1. La adoración y la alabanza según la Biblia
Las palabras“adoración”y“alabanza”estánenbocade millonesdepersonas,seguramentemásque nuncaantes
enlahistoria.Esoesalgomuybueno,cuandose tratade unaadoracióny de unaalabanzabíblicasdel únicoDios
verdadero.
Perome atreveríaa sugerirque aun los que adoramosy alabamosal Señorde todo corazón no siempre hemos
dedicado tiempo a estudiar qué es lo que enseña la Biblia sobre la adoración y la alabanza. ¿Alguna vez has
buscado las palabras “adorar” y “alabar” en la Biblia, para ver cómo se usan?
El objetivo(¡bastante ambicioso!) de este artículoes intentarresumirendiezprincipiosloque enseñalaBiblia
sobre la adoración y la alabanza.
Según la Biblia, adorar a Dios es postrarse ante Él.
¿Sabías que la palabra “adoración” no se encuentra en la Biblia (por lo menos, en la versión Reina-Valera de
1960)? ¡Sorprendente!, ¿verdad? Ahora, sí aparece la palabra “adorar”, unas 150 veces.
Detrásde esos150 textoshayseispalabrashebreas, arameasygriegas.La ideaprincipal eslade postrarse ante
Dios. La verdadera adoración consiste en postrarse ante Dios (no necesariamente físicamente, pero sí en el
corazón). Y la adoración falsa consiste en postrarse ante cualquier ser o cosa que no sea Dios. A lo largo de la
Biblia hay muchos ejemplos de ambos tipos de adoración. Esta idea (de postrarnos ante Dios) nos habla de su
santidadygrandeza,de nuestrapecaminosidadypequeñezydel santotemorque debemossentirante Él.Osea,
de su gran dignidad y de nuestra gran indignidad.
Según la Biblia, adorar a Dios es responder a todo lo que es Él con todo lo que somos nosotros.
Esta esmi definiciónde laadoración:responderatodoloque esDioscontodoloque somosnosotros,responder
a todo su ser con todo nuestro ser.
Cuandoadoramos, no estamoshaciendoalgoen un vacío; estamosrespondiendoaalgo. ¿A qué?Pues,a Dios,
a todo lo que nos enseña su Palabra acerca de Él. Y hacemos eso con todo lo que somos y con todo lo que
tenemos. Eso es adoración.
Tres ejemplos bíblicos de ello: (1) Abraham subiendo el monte Moriah para adorar al Señor, ofreciéndole a su
hijo Isaac en holocausto (Gn. 22:5); (2) La adoración de la que habló Miqueas: “...hacer justicia, amar
misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Mi. 6:6-8); y: (3) La adoración enseñada por el apóstol Pablo: “...que
presentéisvuestroscuerposensacrificiovivo,santo,agradable aDios,que esvuestrocultoracional”(Ro.12:1).
¡La adoración es mucho más que solo algo que hacemos en la iglesia!
Según la Biblia, el objetivo número uno de nuestra adoración debería ser agradar a Dios y darle gloria.
La adoraciónverdaderanoes egocéntrica,sinoteocéntrica.Enel centrodel escenarionoestoyyo;estáDios.La
idea no es que nosotros lo pasemos bien; la idea es agradarle al Señor y darle gloria.
Usamos mucho las palabras: “Me gusta” y “No me gusta”. Curiosamente, el único lugar en la Biblia donde se
encuentran las palabras “me gusta” es en Génesis 27:4, palabras de Isaac a su hijo Esaú: “Hazme un guisado
como a mí me gusta…”. ¡Y ya se sabe cómo terminó aquello! Pero hoy día, las palabras “me gusta” son de las
palabras que más se oyen; un reflejo, sinduda, del egocentrismo que tan fácilmente se adueña de nosotros. Y
hay demasiado del “me gusta” y del “no me gusta” en nuestra adoración.
La adoraciónverdaderanodeberíaseruna cuestiónde nuestrosgustos;loúnicoque realmente importaesque
le guste al Señor, que le agrade y le dé gloria a Él.
Según la Biblia, alabar a Dios es reconocer sus virtudes, quedarnos impactados por ellas y alabarle por ellas.
2. Alabar es “elogiar, celebrar con palabras”. Alabamos a nuestros deportistas, artistas y actores favoritos.
Alabamosalaspersonasque másamamos.Alabaraalguienesreconocersus virtudes,quedarnosimpresionados
e impactados por esas virtudes y alabarle por ellas.
