2. Rafael Alberti nació en El Puerto de Santa María, Cádiz. Estudió y pasó su infancia en
su tierra natal. Junto al mar y con sus perros recorría las playas para admirar los
paisajes, los marineros, el cielo y el mar.
Más tarde, se trasladó a Madrid con su familia. A pesar de la tristeza que sentía por
separarse del mar, Rafael encontró algo con lo que disfrutar: la pintura.
Rafael enfermó y tuvo que retirarse a la sierra de Guadarrama, donde el aire limpio
curó su enfermedad. Fue allí donde comenzó a escribir su primer libro, ‘Marinero en
Tierra’. Además de poesías, Rafael Alberti escribió obras de teatro, libros en prosa y
artículos en revistas. Años después, en el exilio en Argentina, nació su única hija,
Aitana, y publicó uno de sus libros en prosa: ‘La arboleda perdida’.
Tras muchos años regresó a Cádiz. Alberti nunca dejó de hacer lo que más le gustaba:
escribir, leer y pintar.
3. SI MI VOZ MURIERA EN TIERRA
Si mi voz muriera en tierra,
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar
nombrarla capitana
de un blanco bajel de guerra.
¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera :
sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!
LOS BALCONES DE MI CASA
¡Qué altos
los balcones de mi casa!
Pero no se ve la mar;
¡Qué bajos!
Sube, sube, balcón mío,
trepa el aire sin parar:
sé terraza de la mar,
sé torreón de navío.
¿De quién será la bandera
de esa torre vigía?
¡Marineros, es la mía!