El documento resume la historia y geografía del departamento de Santander en Colombia. Santander está ubicado en la región nororiental del país y limita con otros departamentos. Tuvo una rica historia que incluye la revolución de los comuneros en el siglo 18 y la independencia de Colombia. Actualmente está dividido en provincias y municipios y su capital y ciudad más grande es Bucaramanga.
2. Santander es uno de los 32 departamentos5 de Colombia, está localizada en la zona nororiental del país
en la región Andina y es la sexta división político-administrativa en aglomeración de personas y la cuarta
economía nacional por su PIB.1 Su capital Bucaramanga es la octava ciudad en población y la quinta
zona metropolitana más poblada del país.6Limita al norte con los departamentos de Norte de
Santander, Cesar y Bolívar, al occidente conAntioquia, al sur conBoyacá y al oriente con Boyacá y Norte
de Santander. El nombre oficial es Departamento de Santander y recibe su nombre en honor al héroe
3. de la independencia de la Nueva Granada Francisco de Paula
Santander.
Santander se ubica en el sector nororiental de los Andes
colombianos. Está conformado por 87 municipios,
2corregimientos, 477 inspecciones de policía. Estos entes
territoriales se agrupan en seis provincias reorganizadas en
ocho núcleos de desarrollo provincial denominados así:Área
Metropolitana con su capital en Bucaramanga,
4. Comunero con su capital en El Socorro, García Rovira con su capital
en Málaga, Guanentá con su capital en San Gil, Mares con su capital
en Barrancabermeja, Soto Norte con su capital en Matanza yVélez con su
capital enVélez.
Historia
Posiblemente una de las regiones de Colombia con mayor riqueza histórica
es el Departamento de Santander. Cuando llegaron los conquistadores
españoles la región estaba habitada por varios pueblos
5. destacando entre ellos el Guane. El municipio más antiguo de
Santander es Chipatá, el cual fue fundado en 1537 por Gonzalo
Jiménez de Quesada de donde partió y un año después fundó a
Bogotá, capital de Colombia. En Chipatá se oficializó la primera misa
de toda la altiplanicie colombiana. Después los españoles se
fundieron en una nueva raza con los escasos sobrevivientes del
pueblo Guane exterminado por la viruela y con el paso de los años
fueron protagonistas de la Revolución de los Comuneros, origen de la
independencia nacional del dominio español.
6. Con la república vinieron las luchas intestinas colombianas en
donde los santandereanos siempre estuvieron presentes.
La industria y el comercio ha florecido por épocas y durante el
siglo XIX, atraídos por la naciente explotacíon de la quina y la
minería del oro, llegaron infinidad de alemanes, italianos,
españoles, franceses, ingleses y judíos que
7. contribuyeron a formar la raza y las costumbres del santandereano.8
El presidente Mariano Ospina Rodríguez sancionó, el 13 de mayo de 1857, la
ley aprobada en el Congreso de la Nueva Granada para crear el Estado
federal de Santander con el territorio jurisdiccional que hasta entonces
habían tenido las provincias de Pamplona y Socorro. El 15 de junio siguiente
sancionó otra ley que creó otros cinco estados federales. Fue entonces
cuando se agregaron al territorio del Estado Soberano de Santander los
territorios del
8. cantón deVélez y los distritos de Ocaña. Con estas dos
leyes comenzó la existencia de Santander como una de
las entidades político-administrativas singulares de la
nación colombiana. En 1862 se convirtió en estado
soberano y en 1886 en departamento, condición que
hasta hoy conserva. Su primera capital
fue Bucaramanga, por disposición de la
9. Asamblea constituyente reunida en 1857, pero en
1862 otra asamblea trasladó la capital a Socorro. Sin
embargo, desde 1886 Bucaramanga se convirtió de
nuevo en la capital del Departamento de Santander.
Desde el 20 de julio de 1910, las provincias
de Pamplona, Cúcuta y Ocaña integraron el
Departamento de Norte de Santander,
10. cuya capital es Cúcuta, de tal modo que el actual Departamento de
Santander conserva apenas las antiguas jurisdicciones provinciales deVélez,
Comuneros, Guanentá, García Rovira y Soto. La provincia
deBarrancabermeja (Mares) se conformó en el último cuarto del siglo XX,
después de que la industria petrolera desarrolló el Magdalena Melos distritos
de los ríos Opón y Carare se han desarrollado y reclaman su condición
provincial, la cual no es posible otorgar pero que en un modelo legal
pero dio santandereano. Al comenzar el siglo XXI,
11. innovador de organización territorial implementado por el ex-gobernador Hugo
Aguilar Naranjo, recibió el carácter de Núcleo de Desarrollo Provincial.
Las provincias son una reliquia identitaria sin existencia político-administrativa real,
pues no existen funcionarios provinciales como en el siglo XIX (prefectos,
gobernadores, cámaras provinciales), pero la Constitución de 1991
abrió la posibilidad de restaurarlas como entes de planeación regional y concertación
de los municipios. Santander ha tenido en su historia 33 presidentes del Estado y 65
gobernadores titulares, los 6 últimos por elección
12. popular.Ver Gobernadores de Santander. De igual manera, en territorio
santandereano han nacido cuatro ciudadanos que ocuparon la presidencia
del país, como fueron el generalCustodio García Rovira en 1814, el
coronel Manuel Serrano Uribe en 1816, Aquileo Parra Gómez entre 1868 y
1870 y Ramón GonzálezValencia entre el 3 de agosto de 1909 hasta el 7 de
agosto de 1910. Entre otros ciudadanos ilustres cabe destacarSegundo
Agelvis, Mario Hernández Prada, Carlos Gómez Castro, Martín
Quintero, Oscar Rodríguez Naranjo y Pacheco de Suratá.
