1. Escuela secundaria ofic. N°823
Forjadores de la Nación
Turno: Vespertino
Maestra: María del Roció Flora
Rodríguez
Alumno: Alejandro García Recendiz
Biografia : David Alfaro Siqueiros
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2. David Alfaro Siqueiros
José de Jesús Alfaro Siqueiros
Nació el 29 de diciembre de 1896 en Santa Rosalía (hoy Ciudad
Camargo), Chihuahua (México).
Pintor mexicano
Siqueiros fue uno de los padres del muralismo mexicano, tal vez la corriente
artística más importante en la historia de ese país. En sus enormes murales,
Siqueiros trató de plasmarlo todo, desde su infancia hasta su tardía vejez, desde
sus ilusiones políticas a sus desilusiones sociales, desde la pintura mexicana
hasta los frescos del Renacimiento italiano.
Infancia
Su padre era el abogado Cipriano Alfaro y su madre, Teresa Siqueiros. Su padre
lo llevó a vivir a Irapuato, Guanajuato, donde realizó sus primeros estudios bajo la
vigilancia de sus abuelos Antonio y Eusebia Alfaro, quienes dejaron honda huella
en su formación. Al morir su abuela, Siqueiros y sus hermanos se mudaron a la
Ciudad de México donde fueron internados en escuelas maristas. Tiempo
después, en 1911 ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria y por las noches
asistía a la Academia de San Carlos. En 1911, cuando solo tenía quince años de
edad, se vio involucrado en una huelga estudiantil en la Academia de San Carlos
que protestaba contra el método de enseñanza de la escuela y urgía la destitución
del director. Sus protestas con el tiempo llevaron al establecimiento en una
«academia al aire libre» en Santa Anita (1913) donde no pudo completar sus
estudios por haber participado en una protesta estudiantil.
3. Juventud artística y primeros trabajos
A los dieciocho años de edad, Siqueiros y varios de sus colegas de la Escuela de
Bellas Artes se unieron al Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza para
luchar contra el gobierno de Victoriano Huerta. Cuando Huerta cayó en 1914,
Siqueiros se afianzó en la lucha interna posrevolucionaria, pues el Ejército
Constitucionalista tuvo que combatir las facciones políticas de Pancho
Villa y Emiliano Zapata, opuestas a Carranza. Sus viajes militares por todo el país
le expusieron a la cultura mexicana. Después de que las fuerzas de Carranza
tomaran el control del país, Siqueiros regresó brevemente a Ciudad de
México para pintar antes de viajar a Europa en 1919. Primero en París, absorbió la
influencia del cubismo, intrigado en particular con Cézanne y el uso de grandes
bloques de color intenso. Estando allí, conoció a Diego Rivera, otro pintor
mexicano de «los tres grandes» justo al comienzo de una carrera legendaria en el
muralismo, y viajó con él por Italia estudiando a los grandes pintores al
fresco del Renacimiento.3
Aunque muchos han señalado que la carrera artística de Siqueiros se vio con
frecuencia «interrumpida» por la política, el propio Siqueiros creía que las dos
estaban inextricablemente unidas. En 1921 publicó en Barcelona, España la
revista Vida Americana donde presentó un manifiesto titulado "Tres llamados a los
artistas plásticos de América" en el que escribe sobre las propuestas artísticas que
tenía pensadas y que creía convenientes para América. Para entonces, Siqueiros
ya había estado expuesto al marxismo y visto la vida cotidiana de los pobres.
En Una nueva dirección para la nueva generación de pintores y escultores
americanos pidió una «renovación espiritual» al tiempo que el regreso de las
virtudes de la pintura clásica, mientras infundía este estilo con «nuevos valores»
que reconocían la «máquina moderna» y los «aspectos contemporáneos de la
vida cotidiana». El manifiesto también reivindicaba que un «espíritu constructivo»
es esencial para un arte con sentido, que se alza por encima de la mera
decoración o temas falsos o fantásticos. A través de este estilo, Siqueiros tenía la
esperanza de crear un estilo que enlazara el arte nacional con el universal. En su
obra así como en su escritura, buscaba un realismo social que aclamara a los
pueblos proletarios de México y el mundo al mismo tiempo que evitaba los clichés
del «primitivismo» y el «indianismo» a la moda.
