1. LA ENCRUCIJADA LABORAL COLOMBIANA
El nihilismo de los mercados de capital sin regular convierte el empleo y el
bienestar en un simple efecto secundario de la actividad de un casino.
Jhon Maynard Keynes
Permítaseme iniciar este escrito, sobre la vida laboral colombiana, haciendo
énfasis en la siguiente afirmación: “La gran empresa del tercer mundo es la calle.
Quien visite las grandes ciudades que integran los países del tercer mundo
observaran con intranquilidad y sorpresa , tras el diario caminar por sus calles, a
gentes de todas las edades que van y vienen cargando todo tipo de mercancías de
cambio y venta: Vendedores de café caliente, de galletas, de frutas, de minutos de
teléfonos móviles, de ropa, de relojes, de perfumes, de DVD, adivinos,
saltimbanquis, equilibristas, actores de teatro, comerciantes de sexo, de la muerte,
etc. etc. etc”.… Niños, jóvenes, hombres y mujeres que se disputan el diario
sustento por las calles y avenidas de las grandes ciudades de éste inmenso mosaico
que es el “tercer mundo”….
La inestabilidad laboral, el trabajo precario, están a la orden del día. No es
solamente la calle, el patio trasero, donde se dirime la batalla con el hambre y la
subsistencia: En las grandes empresas de servicios, en los almacenes y
supermercados, los empaquetadores levantan su salario con las propinas de los
clientes; en los restaurantes de comidas rápidas, en las empresas y compañías
multinacionales los asalariados compiten por algunas horas de más de trabajo a
destajo, mal pagado, pero que les ayuda a paliar sus necesidades: Niños, jóvenes,
hombres y mujeres conforman este ejercito cada vez más grande de trabajadores
pauperizados y sometidos a la férula neo-liberal de la economía de mercado bajo la
mirada cómplice de los políticos de turno.
No son nuevos estos hechos, permítaseme traer a colación un pequeño texto de la
obra Espejos de Eduardo Galeano, quien bajo el titulo Fundación de los Cuentos
de Hadas nos dice: “En la primera mitad del siglo XVII, Jaime I y Carlos I, reyes
de Inglaterra, Escocia e Irlanda, dictaron unas cuantas medidas destinadas a
proteger la naciente industria británica. Prohibieron la exportación de lana sin
elaborar, hicieron obligatorio el uso de textiles nacionales hasta en la ropa de luto y
cerraron la puerta a buena parte de las manufacturas que provenían de Francia y
Holanda.
A principios del siglo XVIII, Daniel Defoe, el creador de Robinson Crusoe, escribió
algunos ensayos sobre temas de economía y comercio. En uno de sus trabajos más
difundidos, Defoe exalto la función del proteccionismo estatal en el desarrollo de la
industria textil británica: Si no hubiera sido por esos reyes que tanto ayudaron al
florecimiento fabril con sus barreras aduaneras y sus impuestos, Inglaterra
2. hubiera seguido siendo una proveedora de lana virgen a la industria extranjera. A
Partir del crecimiento industrial de Inglaterra, Defoe podía imaginar el mundo del
futuro como una inmensa colonia sometida a los productos ingleses.
Después, a medida que el sueño de Defoe se iba haciendo realidad, la potencia
imperial fue prohibiendo, por asfixia o a cañonazos, que otros países siguieran su
camino.
-Cuando llegó arriba pateo la escalera- Dijo el economista Alemán Friedrich List.
Entonces, Inglaterra, invento “la libertad de comercio”: En nuestros días, los
países ricos siguen contando ese cuento a los países pobres, en la noche de
insomnio”
Regresando a nuestra historia, los trabajadores de aquí y de allá lo que no saben o
lo que pretenden olvidar es que su vida laboral corre por la pendiente de los bajos
salarios, inestabilidad permanente, ausencia de seguridad social, horarios no
regulados, atada su contratación, cuando existe, a empresas asociadas que se
quedan, como contraprestación, con parte del salario del trabajador. Además, de
la voracidad de la estrategia capitalista tendiente a elevar al máximo la ganancia
de los patronos exprimiendo sin piedad la fuerza laboral de que disponen. El
trabajador se obliga y se somete a este mercado laboral gracias a las múltiples
estrategias utilizadas por los empresarios y los estados para desplazar los
campesinos hacia las ciudades, cambios de modelo de la producción,
intensificación de las jornadas de trabajo, dispersión de las cadenas de producción,
deslocalización internacional de las empresas y la eliminación paulatina de todos
los derechos laborales con la anuencia de los gobiernos.
