Este documento discute la diferencia entre la vida espiritual y la vida humana. Argumenta que la vida espiritual es opuesta a la comprensión humana y que los cristianos viven principalmente desde una perspectiva humana, haciendo que su vida espiritual sea débil. Explica esto comparando a Adán antes y después del pecado, notando que Adán no percibió su propia muerte espiritual a pesar de los cambios. Concluye que los cristianos deben vivir desde el Espíritu en lugar de la carne para ser la imagen de Dios
1. 03.05 La vida espiritual puede ser débil como el hilo de costura envejecida.
Lo dicho en el título es verdad, para todo cristiano con cultura
humana.
El entendimiento de la vida espiritual de los cristianos es ínfimo
y conocimiento espiritual es nulo.
En cada decisión, el cristiano toma de lo humano y desarrolla
su vida; es que su sentido no divisa lo espiritual, porque ansía
entenderlo saturado de discernimiento humano.
Todo cristiano debe echar de sí y ver que la imaginación y
sentido humano es contrapuesto a más no poder de todo
entendimiento espiritual. Lo dice la Biblia.
En esta carta haré que veamos más claramente la vida
espiritual partiendo desde Adán.
Adán creación de Dios conforme a su imagen y semejanza.
(Esto no es otra cosa que ser hijo de Dios).
Cuando Adán peca por desobedecer, el cambio visto desde el
espíritu es fatal, porque Adán muere; Pero veamos del lado no
espiritual.
¿Qué cambió en Adán que él lo pudiera ver?
(Y esto es como ven todos los humanos)
2. Adán no se sintió muerto. Más al contrario, en ves de sentirse la
muerte, sintió que sus ojos fueron abiertos. Y es fácil notar que
Adán nunca vio la muerte ni murió, y, así es visto desde la
forma humana.
Porque, qué muerte es aquella que te abre los ojos. Ya desde
aquí se percibe que las cosas espirituales son en extremo
opuestas a las cosas humanas. Por eso quienes defienden la
humana religiosidad les suena con absoluta veracidad; así se
los expliquen muchos cristianos espirituales, con textos en la
Biblia. Todos ellos en lo único que piensan son el los frutos de la
carne.
Mas el punto medio de estas dos vidas opuestas es aquel
momento crítico del resolver desobedecer la encomienda de
Dios.
Antes de la desobediencia, hijo de Dios; después de la
desobediencia, no es hijo de Dios, porque es muerto.
Para Adán nada cambió, todo siguió siendo igual, los árboles y
todo a su alrededor incluido los animales y su esposa siguió
siendo lo mismo.
Pero no exactamente igual que digamos; solo que después de
pecar, ahora era más perspicaz. Esto hizo que su mente y su
entendimiento nunca fueran concientes de lo sucedido.
No vieron ni entendieron que había muerto; pues no tenían ya
ojos espirituales. A causa de la muerte, sus ojos ahora eran
3. carnales; hecho que le impedía ver su propia muerte.
La Biblia dice a si como en Adán todos mueren, en Cristo todos
serán vivificados. (O sea, revividos).
De la manera que Adán en sus sentidos nunca distinguió su
muerte, así también los humanos cristianos nunca diferenciarán
que han pasado de muerte a vida, con solo creer en Cristo.
Este hecho hace que las cosas humanas tengan mayor
relevancia, frente a las espirituales imperceptibles a los sentidos
humanos.
Esto hace que la vida espiritual en los cristianos humanos sea
tan débil como el hilo de una costura envejecida, que a la
mínima tención se rompe. Ellos nunca podrán entender que al
vivir el espíritu la carne está muerta.
Primero
Por que sus ojos no lo ven ni sus cuerpos lo sienten.
Porque ellos son herederos de aquel Adán que se formó
después de la desobediencia; en cambio los vivificados en
Cristo recuperaron la imagen y semejanza del Adán que fue
antes de la desobediencia.
Entenderlo en el sentido de la Biblia es mejor: “Así como en
Adán todos mueren en Cristo todos serán vivificados”.
Lo que se perdió en Adán en Cristo lo recuperan, tal como
Adán fue al principio. ¿Qué se perdió en Adán? Eso se
recupera en Cristo. Es decir el cristiano es imagen y semejanza
4. de Dios por Cristo Jesús.
Sin embargo, así como para Adán, nada cambió a su
alrededor; de la misma manera para el nuevo nacido de Dios,
nada cambia en su derredor.
Así como Adán no sintió ni percibió su muerte; así el nuevo hijo
de Dios no percibirá nunca que ha pasado de muerte a vida, y
que ya es imagen y semejanza de Dios y esto solo es
perceptible a la fe.
El cristiano que entienda, será como dice la Biblia. Que no
puede pecar porque es nacido de Dios.
En este cristiano aunque no se puede ver ni percatarse
físicamente de su nueva vida, es muy diferente de todo
cristiano humano.
Hay diferencia entre ser cristiano espiritual; a ser cristiano
humano.
TODO cristiano humano dice que es imperfecto y que lo serán
en la venida de Cristo.
MAS El cristiano espiritual dice que para ser imagen y
semejanza de Dios ser perfecto es indispensable. Y de esto se
habla cuando Cristo dice que estos son los frutos de los
perfectos: que un árbol bueno nunca da un fruto malo.
Nunca dar un fruto malo significa que en ningún tiempo, desde
su nuevo nacimiento, haya pecado. Y esto no es otra cosa que
5. ser perfecto.
Quiera Dios que los cristianos vivan en el espíritu, lo que
esencialmente es imagen y semejanza de Dios, haciendo morir
la carne; y no ser de los cristianos que van camino a la
perfección de los que son imagen y semejanza del Adán
formado después de la desobediencia.
Las malas doctrinas corrompen el alma; pero la vida del
hombre no esta en su sangre que corre por sus venas, la vida
del hombre está en Cristo.
El que tiene a Cristo tiene la vida, y el que no, no tiene la vida, y
quienes no tienen la Vida están muertos, y esto es verdad. Que
se engañan a si mismos los cristianos humanos no perfectos.
{Porque dicen: ningún humano es perfecto.}.
Pues
¿Cómo podrán tener a Cristo perfecto en sus cuerpos
imperfectos?
Por eso el que tiene a Cristo tiene la vida; el imperfecto no tiene
la vida, porque nunca tuvo a Cristo, por más que alabe a Dios y
su boca diga que ama a Cristo.
Tenga en cuenta que el verdadero cristiano es imagen y
semejanza de Dios, de los cuales Cristo mismo dice: así como
yo no soy del mundo ellos tampoco son del mundo.
6. Cualquiera que sea del mundo es natural que sea humano;
pero el cristiano no es humano porque no es del mundo.
En el mundo todos los humanos son imperfectos; y ellos son
muy diferentes al cristiano que no es del mundo ni es humano y
que es perfecto. Pues habiendo abandonado su pasada
manera de vivir; ahora, la vida que resta la vive por la fe de
Cristo Jesús.