El documento resume cómo el conflicto entre Israel y Palestina ha despertado un nuevo antisemitismo en América Latina, especialmente en las redes sociales entre los jóvenes. Además, describe brevemente la historia de la migración judía a la región y cómo las críticas a Israel a menudo vienen acompañadas de insultos antisemitas. Por último, analiza cómo la lucha en Gaza ha intensificado estas reacciones.
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Agosto 24 2014 prensa libre
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E L M U N D O
2 DOMINGO, 24 DE AGOSTO DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY
Ciudad de México
Además de su estela de
sufrimiento y divisiones
aún más profundas que ha
provocado, la guerra en Gaza
despertó al dormido monstruo
del antisemitismo europeo. En
América Latina no ha ocurrido
lo mismo, pero la criatura se
mueve.
Algunos gobiernos han critica-
do las acciones de Israel. Chile y
Brasil llamaron a sus embajado-
res, Fidel Castro lo acusó de geno-
cidio y todos los gobiernos cerca-
nos a la Revolución Boliviariana
han condenado públicamente a
Israel por la guerra.
Sibienesterechazopolíticono
esantisemita,algonuevoestá
ocurriendoenlasredessociales
enespañol,sobretodoentrelos
jóvenes,dondelacondenaaIsrael
vieneacompañadaamenudode
insultosantisemitas.Estaregión
noesparticularmenteantisemita,
perocorreelriesgodeserlo.
JorgeLuisBorgesdefinió,en
1938,elantisemitismoargentino
como“unfacsímil”delosorigi-
naleseuropeos.Sureflexiónfue
válidaentonces,nosolopara
Argentinasinoparaelrestode
Latinoamérica,dondeelantisemi-
tismofueunderivadodedosodios
importados:elantiguoprejuicio
contralosjudíosprovenientede
latradicióncatólicaespañola
yelmodernoracismoeuropeo
delossiglosXIXyXX.Peroen
tiemposrecientes,exacerbado
porelconflictoPalestino-Israelí,
haaparecidounprejuicionuevoe
inesperado:unantisemitismode
izquierda.
Desdeprimerostiemposdela
ConquistaenelSigloXVIhasta
mediadosdelsigloXVII,sucesi-
vasolasdeinmigrantesjudíos
provenientesdeEspañayPortu-
galarribaronalNuevoMundo.
DadoqueenEspañalapráctica
delJudaísmoyelIslamquedópro-
hibidadespuésdelareconquista
porlosejércitoscristianos(más
tardeloestaríaenPortugal),estos
inmigrantesfueron“conversos”
queconfrecuenciasiguieronprac-
ticandoensecretoelJudaísmo.Se
lesconocíacomo“marranos”.
El historiador Jonathan Israel
ha descrito esta temprana mi-
gración y sus efectos. Provistos
de educación, estos exiliados
tejieron una impresionante red
comercial y financiera que cubría
varioscontinentes.Perocuandoa
mediados del siglo XVII, la Inqui-
sición los cortó de tajo, estas ge-
neraciones se desvanecieron de
la memoria popular dejando ape-
nas algunas huellas culturales
más allá de los muchos apellidos
de origen portugués. Quizá por su
rápida desaparición en el grueso
de la población, no se generó un
antisemitismo autóctono.
En España la historia es di-
ferente. Hubo judíos en España
desde antes de Cristo y cesó de
haberlos en 1492, pero su presen-
cia había sido tan arraigada que
recorrió los siglos hasta el pre-
sente. El viejo anti judaísmo reli-
gioso está vivo en el habla cotidia-
na, en las leyendas populares y en
sectores influyentes de la opinión
pública, pero su contraparte no es
menos cierta: el culto respetuoso
a la herencia de los sefardíes (la
antigua comunidad judeo espa-
ñola) y la tradición liberal intere-
sada en las tradiciones judías.
A fines del siglo XIX, los países
independientes de Iberoamérica
acogieron nuevas oleadas de
inmigrantes judíos. El principal
receptor fue Argentina. Huían
de la persecusión, en Rusia y
Europa del Este. Con el ascenso
en Europa del antisemitismo y el
nazismo, miles de judíos polacos
vinieron a México, arribaron en
los años veinte y treinta (entre
ellos mis padres y abuelos). Aquí,
como en la mayoría de los países
de América Latina, encontraron
una atmósfera general de tole-
rancia, aunque el caso argentino
es algo más complicado.
Siguió la Segunda Guerra
Mundial y el momento álgido de
la propaganda nazi. Al estallar
la guerra, un sector de la prensa
y la opinión pública latinoameri-
cana –y no pocos intelectuales,
políticos y empresarios de dere-
cha- simpatizó con las potencias
del Eje, en parte debido a su anti
americanismo y en parte por
el culto al hombre fuerte. Las
publicaciones antisemitas (Los
protocolos de los sabios de Sión,
El judío internacional, Mi lucha)
circularon profusamente, junto
con obras (artículos, caricaturas,
carteles, folletos) de autores lo-
cales. De importancia simbólica
en México fue la aparición en 1940
de la revista Timón, pagada por
los nazis y dirigida por José Vas-
concelos, prominente escritor y
filósofo mexicano.
La posguerra fue generosa con
los judíos latinoamericanos. Cre-
ció paralelamente la conciencia
del Holocausto y el prestigio de
Israel. Pero en Argentina, el país
con mayor población judía, el na-
zismo mantuvo cierta influencia
debido al asilo concedido por Pe-
rón a varios altos rangos hitleria-
nos que dejaronsu marca racista
en la vida Argentina.
En 1976 dio inicio el caótico pe-
ríodo en que los militares argen-
tinos tomaron el poder y sometie-
ron a los liberales y los izquierdis-
tas a un régimen de exterminio.
