mal
llamados tribunales
populares de cuba reciben
tomado el poder en cuba.
18. LE PESE A QUIEN LE PESE LA HISTORIA COMPLETA, LA
VAMOS A CONTAR…
En ARGENTINA el gobierno y sus aliados no se cansan de
repetir y exaltar una versión sesgada, unilateral y hemipléjica
de ese pasado. Pueden creérsela, pero lo que no podrán hacer
nunca es modificar la historia real: se ganó la guerra y la
subversión marxista fue vencida para siempre".
PATRIA AL HOMBRO
(La sangre nueva del Ejército Argentino)