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Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM)
Facultad de Estudios Superiores
Cuautitlán (FESC)
Licenciatura en Diseño y
Comunicación Visual (DCV)
García Robles Zibdy Silvia Noemí
Análisis y Redacción de Textos II
Novela: Un final feliz en Acapulco
9122
Asesora: Lindsay Vargas López
22/09/16
2. Contenido
Novela: Un final feliz en Acapulco
Annie era una joven estudiosa, inteligente y a la vez, una chica muy tierna, tenía las mejores
calificaciones del mundo y era una buena amiga, hija y alumna. Un jueves 15 de septiembre del
año 2011, Annie, se fue temprano de su secundaria, inventado a sus profesores, que tenía dolor
de cabeza, pero a la vez feliz, porque había hecho un curioso experimento de Química y porque
había visto a una persona muy especial para ella, que todos los días en el receso la visitaba. Esa
persona que era muy especial para Annie era un apuesto joven llamado Sergio Antonio, su mejor
amigo.
Annie, llegó a su casa, su maleta ya estaba lista y se fue a Acapulco con su familia. El viaje había
sido muy pesado, pero a pesar de ello, Annie y su familia llegaron muy contentos. Se instalaron a
un hotel llamado “Las tortugas” y una vez que la familia y la joven sabían cuáles eran sus
respectivas habitaciones, decidieron recorrer todo el bello lugar, disfrutando el magnífico paisaje,
del atardecer y por supuesto, de la playa.
Durante el viaje, entró por la mente de Annie, su mejor amigo Sergio Antonio, una persona que
había conocido en segundo año de secundaria, no sabía si lo que sentía por Sergio Antonio,
seguía siendo amistad o era otra cosa. Todo el tiempo, durante esos días que estuvo la bella
joven en Acapulco, el apuesto y caballeroso joven estaba en sus pensamientos y el amor que
sentía por él era aún más fuerte.
Ese mismo día, en la noche, Annie y su familia, disfrutaron de una rica cena en un restaurante
llamativo de Acapulco, Annie estaba muy contenta porque Acapulco era extremadamente bello y
cada hora que pasaba no dejaba de pensar en Sergio Antonio. Cuando Annie y su familia,
salieron del restaurante, cada miembro de la familia, decidió comprar unos “recuerditos”, Annie
aprovechó el momento y compró dos llaveros, una en forma de tortuga y otra en forma de
palmera. El llavero en forma de tortuga era para su amigo Sergio Antonio, de quién
probablemente ya se estaba enamorando.
Era el último día de viaje, Annie se acercó a la playa y al observar fijamente el mar; sus tiernos
ojos cafés, su cabello, su rostro y su sonrisa de su querido Sergio Antonio, entraron nuevamente
a su mente, a sus pensamientos, ¡Era definitivo! Ella no dejaba de pensar en él, fue ahí cuando
ella se dio cuenta de que se había enamorado de esa persona, que amaba muchísimo a esa
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persona y que cuando llegara a la escuela, tomaría valor para decirle lo que sentía por él, sin
temor a ser rechazada.
Cuando Annie regresó de su viaje, tomó un descanso y al día siguiente, asistió a la escuela. En el
receso, Sergio Antonio, como cada día, se acercó a Annie y en ese momento, Annie se sentía
nerviosa, sus manos sudaban exageradamente, su rostro estaba sonrojado y tenía una enorme
sonrisa. Annie, con las manos temblorosas, le dio el pequeño presente a su amado Sergio
Antonio, Sergio Antonio, al aceptar el pequeño presente, se sintió conmovido, sus ojos se llenaron
de extrema ternura y felicidad. Sergio Antonio agradeció a Annie con un tierno beso en la mejilla y
le dio un abrazo, en ese momento, Annie le dijo a Sergio Antonio ¡Que lo amaba!. Sergio Antonio
soltó a Annie y se quedó en “shock” por unos cinco minutos y después él respondió -Yo también
te amo-.
Sergio Antonio y Annie se dieron su primer beso, se habían convertido en novios y juraron que
de ahora en adelante siempre estarían juntos. Los días pasaban y la pareja cada día era muy
feliz, no había nada que los separara, hasta que un terrible día, Annie recibiría la noticia de que
se mudaría a Acapulco, ya no vería a su amado Sergio Antonio.
Ella no encontraba manera de cómo decirle a su amado de que ya no lo volvería a ver, pues se
mudaría a Acapulco. Cuando por fin tuvo la oportunidad de decirle a su novio, Annie encontró a
Sergio Antonio con otra chica. Él miró sorpresivamente a Annie y le dijo que nada era lo que
parecía, Annie se fue llorando desconsoladamente, mientras que Sergio Antonio la detuvo y
llorando, le dijo que no se fuera, que no lo abandonara, que la amaba y que la iba amar siempre.
Annie no creyó en sus palabras y se fue. Sergio Antonio no alcanzó a despedirse de Annie, no
alcanzó a decirle y a demostrarle lo mucho que la amaba. Todo se había terminado, Annie se fue
triste, pensando en la fuerte decepción que tuvo al ver a su amado en los brazos de otra chica.
Pasaban los días en la Ciudad de México y Sergio Antonio, extrañaba más y más a Annie, lo
único que le quedaba de recuerdo era el llavero de tortuga que le trajo de Acapulco.