Pero el problema no solo afecta a los trabajadores “por cuenta propia”, los que
pululan las calles y avenidas de las ciudades, sino también a aquellos que bajo
contratación legal a termino fijo perciben el salario mínimo mensual establecido en
$ 566.700.00, es decir, cuando la canasta familiar alcanza los $ 1.300.000.00, es
decir, anotándose un déficit del ciento por ciento en cientos de familias
colombianas por lo que, todos los miembros de una familia tienen que buscar
alguna fuente de trabajo para poder subsistir .
Vale la pena aquí insertar algunas cifras que nos permitan una visión de conjunto
más clara y expeditiva: Según Instituto Geográfico Agustín Codazzi 2428
propietarios de tierras con más de 2000 hectáreas , que corresponden a un 0.06 por
ciento del total de propietarios poseen entre sí 44.000.000 de hectáreas,
correspondientes al 53.5% de la tierra; al mismo tiempo 1.300.000 propietarios , es
decir, el 35.8% , poseen 345.000 hectáreas, o sea el 0.42%, en proporciones
individuales menores a una hectárea.
En Colombia, de 14.362.867 hectáreas aptas para la agricultura, solo se utilizan
5.317.862, un 37% del total. En contraste, la ganadería utiliza el doble de la
superficie apta, puesto que, además, de los 19.251.400 hectáreas adecuadas para
esta actividad existe un exceso con la utilización de 40.083.171 hectáreas, utilizando
para ello parte de la tierra con vocación agrícola y más de 10.000.000.de hectáreas
de de bosques arrasados dedicados a la cría y levante de ganado.
3. Colombia con 45.000.000 millones de habitantes, 28.000.000 millones son pobres, es
decir el 63% de la población; 16.000.000 millones viven en condiciones de miseria
y 6.000.000 millones son indigentes. El subempleo y el “rebusque” son las formas
de subsistencia del 80% de la población colombiana. 5.000.000 millones de
compatriotas han tenido que soportar el estigma del exilio o la emigración para
seguir subsistiendo y más de 3.000.000 millones de ciudadanos han sido obligados
por la violencia política a huir de sus tierras con todos los miembros de la familia
que quedan vivos y con la ropa que llevaban encima en el momento de la huida. *1
*-1.- Soluciones Agrarias, Nº 7-8 Julio-Octubre 2007.
Entre esta urdimbre de perplejidad, pauperización y desprecio, el acoso laboral, la
falta de tiempo para la familia habida cuenta de los horarios arbitrarios, la
dificultad para acceder personal y familiarmente a los servicios de salud y
educación, privatizados y costosos, para sí mismo y para su prole, se suma la
guerra sucia desatada por el estado y las compañías nacionales y multinacionales
con la participación probada de las fuerzas de seguridad del estado y grupos
paramilitares adiestrados y financiados con dineros públicos y privados para que
realicen el trabajo sucio que les indiquen los cuerpos de seguridad del estado.
La problemática laboral colombiana lleva un recorrido de largos años, pero toma
un nuevo y renovado impulso con la ley que legitimo la reforma laboral del año
2002 (Ley 789) que se aprobó con el propósito de crear 200.000 nuevos empleos por
año. La reforma pretendía que con la flexibilización de la contratación y con las
nuevas formas de contratación a través de la eliminación de los vínculos formales
de los trabajadores con las empresas se alcanzaría la meta señalada, tanto más
cuanto que, se incluían aspectos tales como la ampliación de la jornada diurna de
trabajo (Art.25), la jornada diurna de trabajo que iba desde las 6 A.M. hasta las 18
P.M. se ve aumentada hasta las 22 P.M ,se extiende la jornada en cuatro horas más
con el objeto de proteger las actividades de sectores como el de el comercio,
entidades financieras, restaurantes , grandes superficies y afines . Así mismo y por
esta misma razón los trabajadores nocturnos dejan de percibir el 35% del valor de
la nocturnidad por horas laborales trabajadas al rebajar su jornada de trabajo a 8
horas diarias; reducción del recargo de los costes laborales en los días festivos (Art.
