4. HISTORIA
Los personajes ya eran conocidos en la
mitologia griega. En la versión clásica, Píramo
y Tisbe habían crecido juntos en la ciudad de
Babilonia, en Mesopotamia, viviendo toda su
vida en casas adyacentes. Su amor era co
nocido desde siempre por sus padres, que no
les permitían casarse ni tener contacto. No
obstante, un hueco en la pared les permitía
comunicarse y decirse palabras de amor en
secreto.
5. HISTORIA
Una noche decidieron salir y encontrarse a
escondidas junto a una morera, a las afueras de la
ciudad. Tisbe fue la primera en salir, cubierta con un
velo para pasar desapercibida. Pero mientras
esperaba junto a la morera la llegada de Píramo,
una leona sedienta se acercó con el hocico aún
cubierto de sangre, después de haber devorado a
un buey, para beber en un manantial cercano. La
joven huyó aterrada hasta una cueva cercana, pero
perdió el velo. La leona se acercó y olió el velo,
manchándolo con la sangre del buey.
6. HISTORIA
Poco después llegó Píramo y, descubriendo
las huellas de la leona junto al velo en
sangrentado, no pudo aguantar la deses
peración. Creyó que la sangre era de Tisbe que
había sido devorada y se clavó su propia
espada junto a la morera, inundando el suelo y
las raíces con su sangre y haciendo que los
frutos blancos se volviesen rojos desde
entonces.
7. HISTORIA
Poco después apareció Tisbe y, al encontrar el
cuerpo de su amado junto al velo, supo de
inmediato lo que había ocurrido.
Descorazonada, se clavó la espada de Píramo
mientras pedía descansar eternamente junto a
su amado y que el fruto se volviese negro en
su memoria. Los dioses escucharon su último
deseo y se lo concedieron. Los padres de
Píramo y Tisbe quemaron sus restos en la
misma urna.