Diez años después, Annie era una exitosa Física de 24 años, realizaba maravillosos trabajos
relacionados a la ciencia, pero también era una joven generosa, pues traía comida, ropa, libros,
útiles escolares, computadoras y otros recursos, a las personas más necesitadas de Acapulco.
Un atardecer, Annie se encontraba sentada observando fijamente la playa, estaba acompañada
de todos los niños de Acapulco, cuando de pronto, recordó a Sergio Antonio, su amor de
secundaria.
¿Qué habrá sido de él? –Preguntó Annie-.
Toda esa atardecer, el joven entró nuevamente a sus pensamientos y Annie, no pudo contener el
llanto y se puso a llorar. Los niños le preguntaron a la bella mujer del porqué estaba llorando y
ella sólo respondió: “lloro porque cuando la persona que amaste con todas tus fuerzas, el destino
te lo quita y es muy poco probable que lo vuelvas a ver”.
¡Yo no me ido! -Exclamó Sergio Antonio-
De repente Annie se levantó y esa felicidad que había perdido, regresó de nuevo.
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¿Qué haces aquí? -Le preguntó Annie a Sergio Antonio-
“Vine a verte, porque durante estos diez años no he dejado de pensar en ti, te extraño, eres la
mujer de mi vida y haré lo posible para que nuestro amor se reconstruya” -Respondió Sergio
Antonio-.
Annie sentía felicidad en su corazón, pero a la vez seguía mostrando desconfianza, pues recordó
aquella amarga escena que hizo cambiar sus sentimientos por Sergio.
¡Vete! -Le dijo Annie a Sergio Antonio-.
“No quiero volver a verte, yo era feliz sin ti” -Respondió Annie a Sergio Antonio-
Sergio Antonio tomó de sus brazos a Annie y le dio un beso, la mujer molesta le dio una
cachetada a Sergio Antonio y se fue corriendo. Sergio Antonio se mostró serio, ya no sabía qué
hacer. Él pensaba que si viajaba a Acapulco, las cosas cambiarían.
Los niños se acercaron al caballero y le dijeron “señor, nosotros haremos lo posible porque la
señorita Annie y usted sean felices, la señorita Annie es una joven muy noble y generosa, no se
preocupe” respondieron los niños.
¡Muchas gracias pequeños amigos! –Respondió Sergio Antonio-
Al día siguiente, Annie asistió a un centro de ayuda a entregar los donativos para todos los
acapulqueños, todo Acapulco estaba reunido, incluyendo los niños. Los niños aprovecharon el
momento para avisarle a Annie, que sus respetivas familias necesitaban más ropa y que el punto
de reunión era en la playa. Annie y los niños se fueron a la playa, pero para sorpresa de Annie, no
estaban los padres de los niños, si no ¡Sergio Antonio! Annie se quedó boquiabierta, seguía con
el orgullo de no querer ver a Sergio Antonio. Annie se iba, pero los niños la detuvieron y le dijeron
“no se vaya señorita Annie, este señor la ama, recuerde que si usted es feliz, nosotros también”
Annie se le hizo un nudo en la garganta y le dijo a los pequeños “muchas gracias mis pequeños,
pero este caballero y yo no podemos ser felices, porque él me engañó” Los niños se quedaron en
silencio por un momento.
¡Yo no te engañé! -Exclamó Sergio Antonio-
¿Entonces qué fue eso que vi en mi último día en la escuela? -Preguntó Annie-
“Esa escena que viste, era mi hermana dándome un abrazo, porque estaba llorando, mi hermana
perdió el dinero que estaba ahorrando para un futuro irme de viaje contigo” –Respondió Sergio
Antonio-
¡No te creo! –Respondió Annie-
¡¡Giselle!! -Gritó Sergio Antonio-
¿Quién es Giselle? ¿Tu nueva novia? –Preguntó Annie-
¡No es mi novia, es mi hermana! –Respondió Sergio Antonio-
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Hola Annie, soy Giselle, hermana de Sergio Antonio. Mi hermano está diciendo la verdad, yo
perdí el dinero con el que se iban a ir de viaje. No es lo que tú crees, mi hermano siempre te ha
amado, pues aún conserva el llavero de tortuga que le regalaste.
Annie inmediatamente creyó en las palabras de Giselle, pues Giselle tenía un gran parecido físico
con Sergio Antonio, ambos eran cuates.
¿Me perdonas? –Preguntó Sergio Antonio?
¡No!, perdóname tú a mí, he sido una orgullosa y una tonta, durante este tiempo quedé cegada
por lo que mis ojos vieron. Me dijiste la verdad todo este tiempo y no te creí, perdóname amor
mío, te amo. –Respondió Annie-
No hay nada que perdonar, yo te amo más mi amor. Quiero que te cases conmigo, ¿aceptas? –
Preguntó Sergio Antonio-
¡Sí acepto casarme contigo, quiero estar a tu lado siempre amor mío! –Respondió Annie feliz-
Ambos jóvenes se dieron un beso.
Los niños y Giselle gritaron de emoción, ambos jóvenes revivieron ese amor tierno y puro que
vivieron en su época de secundaria y ante la playa, se juraron amor eterno, para posteriormente
concluir esta hermosa historia con “Un final feliz en Acapulco”.