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Estrategia K
Propia de organismos de ambientes estables, con una tasa
reproductiva baja, que producen un pequeño número de crías
ha las que ofrecen cuidados paternos, lo que reduce su
mortalidad al mínimo. Esto significa que se trata de
organismos que invierten gran cantidad de recursos en unos
pocos descendientes, cada uno de los cuales tiene una alta
probabilidad de supervivencia. Esta estrategia puede resultar
exitosa pero hace a la especie vulnerable respecto a la suerte de
un pequeño número de individuos. Elefante: estrategia K para la sobrevivencia.
Generalmente son especies de grandes dimensiones corporales, con edad prolongada y reproducción tardía, que
desarrollan mecanismos defensivos y que suelen enfrentar competencia interespecífica.
Su curva de sobrevivencia cacterítica es de tipo convexo.
Entre los estrategas K se encuentra la mayor parte de los
mamíferos, como los elefantes, el rinoceronte, la jirafa, el
ganado y los seres humanos. También árboles con pocas
semillas, grandes, ricas en nutrientes, cargadas de alcaloides o
con defensas mecánicas (espinas, cortezas duras, etc.), son
típicas de estrategia K, v. gr., palma de coco, aguacate, zapote.
Por su estrecha dependencia en el hábitat, y su poca facilidad
para adaptarse a nuevas situaciones, las especies en peligro de
extinción son por lo general estrategas K. Por el número bajo de
individuos y la lentitud de su reproducción, los estrategas K
rara vez sirven de fuente principal de alimento para otras
Mariposa monarca: estrategia r para sobrevivir.
especies bajo condiciones naturales.
Debemos notar que aves y mamíferos que invierten tiempo y energía en el cuidado de sus hijos, durante períodos
prolongados, son el ejemplo clásico de los estrategas K.
Estrategia r
Típica de organismos cuyo hábitat es inestable, tiene una tasa de reproducción elevada, produciendo un gran
número de crías. Sin embargo, no proporcionan cuidados paternos, por lo cual se observa una gran mortalidad.
Suelen ser especies de tamaño pequeño, con edad corta y de reproducción temprana. No desarrollan mecanismos
defensivos y suelen enfrentar competencia intraespecífica.
Su curva de sobrevivencia es de tipo cóncavo.
2. Ejemplos: roedores, tortuga marina, insectos. Las plantas
anuales o perennes, con abundantes semillas, pequeñas, sin
compuestos secundarios ni otras defensas contra la depredación
son típicas de estrategia r, v. gr., pinos, robles, ceibas, pastos y
yerbas en general. En forma análoga, lo hacen los
invertebrados terrestres y acuáticos, muchas especies de peces,
producen innumerables propágulos que se dispersan
pasivamente, sufren altas tasas de depredación.
La población de estas especies consideradas estrategas r depende
mayormente de la rapidez con que se reproducen, y no de la
Abundantes semillas aseguran la sobrevivencia
capacidad de carga del hábitat. Las mismas sirven por lo
de una especie.
general de fuente
de alimento para las especies consideradas como estrategas K.
Una acotación: Los ejemplos entregados, en ambas estrategias, subrayan el hecho de que r y K son extremos de un
espectro de adaptaciones; de hecho, la mayoría de las especies tanto de plantas como de animales emplean estrategias
intermedias.
Curvas de sobrevivencia
Son las representaciones gráficas de los índices de
sobrevivencia y muestran cuál es la edad más vulnerable de
una especie: es decir, cuándo tienen menos posibilidades de
sobrevivir y mayor mortalidad.
Existen tres tipos de durvas de sobrevivencia: convexa o Tipo
I, recta o Tipo II y cóncava o Tipo III.
Convexa o Tipo I: es común en poblaciones donde la
mortalidad se acentúa cuando los organismos alcanzan el
estado adulto, y se la conoce como de pérdidas tardías, pues
son los individuos de mayor edad los más vulnerables. El ser
humano y muchos mamíferos de gran talla muestran este
tipo de curva.
Recta o Tipo II: característica de sobrevivencia de las poblaciones con una mortalidad constante durante su vida. Es
el caso de la hidra, algunas plantas como las palmas o de muchas aves.
Cóncava o Tipo III: Característica de poblaciones con un alto índice de mortalidad en atapas jóvenes. Por ejemplo:
las de muchos invertebrados, entre ellos los moluscos e insectos; de vertebrados comoolos peces, y las plantas que
producen numerosas semillas pero cuya descendencia en su mayoría no sobrevive.
Phylum: Cnidaria
Clase: Hydrozoa
3. Orden: Siphonophora
Familia: Physaliidae
Género: Physalia
Especie: Physalia physalis (Linnaeus, 1758)
Cuando vemos una carabela portuguesa no estamos ante un único individuo, sino ante una verdadera factoría
flotante. La colonia está formada por cuatro tipos de “individuos” llamados hidroides, cada uno de ellos con una
función exclusiva: el neumatóforo, relleno de gas y que permite el flote de toda la colonia; los dactilozoides que
capturan a las presas; los gastrozoides que las digieren y los gonozoides cuya tarea es la reproducción. Estos tres
últimos tipos de hidroides se disponen a lo largo de los tentáculos del animal, que alcanzan una longitud de 10 metros
(llegando hasta los 30 m.)
