El Barroco italiano surgió a finales del siglo XVI y se desarrolló hasta mediados del siglo XVIII, representando el poder monárquico y católico a través de obras ideológicas y religiosas. Algunas características arquitectónicas incluyen plantas octogonales, muros curvos y el uso de la columna salomónica, y se destacan obras como la Basílica de San Pedro en Roma y la fachada de San Andrés de Bernini. En escultura, se enfatizaba el mov