26); posibilidad del empresario para fijar jornadas laborales flexibles (Art.51);
cambio de naturaleza del contrato de aprendizaje (Art.30); y abolición de la figura
de “Unidad de empresa” se propone flexibilizar tanto los horarios de trabajo como
los salarios, lo cual afecta de forma directa y negativa el ingreso de los
trabajadores que pierden a su vez un 7.34% de los ingresos prestacionales y un
0.66% provenientes de la fiscalidad que las empresas dejan de pagar por efecto del
costo ahorrado de su nomina de salarios.
La reforma laboral se redujo a una simple redistribución del ingreso en favor de la
patronal, agudizando la concentración del ingreso y de la riqueza en pocas manos.
En esta redistribución del ingreso, el ingreso perdido por el trabajador fue mayor
que el beneficio obtenido por los empleadores toda vez que, lejos de generarse con
este mecanismo un aumento de empleos como consecuencia del ahorro proveniente
de los bajos costes laborales, lo que se genero fue un sacrificio de ingresos para el
trabajador, y de contera, un fuerte impacto negativo en la variable económica del
consumo.
4. Visto este panorama propio del Apocalipsis o de una película de terror, un
observador exterior se preguntara con razón y, ¿qué hacen los sindicatos?
La vida sindical Colombiana amerita capítulo aparte:
“Temedle a las multitudes tranquilas que parece no reaccionaran. El hombre que
reacciona inmediatamente descarga su ímpetu volitivo; pero el taciturno, el
ignorante, el sometido que sufre la ofensa la acumula, pasa al plano de su
subconsciencia, hasta que un día, con cualquier motivo banal, estalla en forma
huracanada y terrible”.
Jorge Eliécer Gaitán.
La Empresa Norte Americana United Fruti Company fue fundada en el año de
1899 en Boston y llegó a la zona Bananera Colombiana a comienzos del siglo XX.
La casi totalidad de los trabajadores de la empresa eran vinculados indirectamente
por intermedio de contratistas por lo que la empresa hacia caso omiso de las
peticiones laborales e incluso decía desconocer el número de trabajadores que
tenía en las plantaciones, a pesar de ello se estima que el número de trabajadores
oscilaba entre 10.000 y 30.000 en tiempos de recolección.
La lucha sindical colombiana tiene su origen en las bananeras y de forma
categórica en le United Fruti Company. Allí, en un comienzo, la mayoría de las
huelgas fueron reacciones espontaneas de obreros no organizados ante situaciones
de injusticias concretas. En el año 1928, LA United Fruti Company llevaba 30 años
operando en Colombia y explotaba a los trabajadores aprovechando la falta de
legislación laboral en el país y procurando, gracias a sus influencias, impedir que
se legislara en ese sentido. El 12 de noviembre de 1928 uno de los sindicatos que
funcionaba en la región lanzo una huelga para presionar la solución de un pliego
de nueve puntos: El pliego de peticiones solicitaba el cumplimiento de leyes
colombianas sobre el seguro colectivo y obligatorio para los trabajadores,
accidentes de trabajo y habitaciones higiénicas; aumento salarial de un 50%,
Cesación de los comisariatos y prestamos por vales, pago semanal, contratación
colectiva y establecimiento hospitalario. La United Fruti Company se negó a
negociar las peticiones salariales y al mismo tiempo negociaba con el Gobierno
Nacional par que la zona bananera y parte de la provincia de Santa Marta fuera
una provincia independiente, este hecho demuestra hasta qué punto la compañía
norteamericana influía en las decisiones gubernamentales. Los trabajadores ante
la actitud insolente y agresiva de la empresa deciden seguir con la huelga en
términos de protesta pacífica.
El Gobierno y la United Fruti Company, a pesar de la actitud pacífica de los
obreros proceden a crear una campaña de desprestigio con ridículas versiones en
las que se llega a hacer del victimario la víctima, es el caso del gerente de la
empresa en Santa Marta quien dirigiéndose al Gobierno le pide ayuda esgrimiendo
en su defensa los aportes de la Unirte Fruta Compaña al desarrollo industrial del
país, el incremento de la riqueza nacional y la mejora del nivel de vida de sus
trabajadores y que estaban siendo atacados por elementos subversivos que
saboteaban de manera insurgente su esfuerzo y labor a favor del país.
