2. Patria
• Es la conciencia de la nación que favorece
un sentimiento de culto y amor.
• Tierra natal o adoptiva ordenada como
nación, a la que se siente ligado el ser
humano por vínculos jurídicos, históricos y
afectivos.
3. Nacionalidad
• Conjunto de características que identifican
a los miembros de una sociedad estatal.
• Vínculo de derecho entre una persona con
un Estado que le confiere al amparo legal
de dicho Estado
4. CULTURA E IDENTIDAD
Ambos conceptos presentan la misma paradoja, ya
que plantean la tensión entre lo universal y lo
particular: podría decirse que cultura e identidad,
son atributos del género humano. "Esta
coincidencia de categorías que, comprendidas
como universales, sólo pueden ser aprehendidas
bajo la forma de la particularidad, proviene del
hecho de que la identidad es una forma de
expresión de la cultura".
5. Si bien cultura e identidad se encuentran
evidentemente vinculadas, ambos conceptos no
pueden ser confundidos ya que no todos los rasgos
culturales son asumidos conscientemente y la
identidad, para ser tal, necesita que un individuo/
grupo asuma de manera consciente, como
distintivos, algunos rasgos culturales; o sea lo que
las diferencia es el grado de conciencia que un
individuo/ grupo tiene de su cultura, y su intención
de que estos rasgos permanezcan como sus
aspectos distintivos.
7. •La identidad nacional no puede ser una sumatoria de identidades múltiples.
Sumando identidades regionales fuertes no resulta una identidad nacional
fuerte.
•Mucho menos en un país que se caracteriza por tener una composición
étnica muy heterogénea como es Perú.
A
B
C IDENTIDAD
NACIONAL
D
E
F
G
8. Todo ser humano como toda colectividad define
siempre un modo de ser, un modo de pensar, de
comportarse.
No hay ser humano ni colectividad nacional sin rasgos
propios, originales. Todo lo existente perfila una
identidad.
9. IDENTIDAD NACIONAL
La identidad nacional es
lo que individualiza a las
naciones en el contexto
del mundo y que les da
un modo de ser,
particular, a sus hombres
y mujeres. Vista así la
identidad nacional viene
a ser, pues, una
proyección cualificada de
las identidades
individuales.
10. La identidad se construye en contacto con
otros, así como la diferenciación respecto
a esos otros es su esencia: "En la medida
en que el individuo no puede concebirse
sin el medio, requiere de los otros para
conformar su identidad. Por tanto,
podemos proponer que la identidad sólo
cobra existencia y se verifica a través de la
interacción con los otros”.
11. En términos generales se puede definir la identidad
colectiva como un estado de conciencia, el sentimiento
más o menos explícito de pertenecer a un grupo o
categoría de personas, o formar parte de una
comunidad.
Tal sentimiento de pertenencia o comunión emerge de
una cierta unidad de intereses o condiciones y se
afianza en un movimiento reflexivo del yo al otro, al
contraponerse un nosotros frente a un ellos.
La identidad es una realidad activa en continua
transformación. Sus formas y contenidos culturales son
variables a lo largo del tiempo e intercambiables.
12. COMPONENTES
Los principales componentes de una identidad
nacional son:
• El territorio.
• La población.
• Los recursos naturales.
• Los recursos económicos.
• Los recursos culturales.
• El idioma.
• Las tradiciones.
• Las costumbres.
13. CONCLUSIONES
• Cuidar, pues, la identidad nacional no supone
declararles la guerra a las influencias de otras
culturas. Es más bien preocuparse por que esas
influencias sean integradas a lo que ya somos como
peruanos, para serlo cada vez más y para serlo
mejor.
• La tarea, consiste en definir esa identidad nacional
y luchar por su aceptación, como un valor no
despreciable, al ser la obra concreta de unos
hombres auténticos que también trabajan en el
mundo.
14. • De otro tenemos que el cine, la televisión, la radio
y una prensa sin médula patriótica, sirven de
instrumentos abrasivos en este trabajo de
trasplante mecánico de identidades
foráneas, particularmente la norteamericana.
• De esa manera nos encontramos con una
música, una moda, unas tradiciones y unos giros
idiomáticos que no tienen raíces entre
nosotros, por lo que quienes los repiten hacen el
triste papel de arlequines.