1. “AVANCE VS DESHUMANIZACIÓN” En la actualidad nos enfrentamos a una realidad en la que la ciencia y la tecnología confluyen todos los aspectos de la vida del hombre, también es cierto que la dinámica del mundo nos pone en una disyuntiva que antepone lo que muchos llaman “desarrollo o avance” sobre nuestras necesidades más humanas como sentir, reír, llorar etc. Este deseo de innovación ligado tal vez a otras necesidades sociales, económicas o políticas. Ha hecho que el hombre haya ido perdiendo su habilidad para elegir y para desenvolverse social, laboral y familiarmente. Aun que no podemos restarle crédito a sus grandes aportes, antes nuestros abuelos cuando eran niños ni siquiera imaginaban las espaciosas autopistas que hacen más fácil el transporte terrestre, los magnos aeroplanos que surcan hoy los cielos, las grandísimas edificaciones llenas de luces y colores o los ostentosos aparatos que hacen todo por nosotros en el hogar. Sin embargo de igual manera nunca imaginaron los colosales satélites del espacio utilizados para espionaje o las mortíferas armas biológicas que sólo con una minúscula parte podrían matar a millones de personas. Hay quienes piensan que la tecnología amenaza nuestra sociedad como la conocemos, como también hay quienes piensan que por medio de la ella controlaran toda su vida e incluso la de otro lo que es atemorizante. Si pensamos en todo lo que la tecnología ha servido para que las guerras, y para muchas otras cosas termináremos por no querer hacer más uso de ella. Pero como vivir sin energía, sin agua potable, sin saneamiento, sin teléfono, sin leer el periódico, en fin cada desarrollo tecnológico puede tener repercusiones negativas como positivas y eso es de alguna manera es lo que la hace tan interesante. A la vez que nos lleva a pensar en una pregunta clave ¿A quien beneficia la tecnología? Los países del mundo son poderosos según el grado de desarrollo tecnológico alcanzado, su competitividad es medida por su capacidad para la innovar, de intercambiar conocimiento etc. Por esta razón Colombia ha hecho innumerables esfuerzos por entrar en esta ola, ciudades como Bogotá, Cali, Medellín, Cartagena entre otras ya no son las mismas de hace cinco años ni social, ni económica ni industrialmente. En Medellín por ejemplo el Parque Explora, entre muchos otros refleja una perfecta fusión entre educación, cultura y tecnología ofreciéndoles a sus visitantes distintas actividades que los llevan a otro mundo. El Parque Explora nos muestra de manera muy particular lo que significa los términos Tecno-Ciencia, Trasferencia Tecnológica, Tecno-Culturas, Gestión Tecnológica y muchos otros que no recuerdo en el momento que han ido apareciendo planteando nuevas formas de concebir la tecnología y sus aplicaciones, ofreciéndonos transformar sorprendentemente nuestro hábitat. Este parque nos muestra la manera como Medellín interpreta, incorpora y desarrolla la tecnología. Podemos decir que Medellín ha desarrollado una clase de conocimientos especializados en materia de imágenes audiovisuales e interactivas, sonidos digitales, en fin las famosas TICS, tecnologías de la información y la comunicación que nos permiten interactuar de manera especial con el mundo que nos rodea, hacer más fáciles las formas de expresarnos, de darnos a conocer, aprender más sobre como se relacionan las personas etc. Además en sus salas: Cultura, Astronomía, Infantil y por supuesto el Acuario nos ofrece a los visitantes gran variedad de atracciones para conocer. Se podría decir que estamos entrando ciertamente en la era de la tecnología, pero cabe pensar en que nos espera, hoy jugamos tejo con una pantalla desde partes distintas mañana jugaremos con organismos robóticos y cibernéticos y después que viene, incertidumbre eso es lo que la tecnología nos deja el sabor amargo de no saber que va a pasar mañana. Pero bueno y quien lo sabe ¿usted? Traigo a colación una frase del famoso filósofo y novelista Albert Camus:
El siglo XVII fue de las matemáticas, el siglo XVIII el de las ciencias físicas, el siglo XIX el de la biología y nuestro siglo XX es el siglo del miedo”. Sebastián Alejandro Marín Agudelo .