5. El Gobierno, a través del ministro de Guerra, Ignacio Rengifo, pone al servicio de
la compañía los recursos militares necesarios para someter la rebelión,
traicionando con ello los intereses nacionales y a sus propios conciudadanos. Estos
acontecimientos se convierten en la antesala del fatídico día del 6 de Diciembre de
1928 que se saldo con varios centenares de muertos. La cifra exacta jamás se
conoció pero las más alarmantes hablan de 3000 muertos en aquel aciago día.
Dasso Saldivar en García Márquez El Viaje a La Semilla sobre estos
acontecimientos afirma: “Basta arañar un poco el tegumento social de Aracataca,
Macondo, en la obra de García Márquez, para darse cuenta de que la esencia
encubierta de aquel progreso era mas de tragedia que de bienestar, y que, por
tanto, los problemas no se solucionaban ni limaban, sino que se acumulaban. Así,
para el año de la masacre, las lacras del desempleo, la pauperización general, el
hacinamiento de los obreros, el alcoholismo, la prostitución, la tuberculosis y las
enfermedades venéreas, habían alcanzado un grado de contradicción absoluta con
la cara bonita del negocio ajeno de las bananeras. Entonces aparecieron en escena
los sindicalistas y encendieron la mecha de una huelga que iba a ser tan trágica
como memorable”.
Uno de los aspectos más llamativos de esta huelga fue el escamoteo oficial de su
estadística de horror: El Gobierno solo acepto 9 muertos, mientras que los testigos
presénciales y los supervivientes siempre han hablado de centenares. El cinismo
del Presidente conservador Miguel Abadía Méndez, empujo a la memoria popular
a rechazar el sistema ancestral imperante y saco a la luz la cifra oculta de muertos
que llegó a 3000. El Cónsul Norte Americano, en informe que se conoció años
después reconoce que los muertos pasaron de 1000.
Gabriel García Márquez que recoge esta tragedia en Cien Años de Soledad nos
dice que, “Yo crecí con la idea de que habían sido muchos, miles, los muertos. Y
cuando descubrí que los expedientes tenían como estadística el número de siete, yo
me pregunte de qué masacre podía hablar para siete muertos. Entonces convertí
los racimos de guineo en muertos, y fui llenando los vagones del tren, porque con
siete muertos no podía llenarlos. Entonces dije en la novela que habían sido tres
mil los muertos de la masacre, y los lance al mar. Eso jamás existió. Fue un
invento”. Pero fue un invento del pueblo y, como siempre ocurre, al trasmutar la
realidad en ficción, el novelista acertó y saco a la luz pública la más bochornosa
pagina de la historia de Colombia.
Entre estos mimbres y en esa realidad nació el sindicalismo en Colombia los años
han pasado y nada ha cambiado. Para abreviar, pasare por alto las intrigas,
menudencias, chismes, dizques y dirétes que rodean esta gran tragedia y pasare a
los datos estadísticos que, aunque solo son cifras, no por ello dejan de estremecer a
las conciencias. Me permitiré presentarles los últimos 17 años, es decir desde 1991
hasta el 2006 en cifras, en número de muertos, de homicidios de sindicalistas,
tomadas de la Escuela Nacional Sindical de Colombia:
Año. Muertos
91- 83
6. 92……….135
93……….196
94……….104
95……….237
96……….275
97……….162
98……….101
99……….80
00……….137
01……….197
02………186
03………94
04……….96
05……….70
06……….72
Total de homicidios 2245 hasta el año 2006 y sigue la cuenta…
La pregunta que se hace cualquier observador ante estos hechos trágicos es
y…¿Por qué los Matan? La respuesta no es fácil, tanto más cuanto que, el
conflicto que vive el país, supera cualquier expectativa de redención. Los
colombianos nos encontramos ante una situación grave, pero seguramente no se
trata tan solo, y quizás no se trata tanto, de la amenaza terrorista en sí como de la
anormalidad de la vida de los colombianos durante los últimos cuarenta años.
Tenemos la tendencia últimamente en identificar a los ciudadanos en dos
categorías: Los buenos y los malos haciéndonos participes de la definición
Norteamericana de los países buenos y los países malos: Los aliados o los que
pertenecen al eje del mal. Los problemas políticos, aun los más aleves, participes
de actitudes criminales, exigen por parte de los gobiernos y de quienes pretendan
solucionarlos, para su tratamiento y solución, voluntad política cierta, respaldo de
la ciudadanía y de todas las fuerzas vivas de la nación e inflexible cumplimiento de
los acuerdos a que haya lugar y este no es precisamente el eje sobre el que giran las
decisiones gubernamentales.
