PRIMERA CRITICIDAD DEL REACTOR NUCLEAR RP10: 30 NOV 1988
ZOP N12 - NAVIDAD
1. Cuando vienen los tiem-
pos de navidad, reapa-
recen en la mente nuestra
niñez, vuelven las tiendas
del jirón comercio, plagados
de adornos navideños, ahí
estaban los Bizetti, Abundio,
Machuca, Alvarado, desde
sus puertas y escaparates
destacaban los mejores
regalos.
Mientras eso sucedía afuera,
en casa, en alguna esquina
de la sala, o el comedor,
estaban bien adornados los
nacimientos, de pasto natu-
ral o artificial, en el medio,
en la posición central, desta-
caba la cuna del niño, acom-
pañado de sus padres y
reyes magos.
No se sentía frío, todo era
calidez cuando se oían los
villancicos cantados por los
niños del colegio San José
de Piura, o los Toribianitos, o
los de Huaraz, o los de Vie-
na, eran los discos traídos
por nuestros hermanos que
estudiaban en Lima, inva-
dían sublimemente el am-
biente.
Nosotros con 5 o 6 añitos,
habíamos estado pensando
y mirando, qué regalos le
pediríamos a “Papá Noel”.
Finalmente, en la noche
buena, lo escribíamos en
una cartita antes de dormir y
los depositábamos debajo
de las imágenes del peque-
ño santuario que teníamos
en casa.
Al día siguiente, 25, salía-
mos desde la mañana a la
puerta, a la calle, para jugar
con ellos, junto a nuestros
amiguitos de la cuadra.
Mi madre, muy trabajadora,
se había esforzado todo el
año, para que esta fecha, el
chancho esté colgado en el
terrado, para hacer los chi-
charrones, rellenos, gash-
gash, manteca, también
había amasado panes, en la
panadería de don Cuni, y por
su puesto las latas de man-
jar blanco, con la leche de
sus vaquitas, estaban listas,
para que sus hijos estudian-
tes en Lima, se sintieran
contentos cuando vinieran
por vacaciones.
Es decir que, en mi niñez en
navidad en Chiquián, nunca
me percaté, qué les ocurría
a los niñitos que no recibían
alguna regalito, o que no
tubieran el desayuno de
chocolate y panes.
Ahora, pasado los años, y
viendo el esfuerzo que hace
Víctor Tadeo, trato de imagi-
nar, qué sentiría el niñito
que no recibía el regalo de
navidad, segu-
ro que tam-
bién, él obser-
vaba los rega-
los en las
tiendas gran-
des o en la
menores alre-
dedor del
mercado de
abastos. Y,
cuando llega-
ba la mañana
del 25, seguro
desde alguna
d i s t a n c i a ,
miraba cómo
esos otros
niños sí tenían
regalos que él
también desea-
ba.
Habría sentido frustración,
dolor, y tal vez cólera hacia
sus padres que no le com-
praron, o rabia por los niños
que sí los tenían. Ellos no
entenderían qué significaba
los salarios, el no poder
comprarlos. Su lamento
interno habría sido grande.
Entonces, ahora que veo el
esfuerzo de Víctor y su equi-
po de colaboradores, que
llevarán juguetes, chocolate,
panetones, provocará en los
niños más necesitados, que
seguro hay muchos, alegría,
risas, gritos, ambiente
de algarabía, que es lo
característicos de la
navidad.
Así, los niños construi-
rán con su mente y
manos, los ambientes
soñados, ahora con sus
carritos, muñequitas,
platitos, aviones, hé-
roes fantásticos,
subirán las pircas, coci-
narán con las plantitas
naturales en sus cha-
cras de mishay, parian-
tana, cucuna, ninán,
pampan, huasta y
aquia, mientras acom-
pañen a sus padres, en
la chacmeada, en el
sembrío, o en el orde-
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La Navidad Promueve Colaboración: Chiquián, Huasta y Aquia
“Finalmente, en la
noche buena, le
escribíamos en una
cartita antes de
dormir y los
depositábamos
debajo de las
imágenes del
pequeño santuario
que teníamos en
casa”
EL ZAGUÁN DE ORO PUQUIO
ño. La felicidad que les provo-
cará ese pequeño regalo, será
inmenso, sus frustraciones,
postergaciones y cólera dismi-
nuirán.
Claro, la cantidad de regalos
que lleve Víctor, no abastece-
rán a todos, pero llevará las
contribuciones de aquellos
que desearon que nuestros
niños de Chiquián, Huasta y
Aquia, no tengan dolor en ese
hermoso día de navidad por
falta de un juguete, pequeño o
grande.
Como dice Víctor, con solo
hacer llegar un sol, será sufi-
ciente, pues lo que importa es
la colaboración. Basta llama-
ra al teléfono al 975556447 o
llevar algo a la dirección de
Las Palmeras 5550. Desde
allí, el día 20 saldremos en
caravana a Chiquián para
volver a ser niño en esta navi-
dad.
Buen trabajo Víctor, don Ali-
cho y Pablito. Lo que vale es el
esfuerzo que le ponen. Eso, la
comunidad de residentes en
Lima, de Chiquián, Huasta y
Aquia, los reconocerá apoyán-
dolos con sus contribuciones
para llevar alegría a nuestros
niños y ancianos.
La Pluma del Viento
Lima, 7 de diciembre de 2014
Las colaboraciones de las bicicletas no se hicieron
esperar, llegaron a la casa de Víctor Tadeo.
Acucho, Víctor y don Alicho, integrantes del
programa Por las Rutas de Chiquián y la
Provincia de Bolognesi.