13. POLITICA :El 16 de marzo de 1781 en el Socorro (Santander) una
turba enfurecida se levantó contra los abusos y oprobios de la
dominación colonial. Manuela Beltrán, mujer humilde y aguerrida,
arrancó e hizo añicos el edicto que anunciaba los nuevos impuestos
de la corona española alentando a la muchedumbre: ¡Viva el rey,
muera el mal gobierno!. Con ese acto iniciaba la revuelta más fuerte
y generalizada contra el dominio español en la Nueva Granada, no
superada en brazos siquiera por la guerra de independencia.
14. La rebelión de los comuneros, encabezada por José Antonio Galán,
caudillo de origen popular y piel oscura, y del socorrano Manuel Ortiz
Manosalvas, ambos próceres decapitados, fue parte de la oleada de
luchas anticoloniales que recorrieron América a finales del siglo XVIII,
como la insurrección andina deTúpac Amaru, la independencia de
Norteamérica y la revolución Haitiana. Para la historia de las luchas
populares en Colombia, la revolución de los comuneros deja muchas
lecciones que debemos aprender: la importancia de un programa
15. revolucionario, el papel de una dirección radical y la necesidad de conservar
independencia en la lucha.
La revolución de los comuneros aunque fue ahogada en sangre, tuvo destellos muy
avanzados en su tiempo: repartir la tierra entre los indígenas y campesinos, liberar
los negros esclavizados y extirpar el dominio español, sólo la última de estas tareas
fue realizada por la “gesta” independentista de 1810 – 1819. En ese punto la
revolución de los comuneros se diferencia del resto de insurrecciones andinas de su
época e incluso del proceso de tres décadas más tarde: tomó en cuenta a los tres
actores sociales más importantes de la vida colonial: indígenas,
16. Un líder revolucionario :La revuelta hizo coincidir – en la lucha
contra los impuestos – a dos sectores que tradicionalmente eran
antagónicos dentro de la vida colonial: las clases populares y la
aristocracia criolla de terratenientes y comerciantes. Los amos
criollos usualmente se aprovechaban del descontento popular para
capitalizarlo a su favor y presionar a la corona española, usando a los
desposeídos como carne de cañón para luchar a favor de los intereses
de los poderosos.
17. Las tendencias de la rebelión eran variadas, y algunos de sus “comandantes”
– criollos notables y acaudalados – declararon más adelante haber sido
“obligados” por el pueblo a ponerse al frente de la insurrección.Todas las
clases sociales y sectores esperaban sacar beneficio de la revuelta; con lo que
no contaban los gamonales y terratenientes era con que los pobres lograran
hacerse a la cabeza del movimiento y tomaran el rumbo en sus manos. Como
anota Indalecio Lievano Aguirre:“las multitudes comuneras presionaban a
sus jefes para que organizaran seriamente la sublevación y de la entraña del
pueblo brotó el grito decisivo:
18. A Santafé!Fue ésta la consigna que espontáneamente se dio el pueblo en
momentos en que sus jefes, representantes de la oligarquía criolla, sólo
pensaban en servirse del temor que podían ocasionar a las autoridades los
sucesos del Socorro, para conseguir ventajas personales y dirimir sus litigios
con los peninsulares [españoles].”
En esta ocasión el descontento de la masa parecía no tener límites y
rápidamente comenzó a desbordarse y “salir de control”. Lo más peligroso,
tanto para los
19. criollos como para los españoles, fue la aparición de una figura que desbordó
el movimiento y no aceptó la voluntad de los criollos ricos: el “pardo”José
Antonio Galán, un hombre instruido pero de origen humilde que tenía claros
los intereses de las clases populares y que estuvo dispuesto a defenderlos
hasta el final; el mejor ejemplo de ello fue su inspiradora y radical
consigna: “¡Unión de los oprimidos contra los opresores!” La lucha interna
entre los sublevados no se hizo esperar, y los ricos notables de la región
aprovecharon el primer momento que tuvieron para renegar de la
20. rebelión y negociar con los españoles. La corona, que no tenía ni la
mitad de combatientes de los que tenían los comuneros y temía que
los sublevados de la provincia del Socorro entraran en contacto con
los indígenas de los Andes que también se habían rebelado, aceptó la
negociación en las llamadas "capitulaciones de Copaquira”. Se vio
obligada a negociar, a engañar al pueblo porque de lo contrario la
autoridad española podía ser fácilmente aplastada militarmente. Sin
embargo y a pesar de las “capitulaciones” la revolución se abría paso:
21. “Comenzó entonces uno de los más espléndidos espectáculos de nuestra
historia. De las villas, las aldeas y las campiñas brotaron millares de
personas, armadas de palos, viejos fusiles o instrumentos de labranza, que
a lo largo de caminos y veredas se encaminaron a los acantonamientos
principales de la masa comunera. Lo que en un principio fue delgada fila de
insurgentes se convirtió pronto en inmensa avalancha humana, sobre la cual
flotaba, como una bandera, el sordo rumor de las quejas nunca oídas, de los
sufrimientos no comprendidos de los desheredados, de las viejas
frustraciones de un pueblo que marchaba, en