El poema narra un día de lluvia en el que Miranda observa a las personas desde su ventana y acompaña a su mamá a visitar a una tía. A través de sus observaciones, Miranda imagina las historias y emociones detrás de lo que ve. A pesar del cansancio de su mamá, Miranda encuentra el día entretenido y se pregunta si su mamá compartió su perspectiva al estar tan ocupada.
2. Mirando la vida se
pasa los días Miranda.
Y mientras mira,
descubre historias
jamás contadas.
3. Miranda mira por la ventana
un día de lluvia…
en la calle no pasa nada.
Poca gente, pocos autos,
la vida parece apagada.
De pronto…
¡se quiebra la calma!
4. Pasa un enorme
paraguas rojo…
¿Quién será la dama
del vestido floreado?
¡Qué pena! Sus
zapatos ha mojado.
¿Irá al mercado?
¿O irá en busca
del príncipe azul
que pinta historias
de colorín colorado?
5. Después de tanta lluvia,
finalmente sale el sol.
Entonces el día
se pinta de otro color.
Y buscando más
historias, Miranda
acompaña a su mamá,
caminando, a la casa
de una tía
que muy lejos
no vivía.
6. Mientras su mamá y su
tía conversan, Miranda
se sienta en el umbral y mira
entristecida.
Ve pasar gente apurada,
muy seria, hombres enojados
y aburridos con el ceño fruncido.
Por allí no pasaban niños,
no hay colores
ni carcajadas…
¿Se comportarán estas
personas de la misma manera
cuando están en sus casas?
8. Después de la visita,
Miranda y sus mamá
suben al tren.
“Seguimos paseando”,
piensa Miranda
en el andén.
Mira y mira divertida,
pues hay gente que
corre, sube y se sienta.
El vagón se llena
y allí es una fiesta.
9. Miranda escucha el
sonido de una viola.
Yq, tocando y
cantando, llega hasta
el ultimo vagón…
¿Llevará en su alma
tan hermosa canción?
10. El tren se detiene.
-Llegamos –suspira
cansada su mama-.
El día fue largo.
Miranda, ¿te has aburrido?
Miranda la mira un
poco confundida…
¿Largo? ¿Aburrido?
-Para mí fue tan divertido…!
11. Y mirando a su mamá,
algo sorprendida,
Miranda se pregunta:
“¿Acaso no estuvo
todo el tiempo
conmigo?”