7. La apasionada ofensiva de los empresarios y el gobierno contra los sindicatos no
tiene como fundamento atajar reivindicaciones que pidan mayores salarios,
seguridad social cierta o mayores derechos sino para impedir que se mantenga el
escaso equilibrio que aún persiste, quebrar definitivamente la estructura sindical y
poder aplicar sin trabas las nuevas políticas neo-liberales, la nueva redistribución
del ingreso y de la propiedad del país sustentada en el auge paramilitar. Para
conseguirlo necesitan acallar para siempre la única fuerza social independiente
que sigue enarbolando el principio de la redención de clase: Los Sindicatos.
Lo único realmente cierto, es que en los centenares de crímenes de sindicalistas
cometidos en los últimos veinte años existe absoluta impunidad, los jueces, los
políticos, el gobierno, la patronal, los medios masivos de comunicación así lo
quieren. Entre todos han corrido un tupido velo sobre el que han grabado en letras
indelebles la palabra terroristas. Estados Unidos influye sobre los gobiernos afines
y les vende la idea de que en Colombia no hay un conflicto social larvado desde
hace muchos años sino grupos criminales terroristas que deben ser extirpados. En
concordancia con estas recomendaciones la Organización Internacional del trabajo
traga piedras de molino, ordena una comisión de evaluación sobre los crímenes
contra sindicalistas y se limita a dar conceptos vacuos que no obligan al Estado
colombiano.
Vale la pena recordar que la política de EE.UU. en relación con América Latina se
sustenta en una ofensiva político-militar orientada a apuntalar los regímenes
clientes-adeptos y a socavar y desestabilizar los gobiernos independientes en la
región. Lo más llamativo de esta táctica reside en el esfuerzo económico- militar
del gobierno Norte Americano para derrotar los movimientos socio-político
popular, independientemente de si son ideológicos o militares, opuestos a la
dominación imperial. Los países de la región donde con mayor intensidad se lleva a
efecto esta ofensiva son Colombia y Venezuela. En los dos países la apuesta Norte
Americana es muy alta por cuanto los intereses políticos, económicos, ideológicos y
las consideraciones geo-estratégicas lo exigen, así piensa Bush y el pentágono.
Colombia y Venezuela poseen costas que los comunican con los países del Caribe y
tienen acceso a los países Andinos; el que emerja en Colombia un régimen
revolucionario o que se estabilice el régimen nacionalista en Venezuela podría
inspirar movimientos similares en la zona transformando la región y minando
seriamente el control que ejerce Washington a través de sus regímenes clientes. De
producirse cambios significativos estos afectarían el control Norte Americano
sobre la producción y abastecimiento de petróleo no solo en Colombia y Venezuela
sino que, tal actitud, provocaría como efecto domino reacciones similares en
México y en el Ecuador, en éste último país ya se están sucediendo, así como los
procesos de retroceso de privatización masiva de las empresas nacionales que tan
ávidamente persiguen los especuladores financieros internacionales y las grandes
compañías multinacionales.
Estados Unidos necesita mantener un abastecimiento creciente de combustibles-
Petróleo y derivados- para mantenerse inflexible en el actual momento de guerra
no declarada con Irán y otros países del Golfo incluyendo a Irak al que aun, a
pesar del genocidio, no ha podido someter, sin perder de vista la creciente
8. vulnerabilidad de Arabia Saudí y otros países Árabes productores de Petróleo.
Geoestratégica mente las transformaciones políticas en Colombia y Venezuela
podrían llevar a un pacto de integración regional que incluiría no solamente a la
mayoría de los países de América del Sur , Centro América y la inclusión de Cuba,
destruyendo el embargo que desde hace 40 años mantiene Washington sobre la isla
y creando una alternativa viable al acuerdo de libre comercio (ALCA/FTAA en
ingles) impulsado por Estados unidos, primando un pacto regional que jamás ha
sido visto con buenos ojos por EE.UU. como lo demuestra el reiterado fracaso de
los diferentes intentos de los países de la región en éste sentido.
La Estrategia de EE.UU. hacia Colombia y Venezuela corre por diferentes
derroteros: En Colombia Washington ha optado por la "guerra total". En
Venezuela se ha adoptado la doble estrategia de una sublevación civil de des
estabilización político-económica que subvierta el orden y termine en un golpe de
estado.
