LAS CIRCULARES Y MIS COMUNICADOS de los Maestres COMENTADOS.docx
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1. ¿Cómo determinar que está obrando una maldición? (Parte 3)
1.- Versículo para Memorizar:
"Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar.... y palparás a mediodía como palpa el ciego en la
oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no
habrá quien te salve." (Deuteronomio 28:17, 29)
2.- Enseñanza Bíblica:
Reviste singular importancia que estemos apercibidos respecto a la posibilidad de que alguien esté bajo el
influjo de una maldición. Para determinarlo hay varios factores que resultan reveladores y que hemos venido
estudiando.
Es así como en la anterior Lección vimos la esterilidad o aborto en la mujer, los desórdenes en la relación
familiar y las muertes inducidas—como el suicidio—o prematuras.
Hoy estudiaremos los dos últimos elementos:
2.1.- Crisis económica
Quizá ha tenido la oportunidad de tratar personas a las que no les rinde un solo peso, cuanto dinero ingresa a
casa se va como agua y si tienen entradas extras, sencillamente se esfuman.
En tales circunstancias vale la pena analizar lo que dice la Palabra: "Maldita tu canasta, y tu artesa de
amasar.... y palparás a mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus
caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve." (Deuteronomio
28:17, 29) Es un fenómeno que, tal como leemos en la Biblia, apunta agudizarse.
Observe cuidadosamente que las personas bajo esa maldición no prosperarán por ningún motivo, todo les sale
mal y cada día enfrentan la opresión de todo orden sin que nadie pueda ayudarles a superar su situación.
En tales personas existe una marcada tendencia a la derrota, la cual heredan sus hijos y sucesivamente todas
las generaciones que le sobrevivan.
Ahora nos preguntamos, ¿cuál es la causa? No servir a Dios—entiéndase serle leal y andar en su temor—con
gozo y alegría. Por este motivo, de acuerdo con el pasaje Escritural que encontramos en Deuteronomio 28:47,
48, vendrán ataques del enemigo al cual se terminará sirviendo, llegará a la puerta el hambre, la sed, la
desnudez y la carencia de lo más elemental.
En conjunto podemos decir de quienes están maldecidos que llega a sus vidas la pobreza absoluta.
Por el contrario quienes caminan en la voluntad del Señor, siendo fieles a sus principios para nuestra
existencia, gozan de bendiciones abundantes. Él manifiesta el poder que le asiste para traer cantidades de
provisión.
Recuerde que abundancia es entendida como la posibilidad de tener suficiente y más con el propósito de
hacer la voluntad de Dios y poder dar a los demás.
No podemos desconocer el hecho de que a todos puede que nos lleguen períodos de escasez; no obstante esta
prueba es transitoria y generalmente salimos airosos de ella. Basta que nos asista la fe. Aun cuando haya poco,
con es seremos mucho más bendecidos que los poseedores de muchos bienes materiales (Proverbios 13:7).
2.2.- Accidentes frecuentes
En la Biblia, aunque específicamente no señala "accidentes frecuentes", hallamos una clara alusión a su
ocurrencia. Está en Deuteronomio 28:29. Específicamente la línea que dice: "...y palparás a mediodía como
palpa el ciego en la oscuridad...".
Quizá haya tenido conocimiento o trato con personas que sufren accidentes que califican de "extraños" y que
tienen un carácter recurrente.
Tal vez a quienes tienen colisiones vehiculares frecuentes, a pesar de que conducen bien y no hay razones
para que se produzcan.
Otros sufren fracturas en su sistema óseo, resbalan sin razón y caen aparatosamente al suelo de manera
reiterada o enfrentan incidentes que ponen en peligro su integridad física.
En sus vidas está operando una fuerza maléfica que no se identifica fácilmente y por tal motivo, de manera
concreta, no hay forma de protegerse.
2. Sin embargo no todo puede ser siempre así. Jesucristo rompió las ataduras que antes parecían irrompibles.
Basta que nos apropiemos de la obra de liberación que Él ya hizo por nosotros en la cruz, lo recibamos en el
corazón como Señor y salvador, y procedamos a declarar rota toda maldición presente o generacional que
pudiera estar afectándonos.
3.- Lecturas Devocionales:
Lunes: Ester 8:1-17; Martes. Job 14:1-22; Miércoles: Sal. 8:1-9; Jueves: Sal. 531-6
Viernes: Sal. 139:1-24; Sábado: Sal. 142:1-7; Domingo: Sal. 143:1-12.