1. CONCEPTO GENERAL DE DESARROLLO
Es un producto cultural, que nace dentro de un contexto del cambio socioeconómico y que ha
sobrevivido a la cabeza de aquellos países con el control del poder económico, cultural, militar,
entre otros gracias a instituciones internacionales en el marco de la cooperación para el desarrollo
y son materializadas en políticas de las agendas nacionales.
PROGRESO:
debe ser preciso que desde la teoría crítica se lleve a cabo la observación contextualizada
de las prácticas de desarrollo, un ejercicio que contraste con la realidad y necesidad de la
población. En esferas como el de la cooperación internacional para el desarrollo, los cuales
deben tener en cuenta a los destinatarios de la ayuda como agentes y no como objetos de
la acción. estos caminos son fundamentales para hablar de procesos o políticas para el
desarrollo y establecer los retos de partida y necesidades de la población.
Un análisis inicial del contexto permite tomar decisiones más adecuadas y así crear
propuestas que atiendan a dichos obstáculos, de tal modo que se creen las garantías para
el desenvolvimiento de una ciudadanía y territorios donde las redes sociales, económicas
o culturales puedan darse mediante relaciones de libertad y no-dominación.
Y exponer la importancia de una descentralización del discurso de desarrollo hegemónico
en pro de un desarrollo que busque la satisfacción de los derechos humanos y el bienestar
de la población, con propuestas de algunos países mediante la ayuda tecnológica o
financiera. perdurando en ámbitos tanto académicos como en las políticas para la
cooperación internacional al desarrollo. para la mejora y el crecimiento de áreas
subdesarrolladas donde se beneficiarán enormemente de un programa constructivo para el
mejor uso de los recursos humanos y naturales del mundo. Y este desarrollo se debe mirar
desde la perspectiva de la industrialización y no industrialización
los recursos naturales y humanos deben situar al servicio de la ciencia como constructora
de economía avanzada a gran escala, frente a una primitiva.
Donde se le dé protagonismo al crecimiento del (PIB) como medidor del desarrollo
económico por cuenta de la implementación de un sistema productivo a gran escala
configurado como la anticipación de un futuro mejor.
POBREZA:
En el siglo XXI persisten innumerables retos en materia de garantías sociales y calidad de
vida, los cuales van desde altas tasas de desocupación, hasta altos índices de pobreza
multidimensional (vivienda, servicios básicos, estándar de vida (hace referencia al nivel de
comodidad material y de servicios que puede tener un individuo), educación, empleo y
protección social.
Algunos informes que analiza el mercado laboral han coincidido que una gran mayoría de
los individuos son informales y la calidad del empleo es precario.
2. Entonces podemos ver que la idea del progreso y el crecimiento del PIB como medio de
medición es inconsciente para la generación de riqueza y desarrollo de una comunidad en
materia de bienestar social. Y esta medición aparece como una promesa. Pero lo que en
realidad esconde son las falencias de un sistema que no generar bienestar para el capital
humano en forma de empleo y derechos sociales. En cambio, ha llevado a la precarización
de las condiciones laborales de la población cuyo único medio productivo es su propia
fuerza de trabajo.
Y como vemos hoy en día aún persisten altos índices de exclusión social y con condiciones
de inestabilidad e informalidad, pero también a un incremento en la inseguridad.
Y donde se ve más marcado son en aquellas poblaciones que quedan excluidas del
sistema económico, y es donde podemos Incluso notar que la propia teoría
hegemónica del desarrollo entra en crisis cuando los supuestos mecanismos para
el progreso y la lucha contra la pobreza en estas regiones no responden a la
satisfacción de necesidades básicas a mediano o largo plazo.
Entonces La teoría del desarrollo humano ha advertido desde el siglo pasado sobre la
necesidad de articular el desarrollo con el bienestar de la población, en el aumento de las
oportunidades y las libertades. Sin desestimar el crecimiento del PIB, y donde los ingresos
deben ser un medio y no un fin en sí mismos, cuando de progreso se trata entonces
podemos decir que el problema no es el crecimiento sino el tipo de desarrollo y esta
orientación es un problema político. Y en aquel momento Podemos percibir que el drama
en América Latina no es el crecimiento, sino la redistribución.