Las carabelas portuguesas flotan a la deriva por los mares cálidos de todo el planeta, dejándose llevar por los vientos
y las corrientes, mientras buscan a sus presas en la capa más superficial del océano con sus largos tentáculos. Su
alimento principal son las larvas de peces, que constituyen entre un 70-90% de sus presas. Completan la dieta con
peces adultos, cefalópodos y quetognatos. Como decíamos los encargados de la caza son los dactilozoides, que están
cargados de un tipo especial de célula llamada cnidocito. Su mecanismo de acción es simple: en el interior del
cnidocito se aloja enrollado un filamento llamado nematocisto que es liberado por estímulos mecánicos. Los
nematocistos inyectan una toxina a su presa, queconduce a su parálisis y muerte. El mecanismo que inicia el
proceso está relacionado con cambios en la permeabilidad de la membrana celular que permiten la entrada de calcio
El camarón pistola crece a tan sólo 1.2 pulgadas (5.3 cm) de largo. Se distingue por su gran pinza notablemente
desproporcionada, más de la mitad del cuerpo del camarón. La pinza puede estar en cualquiera de los brazos del
cuerpo, a diferencia de la mayoría de las pinzas de camarón no tiene pinzas en el extremo. Por el contrario, tiene
una pistola que consta de dos partes. Una articulación permite que la parte "martillo" pueda desplazarse hacia
atrás en una posición de ángulo recto. Cuando se libera, encaja en la otra parte de la pinza, que emite una onda de
burbujas muy poderosa capaz aturdir a peces más grandes y puede romper pequeños frascos de vidrio.
Crea así una onda de choque se llama cavitación, que es cuando por una aspiración de vacío el agua pasa del estado
líquido al vaporoso, o sea que se crea una burbuja.
La pistola del camarón utiliza una burbuja como bala que puede llegar a unos 4 centímetros de la pinza. Esta
bala-burbuja suele tener tanta presión acústica que puede matar tranquilamente a un pez pequeño. Es
interesante que esta pistola natural que el camarón tiene en su pinza se regenera cuando por alguna razón la
pierde.
Se encuentran en las regiones cálidas del océano Pacífico y del Rojo. Vive en los Arrecifes Coralinos, en Simbiosis con
el Camarón Ciego, una especie suele depender de otra para conseguir alimento, protección o seguridad. Estas
dos especies viven en mutualismo, es decir, una relación de beneficio mutuo que contribuye a la supervivencia. En
este caso, el gobio y el camarón ciego se necesitan mutuamente para sobrevivir. Existen otros tipos de relaciones
simbióticas en las que uno de los miembros se beneficia y el otro no, o en las que uno se beneficia y el otro se perjudica.
4. El gobio y el camarón ciego comparten el Refugio. Mientras el gobio vigila, el camarón ciego excava, manteniendo
una de las antenas sujeta a la cola del gobio. El camarón no puede detectar el peligro a menos que la antena esté
tocando al pez. Cuando un depredador se aproxima, el gobio mueve la cola para alertar al camarón y ambos se
meten rápidamente en el Túnel, en donde están a salvo del peligro.
Todo el día, el camarón ciego saca arena y basura del túnel, lo limpia y lo agranda más y más. Mientras el
camarón excava, el gobio vigila la entrada y da la alarma cuando se acerca un depredador.
Conocida también como choco, jibia o xibia, la sepia es un cefalópodo de diez tentáculos del que se
conocen unas 100 especies diferentes, distribuidas en los mares tropicales y templados. Las más
comunes miden entre 20 y 40 centímetros, pero existen otras especies de mayor tamaño que pueden
alcanzar hasta los 60 centímetros.
Normalmente, las sepias tienen el cuerpo aplanado gris-beige con reflejos malvas, con unas aletas
laterales que le sirven para nadar y con unos tentáculos distribuidos en pares de torno a la boca. Dos
de ellos son más largos que los demás y le sirven para capturar las presas y llevárselas a la boca. Allí,
un durísimo y afilado pico as tritura antes de engullirlas. Al igual que sus “primos”, el calamar y el
chipirón, la sepia utiliza un sistema para huir velozmente mediante un chorro de agua que propulsa
mediante un sifón. A través de este mismo mecanismo, expulsa los chorros de tinta, el arma que utiliza
para ocultarse de sus enemigos cuando se siente amenazada. Habitualmente, la sepia vive en fondos
arenosos provistos de vegetación.
El nombre de pez ballesta deriva de un curioso mecanismo que tienen en su aleta dorsal.
La primera aleta dorsal de estos peces está formada por 3 radios espinosos conectados
por una membrana. La primera espina es de mayor tamaño y tiene una hendidura en su
base. Si la primera espina se eleva la membrana tira de las otras dos y la segunda espina
que aparece muy separada de la tercera y que tiene una protuberancia ósea en su base
introduce ésta en la hendidura anclando a la primera en posición vertical.
El animal puede desplegar este mecanismo en caso de verse amenazado, también le
sirve para anclarse a las paredes de una grieta o cueva. El cuerpo está totalmente
cubierto por placas óseas y puede alcanzar una talla de hasta 40 centímetros.
Se distribuye por fondos rocosos de profundidades que van desde los 10 a los 100 metros
aproximadamente, aunque prefiere los fondos someros a los profundos. Normalmente se
mueve en solitario o formando pequeños grupos. Nada lentamente pegado al fondo en
busca de moluscos, crustáceos y equinodermos que constituyen su dieta. Su potente
dentición le permite romper la dura coraza de erizos de mar, mejillones y cangrejos.