1. Jacob
y Esaú:
Dios no
apoya la
rivalidad,
sino la
unión entre
hermanos Diseño:
JL Caravias sj.
2. Jacob se había portado mal
con su hermano Esaú:
le había
engañado
para
robarle
sus derechos
de hijo mayor.
3. Y mintió
gravemente
a su padre Isaac,
haciéndose pasar
por Esaú.
Por ello tuvo que huir de su casa
4. Al volver, después de muchos años,
luchó con Dios para que le hiciera más
fuerte que su hermano y pudiera así
vencerlo.
Pero Dios
de un golpe
lo dejó rengo
y lo llamó
Israel =
Fuerza
de Dios
No fuerza para vencer con violencia,
sino fuerza de reconciliación.
5. Este Dios nuevo
quiere que
aprendamos
a reconciliarnos
con los hermanos.
Ello es
necesario
para poder
formar
su Pueblo.
6. Dios le fortalece con
unas fuerzas nuevas
que hacen posible
el perdón y
la unión de
hermanos
7. Su hermano
dejará de
ser un peligro,
pero no derrotándolo
con violencia,
sino abrazándolo.
8. Todos pecamos contra los demás
Por ello es
necesario
que reconozcamos
nuestros fallos
y con humildad
nos reconciliemos.