1. FICHA N 1
LA NARRATIVA
LAS REVELACIONES DEL
SIGLO XX
la narrativa latinoamericana
se volvió, por fin, un producto
de consumo planetario.
Varios autores y tendencias
contribuyeron a este proceso,
pues gracias a ellos los
relatos de nuevos autores
latinoamericanos se
proyectaron a lo largo de todo
el mundo y se tradujeron a
incontables lenguas, llevando
así por todas partes el modo
de pensar, de sentir y de
escribir de la América latina.
LA NARRATIVA LATINOAMERICANA LO
FANTÁSTICO Y ONÍRICO
Esta narrativa, sin embargo, no se habría
dado sin el aporte de otras escuelas literarias,
como las tendencias vanguardistas aparecidas
en Europa y difundidas a través del mundo a
principios del siglo XX. Autores europeos
norteamericanos, desde Fiador Dostoievski,
pasando por Franz Kafka Marcel Proust, James
Joyce y William Faulkner, con sus innovaciones
en el sentir de los personajes, la introducción de
elementos fantásticos u oníricos y el uso de
sorprendentes técnicas en lo que a estructura
narrativa se refiere fueron puntales que
sostuvieron luego el desarrollo portentoso de la
narrativa latinoamericana de los últimos
cincuenta años.
2. LO FANTÁSTICO Y LO
ONÍRICO
Es importante también señalar
que la narrativa latinoamericana
del siglo XX se nutrió tanto de
las fuentes extranjeras como del
lenguaje popular, de las formas
de hablar coloquiales y del
riquísimo imaginario del
continente, pues muchos de los
elementos fantásticos de estos
relatos están tomados de la
narrativa oral y de las tradiciones
populares, así como de las
creencias de nuestros pueblos.
3. La inclusión de magia y
fantasía alcanzó un gran
desarrollo con los
escritores argentinos
Jorge Luis Borges y
Julio Cortázar, aunque
las ideas de esperpento
y horror habían primado
ya, a un nivel
semifantástico, en los
excelentes cuentos del
uruguayo Horacio
Quiroga.
4. En el Ecuador
En Ecuador las nuevas tendencias narrativas
se iniciaron hacia los años veinte y treinta del
siglo anterior, cuando -acogiéndose a
tendencias ideológicas izquierdistas- algunos
escritores decidieron mostrar descamada y
crudamente la vida de los desposeídos del
país. En la unidad anterior vimos
representativas muestras de la narrativa
indigenista (Jorge Icaza) y también de su
contraparte costeña (Los que se van, José de
la Cuadra...). Más allá de lo ideológico o de lo
doctrinario, estos autores también
incorporaron a sus obras ciertas visiones
freudianas del comportamiento humano y
social, así como ideas de fatalismo
impregnadas del alma rusa dostoievskiana o
de cierto nihilismo imperante el mundo
después de la primera Guerra Mundial.
5.
6. En el Ecuador
En los años sesenta y setenta, el
ámbito rural se vio reemplazado
por el escenario urbano dentro de
la narrativa ecuatoriana, pues las
preocupaciones también se
trasladaron a las ciudades en
crecimiento. Escritores como Raúl
Pérez Torres, Iván Egüez, Marco
Antonio Rodríguez, Javier
Vascones y Jorge Dávila Vásquez,
entre otros, han ido marcando la
ruta de la nueva narrativa
ecuatoriana.
Una mención especial la
merecen las escritoras, pues
en los años ochenta y noventa
-aunque se habían
manifestado desde antes-
apareció una importante
generación de narradoras
jóvenes que plasmaron, desde
el punto de vista femenino, la
impronta de la nueva
narrativa ecuatoriana