2. La época
El Lazarillo de Tormes es una obra del siglo
XV(Renacimiento), conocido como el siglo de oro de
la literatura española, por sus grandes obras
literarias y la gran cantidad de lectores y escritores.
En esta época la cultura empezó a derivar del
teocentrismo hacia el antropocentrismo, así dejando
de justificarlo todo por Dios a admirar el
razonamiento y el conocimiento.
La visión actual en ese momento sobre la vida y su
movimiento fue el Carpe diem, que significa vive la
vida.
3. El autor
Posible autor de la obra
Aunque se estipula de diversos autores
para “El Lazarillo de Tormes” no se ha
conseguido saber con certeza quién es su
verdadero autor.
El 1605 un fraile de Sigüenza dio a optar
como posibles autores a otro fraile
llamado Jerónimo i a Juan de Ortega.
Está escrito en forma de carta y se
supone que fue enviado a alguien de la
nobleza porque está dirigido a vuestra
merced.
4. La obra
“Lazarillo de Tormes” es una obra redactada en primera
persona en forma de epístola, esta obra está dividida en
siete tratados o partes en las cuales cuenta la vida de un
niño llamado Lázaro nacido en Salamanca y a corta
edad quedo huérfano de padre.
Este niño pasa desde que su madre se lo da a su primer
amo va pasando de un amo a un amo pasando sus
vivencias y consiguiendo experiencias hasta llegar al
noveno el cual le consigue una mujer.
El tema principal de “La vida de Lazarillo de Tormes”
es el hambre, además de hacer una crítica sobre la
moralidad de la época y el modo de vida de esta.
Las personas más relevantes son; Lazarillo, su madre
Antona, Tomé Pérez, El amo ciego, Zaide(Padrastro de
Lázaro), Un Clérigo, Un escudero, un fraile, el
Buldero, un Pintor, un capellán, un alguacil, el arcipre
de San salvador y la mujer de Lázaro.
5. Fragmentos de la obra
Pues siendo yo niño de ocho años, achacaron a mi padre
ciertas sangrías mal hechas en los costales de los que allí a
moler venían, por lo que fue preso, y confesó y no negó y
padeció persecución por justicia.
Espero en Dios que está en la Gloria, pues el Evangelio los
llama bienaventurados.
De manera que, continuando con la posada y
conversación, mi madre vino a darme un negrito muy
bonito, el cual yo brincaba y ayudaba a calentar.
Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le
rogaba me tratase bien y mirase por mí, pues era
huérfano.