2. ¿Qué es la bulimia?
La bulimia o bulimia nerviosa es un trastorno
alimenticio caracterizado por la adopción de
conductas en las cuales el individuo se aleja de las
pautas de alimentación saludables consumiendo
comida en exceso en períodos de tiempo muy cortos
(lo que le genera una sensación temporal de
bienestar), para después eliminar el exceso de
alimento a través de purgas, vomito, ayuno o
laxantes.
3. Diagnóstico
Para que una persona sea diagnosticada de Bulimia
Nerviosa, se deben cumplir los siguientes criterios :
Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se
caracteriza por: ingesta de alimento en un corto
espacio de tiempo (por ejemplo, en un período de 2
horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las
personas ingerirían en un período de tiempo similar y
en las mismas circunstancias sensación de pérdida de
control sobre la ingesta del alimento (por ejemplo,
sensación de no poder parar de comer o no poder
controlar el tipo o la cantidad de comida que se está
ingiriendo)
4. Conductas compensatorias inapropiadas, de manera
repetida, con el fin de no ganar peso, como son
provocación del vómito; uso excesivo de
laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos;
ayuno, y ejercicio excesivo.
5. Los atracones y las conductas compensatorias
inapropiadas tienen lugar, como promedio, al
menos dos veces a la semana durante un período
de 3 meses.
La autoevaluación está exageradamente influida
por el peso y la silueta corporales.
La alteración no aparece exclusivamente en el
transcurso de la anorexia nerviosa.
6. ¿Cuáles son los síntomas de la bulimia?
miedo al aumento de peso.
sentirse insatisfecha/o con el tamaño, la forma y el peso
corporal.
inventar excusas para ir al baño inmediatamente después
de haber comido.
comer solo alimentos dietéticos o bajos en contenido
graso (excepto en los atracones).
adquirir laxantes, diuréticos o enemas regularmente
pasar la mayor parte del tiempo realizando ejercicio o
intentando quemar calorías.
aislarse socialmente, especialmente para evitar comidas
o festejos donde se sirven comida.
7. Manifestaciones en los alumnos:
En general tanto la bulimia como la anorexia
comienza a manifestarse en la adolescencia,
alrededor del 85% comienza en esta etapa.
Lamentablemente cada vez se encuentran más casos
de niños de corta edad que presentan este tipo de
trastornos. Según diversos estudios psicológicos la
mayoría de los niños y niñas no están conformes con
su imagen corporal.
En general estos niños son muy perfeccionistas al
igual que sus familias, las cuales tienden a ser muy
exigentes con ellos.
8. La intervención temprana de la familia, ayuda a
evitar las complicaciones derivadas de la
bulimia, que no sólo afecta a ese niño/a, sino a toda
la familia que la rodea.
9. En esta enfermedad se pueden distinguir dos
tipos:
Purgativo:
El enfermo recurre
a los vómitos u
otros métodos
purgativos para
evitar el aumento
de peso.
No purgativo:
Utiliza métodos no
purgativos como el
ayuno o el ejercicio
físico compulsivo,
pero no recurre a
vómitos, diuréticos
o laxantes.
10. ¿Cómo prevenir la bulimia?
Para poner en práctica las medidas
preventivas es necesaria la participación de
toda la familia, y todo el equipo
interdisciplinario de salud. Para ello la
familia debe estar atenta a las conductas
no habituales que tenga la adolescente,
como por ejemplo:
Retirarse habitualmente de la mesa para
ir al baño.
Levantarse por la noche para comer.
11. No querer compartir la
comida familiar en
determinadas ocasiones.
Realizar ejercicios físicos
en forma extrema.
Ocultar comida.
12. En cuanto a los profesionales de la salud,
deben estar atentos a:
Determinados parámetros de sangre
como el potasio, sodio,
hepatograma, glóbulos rojos, etc;
como así también, la relación
peso/edad y peso/talla.
13. Es importante tener presente que si dentro de una
familia, la mayoría de sus integrantes son obesos
o tienen sobrepeso, la probabilidad de que un
adolescente miembro de esa familia padezca de
obesidad es alta, por ello una de las formas de
evitar trastornos de la alimentación, tales
como la bulimia, es tratar la obesidad familiar.
El acompañamiento familiar en la realización
de un plan de alimentación supervisado por un
médico, reduce la posibilidad de que la o el joven
padezca bulimia.