1. Anónimo (1554) El Lazarillo de Tormes. Tratado segundo. (www.ciudadseva.com)
La vida truncada por la mezquindad
La autoría de esta obra no está determinada. En la página web Wikipedia (La vida de Lazarillo
de Tormes), se menciona que se han ido presentando varios autores a lo largo del tiempo. Por
ejemplo, en 1605 el fraile José de Sigüenza de la Orden de San Jerónimo atribuyó la autoría de
esta obra al también jerónimo fray Juan de Ortega. Esta es una novela que se cuenta de forma
autobiográfica, cuyas ediciones más antiguas datan de 1554. Es considerada precursora de la
novela picaresca. En este tratado el autor trata de criticar y denunciar la mezquindad de uno de
los representantes de la iglesia.
La historia se narra en pleno siglo XVI, en un pueblo llamado Maqueda, España. En ese entonces
la Iglesia tenía mucho poder. Esta era beneficiada a pesar de la crisis económica ya que muchos
entregaban o donaban distintas ofrendas a cambio del supuesto perdón. Esta institución
resguardaba ferozmente todas esas dádivas por cuanto consideraban que sus representantes
se lo merecían, a tal punto de no compartirlo con nadie a pesar del mandato cristiano de la
solidaridad.
Lázaro llega a un lugar llamado Maqueda, y acepta a un clérigo como su nuevo amo. Este tenía
un arca de madera en donde guardaba casi toda la comida, además solo él tenía la llave. Lázaro
recibía poquísima comida y luego de tres semanas estaba bastante flaco. Cierto día el amo salió
y llamó a un calderero a quedarse en la casa.
Lázaro le pidió al calderero buscar entre sus llaves una que abriera el arca, pues había “perdido”
la original. El hombre abrió el arca, pero Lázaro no tenía dinero, así que le pagó con un pan.
Luego Lázaro disfrutó de un pan. El clérigo contó los panes, así que Lázaro comió solo trozos de
pan como si lo hicieran los ratones. El clérigo clavó maderas tapando los agujeros que había.
Aun así Lázaro perforó la madera. El clérigo pensó en una culebra culpable. Lázaro guardó su
llave en su boca mientras dormía. Una noche su llave producía un silbido, el clérigo, creyó que
era la culebra y da un golpetazo a Lázaro. Estuvo tres días en cama y llegó a recuperarse; sin
embargo se sorprendió, pues el clérigo descubrió que era el ladrón y lo bota de su casa.
En cuanto al propósito del autor, este resalta mucho a manera de crítica la actitud mezquina del
clérigo. Este aparentaba ser persona ejemplar cuando daba misa, no obstante ignoraba el
principio de solidaridad al prójimo con el trato que daba a Lázaro. De esta manera, la mezquindad
del mismo podría representar cómo actuaba la Iglesia en ese entonces.
Uno de los subtemas es la hambruna de Lázaro. Él, a pesar de las condiciones en que se
encontraba, actúa de manera bastante astuta y logra conseguir alimento gracias al tiempo junto
a su anterior amo ciego y todo lo que aprendió de él. Incluso se podría pensar que Lázaro adoptó
otras características de este, como ser malicioso, tramposo y avaro.
A mi parecer, el tema que aborda el autor es bastante interesante, pues resalta aspectos que,
seguramente, pocos conocían acerca de la Iglesia. Asimismo creo que el autor se arriesgó
muchísimo el revelar información tan comprometedora, pues la Iglesia es muy reservada en lo
referido a sus doctrinas y a las verdades que ocultaban al pueblo.
Según Lourdes G. Trigo, la historia está contada en primera persona y dirigida a otra (Lázaro
cuenta su historia al arzobispo de Toledo), y resulta una narración viva y fresca: parece que
Lázaro nos cuenta su vida directamente a nosotros. Yo estoy de acuerdo con ella, pues
realmente es una gran narración, a pesar del nuevo vocabulario que aprecié.
Frank Machaca Guerrero