1. LAS “BUENAS FORMAS” DE SANTOS TAMBIÉN APUNTAN A
PRIVATIZAR EL SENA Y PRECARIZAR LAS CONDICIONES DE
LOS TRABAJADORES COLOMBIANOS
Al igual que su antecesor Álvaro Uribe Vélez, el presidente Juan Manuel Santos
impone una agresiva política neoliberal, que además de afectar a nuestro país,
atenta contra los trabajadores colombianos en general y contra el SENA en
particular. Que el primero sea un patán (“arriero”) y el otro un señor de club y
coctel (“golfista”), no hace la diferencia.
Es ampliamente conocido por la opinión pública el extenso inventario de
agresiones del Gobierno de Uribe contra el SENA y los trabajadores. El caso más
relevante fue la reforma laboral que adelantó en 2002, que dio lugar a la
expedición de la ley 789, con la que no sólo exoneró a múltiples sectores de pagar
aportes al SENA, sino que destrozó el carácter laboral del contrato de aprendizaje,
dejando en condiciones de súper-explotación a los aprendices del SENA.
El Presidente Juan Manuel Santos no es cosa distinta, en menos de un año de
gobierno ha demostrado su talante neoliberal y agresiva contra el SENA y los
trabajadores. Finalizando el 2010 expidió la Ley 1429 de Primer Empleo, la cual
apunta a la creación de trabajo precario para los jóvenes, la focalización de la
contratación en un segmento de la población (jóvenes menores de 28 años,
discapacitados, desplazados, madres cabeza de familia y reinsertados de los
grupos al margen de la ley) desplazando de este modo al resto de los
trabajadores, es decir, cambiando un desempleo por otro, sin solucionar de
manera estructural el problema del empleo en Colombia, además propone unas
condiciones laborales mal remuneradas dando mayores beneficios a los
empresarios que paguen menos a los trabajadores. Del mismo modo, esta ley
hace una serie de exoneraciones tributarias a los empresarios incluido el no pago
de aportes parafiscales al SENA, el ICBF y las Cajas de Compensación Familiar, lo
que a la postre, afectará significativamente la operación de estas entidades, que
para el caso del SENA perjudica su funcionamiento y la gratuidad de la formación
que imparte.
No conforme con lo anterior, el Gobierno de Santos ha intentado sacarle el mayor
beneficio político y económico para su clase a la tragedia invernal que azotó al país
y que fundamentalmente afectó a los más pobres. Ya denunciaba el
Representante a la Cámara por el Polo Democrático Alternativo, Wilson Arias,
como intentaban con recursos para los damnificados del invierto obtenidos con la
venta de una parte de ECOPETROL, construir una carretera gigante en los llanos
orientales colombianos en beneficio de grandes empresarios, lo trágico es que en
esa zona del país no hay un solo afectado por el invierno pues en esas latitudes de
la nación no se presentaron las consecuencias de la ola invernal que se intenta
enfrentar.

2. En esa misma lógica, Santos ha expedido los Decretos 016 y 130 de Empleo
de Emergencia. Los cuales, no son otra cosa que la demostración fehaciente de
una nueva forma del aprovechamiento de la tragedia de miles de colombianos que
lo perdieron todo por la negligencia del Estado ante un invierno inclemente que,
de manera comprobada, estuvo anunciado con mucha anterioridad; en esta
estrategia se hace ofrecimiento de trabajo a los damnificados en condiciones
deleznables, jugando con su drama para ofrecer mano de obra muy barata a
quienes le sacaran mucho beneficio en términos económicos a los efectos
devastadores que dejó la ola invernal.
Estos Decretos también pretenden generar, al igual que la ley de primer empleo,
exoneraciones en el pago de parafiscales a quienes contraten bajo esta modalidad
a los damnificados, generando mayores ganancias para los “mercaderes de la
tragedia” -públicamente llamados empresarios de bien-, en detrimento del SENA y
los afectados por el invierno.
Por estos motivos, el Intergremial por la defensa del SENA, liderado por
SINDESENA y el COES, rechaza el mal llamado “Empleo de Emergencia”,
al tiempo que exhorta a toda la comunidad del SENA y a los colombianos en
general a oponerse a esta regresiva estrategia del Gobierno de Santos, que como
ya lo dijimos, pese a mantener unas formas distintas desde un lenguaje amable y
diplomático para gobernar, es en materia laboral y manejo del SENA la continuidad
de la obra uribista. No nos podemos equivocar, pues la cuestión está en el fondo y
no en el estilo.
INTERGREMIAL POR LA DEFENSA DEL SENA
SINDESENA - COES
Bogotá D.C., marzo de 2011