El documento describe una fiesta de kizomba en el kiosco de Pancho a la que el narrador asistió con su amigo. Bailaron diversos estilos como samba, jongo y capoeira al son de la percusión. Sin embargo, el narrador comió en exceso acarajé picante y se sintió enfermo durante la mejor parte de la kizomba. Regresó a su casa completamente mareado y su madre le preparó té de yerba mulungu y le hizo masajes para que pudiera dormir.