En su libro Prisionero sin nombre,
celda sin número, Jacobo Tim-
merman describe el modo en que
el antisemitismo argentino –muy
marcado entre la elite terrate-
niente y la clase militar- creó una
situación en la que los prisioneros
judíos que caían bajo la Junta
eran tratados –como fue el caso
de Timmerman- con un estilo
nazi. Las páginas más impresio-
nantes describen largas sesiones
de tortura eléctrica en las que no
había preguntas, solo gritos de
“judío”, “judío”. En su memoria,
todo ocurría en un cuarto con un
retrato de Hitler.
Aunqueelterrorcesóconlacaí-
dadelrégimenen1983,losjudíos
argentinosenfrentaríanunnuevo
hechodesangreen1994,cuando
unabombacolocadaporHezbo-
llah–conlaaparentecomplicidad
deIrányautoridadeslocales-des-
truyóeledificiodelacomunidad
israelíymatóa85personas.Era
elsegundoactoterroristaenBue-
nosAiresendosaños.Elconflicto
deMedioOrientehabíallegado
conviolenciaaAméricaLatina.Y
depronto,eljustificadoenojocon
laocupaciónisraelídelosterrito-
riossetransformóenalgodistin-
to:unantisemitismodeizquierda,
especialmenteduroencírculos
académicos.
Dos factores adicionales le han
dado impulso: el antisemitismo
oficial del gobierno (fuertemente
pro palestino) de Hugo Chávez y
el crecimiento de las redes socia-
les. Ahora pueden leerse todos los
lugares comunes del viejo antise-
mitisimo de derecha sancionados
por profesores de izquierda.
Los bombardeos a Gaza han
intensificado estas reacciones.
Una solución pacífica y justa en
Medio Oriente puede reducir el
creciente antisemitismo no solo
en América Latina sino en todo el
mundo. Las perspectivas no son
alentadoras pero quizá sean aún
posibles. Por lo pronto, cada país
debe debatir la cuestión. Y las
comunidades judías locales de-
ben participar en ese debate, con
espíritu crítico y autocrítico.
En las críticas contra
Israel hay insultos
hacia los judíos.
INTELLIGENCE/ENRIQUE KRAUZE
Antisemitismo se mueve en América Latina
MARTIN BERNETTI/AGENCE FRANCE-PRESSE — GETTY IMAGES
Enrique Krauze es historiador,
editor de la revista Letras Libres
y autor de Redeemers: Ideas and
power in Latin America. Envíe
sus comentarios a intelligence@
nytimes.com.
POR ADAM NOSSITER
ABUYA, Nigeria — El patrón se
vuelve demasiado familiar para
los residentes del emproblemado
noreste nigeriano: sicarios que
se cree son miembros de la secta
islamista miliciana Boko Haram
irrumpen en una aldea, queman
viviendas, reúnen a veintenas de
jóvenes y se los llevan a bordo de
camionetas.
Cuatro meses después de que
Boko Haram secuestró a 300 niñas
de una escuela, combatientes al
grito de “Dios es grande” plagia-
ron a docenas de jóvenes más de
otra aldea, de acuerdo con varios
reportes.
Losblancoseranniñosyjóvenes
varones. Ahmed Zannah, Senador
del Estado de Borno, confirmó los
secuestros más recientes, pero
indicó que los soldados del vecino
país de Chad ya habían liberado a
las víctimas de secuestro.
Mientras tanto, el rescate de las
niñas plagiadas no parece estar
más cerca.
La sustancial movilización in-
ternacionalafavordeellas—inclu-
yendo asistencia de inteligencia de
Estados Unidos y otros, reconoci-
miento aéreo, una campaña mun-
dialenredessocialesyunvigoroso
movimiento de protesta local— ha
tenido poco efecto.
Boko Haram sigue avanzando,
al colocar bombas en ciudades y
asumiendo el control de poblados,
engranmedidafueradelcontrolde
un Ejército asolado por lo que mu-
chos diplomáticos describen como
corrupción y problemas de moral.
Aunque el Ejército acaba de re-
cobrar al menos uno de los pueblos
que habían caído en manos de los
milicianos, la secta islámica toda-
vía opera libremente por toda la
región.
Fue en Chibok, una aldea 130 ki-
lómetros al sur de Maiduguri, la
capital regional, de donde fueron
plagiadas las niñas el 14 de abril
pasado.“BokoHarampuedehacer
lo que le venga en gana”, dijo un di-
plomático de Occidente en el país.
Los diplomáticos temen que
Boko Haram se esté aproximando
aMaiduguri,unametrópolidemás
de un millón de habitantes, al des-
tacar las recientes incursiones de
los islamistas.
“No sé si puedan lograrlo”, dijo
un diplomático occidental sobre
la posible defensa de la ciudad por
fuerzas armadas nigerianas.
Algunos padres de familia y pa-
rienteshanperdidolasesperanzas
de volver a ver a las menores de
Chibok.
“Esperábamos que el Gobierno
hubiera hecho algo”, expresó Ayu-
ba Alamson, primo de algunas de
las víctimas. “El esfuerzo no es su-
ficiente”, dijo. “He perdido la con-
fianza en las fuerzas armadas. Si
estuvieran haciendo algo, habrían
frenado estos ataques”.
Milicianos
aterrorizan
a Nigeria
Ben Ezeamalu contribuyó con
información desde Lagos, Nigeria.
La lucha
entre Israel
y Hamás
en Gaza ha
despertado
ideas
antijudías
enAmérica
Latina,
sobre todo
desde la
izquierda.
En la foto,
chilenos en
Santiago, a
principios
de este
mes.