4. Vejez
En 1922, regresó a Ciudad de México para trabajar como muralista para el
gobierno revolucionario de Álvaro Obregón. El entonces secretario de Educación
Pública, José Vasconcelos, se impuso la misión de educar a las masas a través
del arte público y contrató a decenas de artistas y escritores para erigir una cultura
mexicana moderna. Siqueiros, Rivera y José Clemente Orozco trabajaron juntos
con Vasconcelos, quien apoyó el movimiento muralista encargándoles murales
para edificios destacados en Ciudad de México. Aun así, los artistas trabajando en
la Escuela Nacional Preparatoria se dieron cuenta de que muchas de sus primeras
obras carecían de la naturaleza «pública» visionada en su ideología. En 1923
Siqueiros ayudó a fundar el Sindicato de Pintores, Escultores y Grabadores
Mexicanos Revolucionarios, que afrontaba el problema de amplio acceso público a
través del periódico sindical, El Machete. Ese año, el periódico publicó -«para los
proletarios del mundo»- un manifiesto, que Siqueiros ayudó a redactar, sobre la
necesidad de un arte «colectivo», que serviría como «propaganda ideológica»
para educar a las masas y derrotar a los burgueses, a los individualistas, etcétera.
En 1923, Siqueiros pintó su famoso y colosal mural Entierro de un trabajador en el
hueco de la escalera del Colegio Chico. El fresco representa a mujeres indígenas
lamentándose sobre un ataúd, decorado con una hoz y un martillo.5 Pero
conforme el sindicato se fue haciendo más crítico con el gobierno revolucionario,
que no había instituido las reformas prometidas, sus miembros se enfrentaron a
nuevas amenazas de ver cortados los fondos que financiaban su arte y el
periódico. Se produjo una disputa interna en el sindicato sobre si dejar de
publicar El Machete o perder el apoyo financiero a los murales, lo que dejó a
Siqueiros en primer plano, pues Rivera abandonó en protesta por la decisión de
mantener la política por encima de las oportunidades artísticas. A pesar de ser
despedido de su puesto docente en el Departamento de Educación en 1925,
Siqueiros permaneció hondamente implicado en actividades laborales, en el
sindicato así como en el Partido Comunista Mexicano, hasta que fue encarcelado
y con el tiempo padeció el exilio a principios de los años 30.
Debido al atentado contra León Trotsky, se exilió en Chile durante 1941.
En Chillán pintó Muerte al invasor. En 1944 emigró a Cuba donde pintó Alegoría
de la igualdad racial en Cuba.
En 1946 Siqueiros regresó a la Ciudad de México y pintó en la ex aduana de
Santo Domingo, hoy Secretaria de Educación Pública su mural Patricios y
Patricidas. En su casa realizó el mural Cuauhtémoc contra el mito y más tarde
pintó en el Palacio de Bellas Artes el tríptico Nueva Democracia. En 1947 realizó
el famoso lienzo titulado Nuestra imagen actual.
En 1948 inició un taller de muralismo en la Escuela de Bellas Artes de Guanajuato
en San Miguel de Allende. Ahí inició un mural a Ignacio Allende el cual dejó
inacabado debido al cierre de la escuela y la falta de recursos.
5. Reconocimientos
En 1966 recibió el Premio Lenin de la Paz y ese mismo año recibió el Premio
Nacional de Bellas Artes de México.
El Premio Lenin de la Paz fue un premio equivalente al Premio Nobel de la Paz,
entregado anualmente por la Unión Soviética a individuos que
hubieran contribuido a la causa de la paz entre los pueblos.
Su denominación oficial en sus inicios fue la de Premio Stalin de la Paz entre los
pueblos y, con posterioridad a la desestalinización, Premio Lenin de la Paz entre
los pueblos.
6. Obras
1922-1924
Los elementos
Entierro del obrero sacrificado
El llamado a la libertad, fresco
1932
Un mitin obrero
La América tropical
Retrato actual de México
1933
Ejercicio plástico
1939
Retrato de la burguesía
1941-1942
Muerte al invasor
1943
Alegoría de la igualdad y confraternidad de las razas blanca y negra en cuba
El nuevo día de la democracia
1944
Cuauhtémoc contra el mito
1945
Nueva democracia, víctima de la guerra y víctima del fascismo
1945-1966
7. Patricios y patricidas
1949
Monumento al capitán General Ignacio Allende
1951
Cuauhtémoc redivio y Tormento de Cuauhtémoc
1952
El hombre amo y no esclavo de la técnica
1953
Velocidad
1952-1954
Por una seguridad social y para todos los mexicanos
1952-1956
El pueblo a la Universidad y la Universidad al pueblo
El derecho a la cultura
Nuevo símbolo universitario
1953
Excomunión y fusilamiento de Hidalgo
1958
Apología de la futura victoria de la ciencia médica sobre el cáncer
1957-1966
Del Porfiriato a la Revolución