El documento describe el proceso creativo de la artista peruana Aminta Henrich al pintar un cuadro. Explica cómo Henrich se sumerge en la "aventura de crear" olvidándose de dudas y distracciones. Los elementos simbólicos van ocupando su lugar en el lienzo mientras ella explora lugares "ignotos" a través de su técnica. Aunque la obra es personal, narra un mundo sin límites accesible para todos. Finalmente, el documento argumenta que como peruana, la obra de Henrich transmite inevitablemente su cult
1. Critica de Pere Ventura julia a mi obra
Según palabras de Herbert Read (poeta y crítico británico – 1893-1968), deberíamos considerar
que el arte por muy realista que sea, no debe ser nunca una afirmación de la realidad, pero si debe
ser una afirmación de la capacidad del ser humano de crear algo que va más allá de la realidad.
Este algo sin duda es el dotar de vida propia, de sentimientos, de mensaje, sutil o no a la obra de
arte................................................
Me imagino a Aminta Henrich tomando un lienzo blanco, lo coloca en su caballete, piensa un
momento, tal vez toma un lápiz o un pincel y traza en el aire unos movimientos simulando las
líneas de la obra que va a empezar, disfrutando de estos momentos supremos, iniciando el acto
estético que la obra precisa. El brillo de sus ojos delata el goce que proporciona la aventura de
crear en que va a sumergirse.................... Ya dejó atrás las dudas y también a los pequeños
demonios que emergen en todo momento creados por la sociedad que nos a tocado vivir y se aísla
de todo, pensando únicamente en su creación.
Aprovechando tal vez la textura del soporte o utilizando los recursos técnicos necesarios para su
trabajo, Aminta se entrega en cuerpo y alma a la obra, primero con seguridad controlada, para
poco a poco olvidarse de este control y lanzándose con pasión en el acto creativo. Los pinceles
volando como pájaros de colores son conducidos por Aminta Henrich para dejar sus huellas en el
lugar justo, donde como teselas de un mosaico van ocupando el lugar por ella asignado en el
espacio de su creación.
Los elementos simbólicos usados por Aminta en su obra van quedando ubicados en el lienzo,
considera el significado del significante como elemento primordial para la correcta lectura de su
trabajo y deja visible sin duda el espacio – tiempo que va implícito en la propia vida humana.
Después de unas horas frenéticas, renace el silencio, es el momento de observar de reflexionar
ante el trabajo realizado, la sensación de haber llegado a lugares ignotos, espacios de difícil
acceso, imposibles para la mayoría, lugares donde la limitación humana es extraordinariamente
superada por su técnica y su arte. Aminta narra en su espacio limitado del lienzo, un mundo sin
limitaciones. un universo, que aunque personal, lo pone al alcance de todos. No son necesarias las
palabras, su obra es como un gran libro que nos cuenta como es el antes y el después, no
condicionando nunca el aquí y ahora, por considerar que esta limitación no estaría de acuerdo con
su obra universalmente ilimitada.
El arte como manifestación personal, está profundamente potenciado por las circunstancias de la
vida de cada individuo (artista), intervienen sin duda cooperando en la realización del hecho
estético, todo el bagaje físico – anímico recopilado en la vida del creador y surgiendo según las
necesidades de la obra y en el momento en que esta va a ser creada, debemos pensar pues, que
intervienen en el acto artístico. – Los recuerdos, los deseos, los medios de comunicación, así
como también el entorno humano, lo cotidiano, que con sus buenas o malas experiencias tiene
una importancia relevante, pues es el medio donde el artista se desenvuelve.
2. Debemos pensar en primer lugar que Aminta Henrich es peruana, nacida en la ciudad de Lima,
sin duda pues, el país y la ciudad en especial, los recuerdos de su niñez, la historia de su patria, la
cultura peruana, las canciones, los bailes, la música, los amigos, los vecinos, incluso el cielo
estrellado de la noche limeña, influyen en la obra de esta gran artista. Ella pues en su trabajo
queriendo o sin querer, no podrá evitar nunca este mundo de sensaciones vividas en el hacer de
su obra.
Esto pues conlleva a creer que Aminta como artista y a través de su trabajo, es transmisora de su
cultura y embajadora del Perú dondequiera que se conozca su arte.
Es un honor, a mi modo de ver, para el pueblo peruano tener entre sus hijos una artista como
Aminta Henrich,. Para ella y también para el Perú deseo de corazón que su trabajo sea
enteramente reconocido.
Pere Ventura
http://pereventura.blogspot.com/