Es bien conocida por todos la estrategia en Colombia. La lucha contra-insurgente
en Colombia se lleva a efecto bajo el paraguas del Narcotráfico para justificar la
acelerada escalada militar y para-militar. La campaña se lleva a efecto en las zonas
en las que las Farc mantienen su presencia y son más fuertes, así mismo sobre
civiles, campesinos, organizaciones ciudadanas, sindicatos y en fin contra todos
aquellos que rechazan el pensamiento único .De otra parte, ignoraban, a un
tiempo, las áreas controladas por las fuerzas para-militares aliadas de las Fuerzas
Militares de Colombia.
En Venezuela, en contraste con la política de tierra arrasada en Colombia, se ha
implementado un enfoque cívico-militar que permita el derrocamiento del
Presidente. La primera parte es la desestabilización de la economía presionando a
grupos allegados de negocios profesionales y a dirigentes políticos y sindicales de
derechas mediante la utilización de los medios masivos de comunicación y el cierre
de empresas estratégicas. La segunda fase se orienta hacia la captación de militares
en retiro o activos que provoquen fisuras significativas dentro de las fuerzas de
seguridad del Estado que desemboquen en un Golpe Militar.
A grandes rasgos, es lo que está ocurriendo, y somos los ciudadanos quienes
reflexivamente debemos pensar, dejando egoísmos y pasiones a un lado, sobre el
futuro de las nuevas generaciones de Latino Americanos. Es por lo menos
prudente llenarnos de razones, examinar detenidamente los acontecimientos
mundiales, leer lo que se opina sobre nosotros en otras latitudes, estar pendientes
de lo que los politólogos internacionales opinan sobre el devenir del mundo y luego
tomar posiciones que nos permitan estar a la vanguardia
del desarrollo justo y equitativo de las sociedades en las que no ha tocado vivir o
rechazando, sin paliativos, la negación al libre ejercicio de las libertades, a la
garantía de nuestros derechos y al cumplimiento de nuestros deberes. Debemos
evitar que otros piensen por nosotros para ejercer sin limitaciones los derechos que
nos otorga la Democracia.
Se que no está todo dicho. Sé que el tema es muy extenso, pero si es necesario vale
la pena abrir un debate para despejar incógnitas y dar luz a las zonas oscuras. Por
9. hoy solo quería abrir una ventana a la esperanza, alejar la guerra de nuestro
diccionario e invitarlos a todos a una reflexión más profunda de nuestra situación
política, económica y social haciendo énfasis en el análisis reflexivo de lo que
entendemos por justicia social. Allí donde no hay justicia social no suele existir la
democracia. La democracia se nutre y se fortalece con la diversidad ideológica,
pero no puede ni debe dar lugar a la creación de guetos aislados y sometidos. Por
ello es importante el establecimiento de reglas comunes que permitan que funcione
el sistema sin alteraciones del ritmo, es decir, cumpliendo estrictamente todos y
cada uno de sus principios sin que ninguno de sus miembros se vea perjudicado
por otro. Es éste principio de la equidad y de la vulneración de las libertades el que
da origen a movimientos sociales no deseados. Vale la pena citar como ejemplo la
deriva reaccionaria de los Neo-con que tiene que ver con la deriva de los
movimientos cristianos hacia el quehacer político activo: El Papa Wojtyla fue,
entre otras cosas, un activo hombre de estado involucrándose de lleno en la lucha
contra el comunismo y las ideologías de izquierda y de devolverle los favores que la
CIA le prestó desarticulando los movimientos de la teología de la liberación en
América Latina y en el resto del Mundo: Para ello el Vaticano se involucro en
Polonia y en Croacia y no condeno la intervención de Bush con ocasión de la
guerra del Golfo.
Los Demócratas tenemos que hacer un esfuerzo de comprensión sobre lo que
sucede. No se trata de transigir con la vulneración de los derechos humanos en
nombre de ideologías, tradiciones o creencias que reclaman respetabilidad. Se
trata más bien de regresar a los valores según los cuales es el dialogo y el raciocinio
lo que nos permite acercar posturas por alejadas que se encuentren las unas de las
otras. Por eso es injusta y peligrosa la identificación de la violencia con el disenso
ideológico.
Carlos Herrera Rozo