Los sonidos son producidos por cuerpos que vibran y se transmiten a través del aire. Las orejas reciben estas vibraciones del aire y las transmiten a los oídos, donde podemos percibir el sonido. La intensidad de un sonido, o volumen, se refiere a cuán fuerte o suave es independientemente del tono, y las vibraciones de los objetos generan ondas sonoras en el aire que llegan a nuestros oídos.