Y alabamosal Señorporsus muchasy maravillosasvirtudes,seade formadirecta:“Señor,¡qué grande eres!”;o
de forma indirecta: “¡Qué bueno es el Señor!”
Pero¿es así como se estáusandola palabra“alabanza” cuandose hablade “líderesde alabanza”o de “tiempos
de alabanza”? Pues, a veces, sí, y otras veces, no, ¿verdad?
Según la Biblia, cantar a Dios y alabarle son dos cosas relacionadas entre sí, pero distintas.
La letra de muchos de loshimnosy cancionesque cantamos es alabanzaal Señor: “¡Santo,santo, santo, Señor
omnipotente!”; “¡Cuán grande es Él!”; “¡Grande eres tú!; ¡grandes son tus obras!”; “¡Tu fidelidades grande!”;
etc.
Pero:(1) No todas lascancioneso himnosson de alabanza: “¡Avívanos,Señor!”;“¡Firmesy adelante!”;“¡Grata
certeza!”;“Acéptame comoofrendade amor”;“Como el ciervobuscapor las aguas”; “Hoy te rindomi ser”; etc.
(2) Cantaral Señornoeslaúnicaformade alabarle;tambiénlealabamosorando,hablandoentre nosotrosacerca
de Él, y con nuestras vidas.
Si seguimosusandolapalabra“alabanza” como lo estamoshaciendo,¡nuestrosnietosnovana saberlo que es
la alabanza! Al igual que se ha desvirtuado la palabra “amor”, estamos en peligro de desvirtuar la palabra
“alabanza”.
Según la Biblia, el canto espiritual sirve para expresar todo tipo de emociones en todo tipo de situaciones.
Comoya hemosvisto,hayhimnosycancionesde alabanza,perotambiénloshayde gratitud,de confianzaenel
Señor, de consagración, de petición, etc.
Ahora, ¿tiene eso alguna base bíblica? Pues, sí, la tiene: ¡el libro de Salmos! Hay salmos de alabanza al Señor,
salmosde acciónde gracias,salmosdeconfianzaenel Señor,salmosmesiánicos,salmospidiendoayudaal Señor,
salmosque son lamentos,etc.Una de lascosas que más nos gustande losSalmoses precisamente el hechode
que en ellosse hablade todotipode situaciones,buenasymalas,yse expresantodotipode emociones,desde
la angustia hasta el éxtasis.
¿Noestamosenpeligrode perderlariquezade contenidode lascancionesque cantabael pueblode Diosantes
de Cristo?
Según la Biblia, hay dos cosas que son más importantes que el canto: (1) la Palabra de Dios; y: (2) la oración.
Sé lo importantes que son para muchísimas personas los “tiempos de alabanza” que tenemos en nuestras
reuniones. Pero, aunque cantar al Señor es muy importante, más importantes aún son la Palabra de Dios y la
oración.
En el AntiguoTestamentolamúsica tiene unlugarimportante,peronotan importante comola Palabrade Dios
y la oración. Hay libros enteros que no contienen ninguna referencia a la música.
En los cuatro Evangelioshaymuypocas referenciasala músicay solouna referenciaal Señormismo cantando,
pero ¿cuántas referencias hay a la Palabra de Dios y a la oración?: ¡un montón!, ¿verdad?
El librode Hechos describe losprimerostreintaañosde la Iglesia,pero¿cuántasreferenciashayal canto de los
primeros cristianos?: solo una (explícita), y no se trata de una reunión cristiana normal, sino ¡de Pablo y Silas
cantandoenuna cárcel!Pero¿y lasreferenciasenHechosalaPalabrade Diosya laoración?Muchas, ¿verdad?
¿Refleja nuestra realidad hoy los mismos énfasis que la Palabra de Dios?
3. Según la Biblia, la venida del Señor Jesucristo marcó un hito en cuanto a la adoración.
¿Es la adoraciónen el NuevoTestamentoigual que la adoración en el AntiguoTestamento?Si no, ¿enqué son
diferentes? ¿La venida del Señor Jesucristo cambió la manera de adorar a Dios? ¿Cuál es nuestro principal
modelo?: ¿la adoración del pueblo de Israel o la adoración de la Iglesia primitiva? ¿A cuál de las dos se parece
más nuestra adoración?
El Señordijoa la mujersamaritana:“La hora viene cuandoni eneste monte ni enJerusalénadoraréisal Padre…
La hora viene,yahora es,cuando losverdaderosadoradoresadoraránal Padre enespírituy en verdad;porque
tambiénel Padre talesadoradoresbusca que le adoren…” (Jn.4:21-24). Parece que el Señorestaba apuntando
a un cambioen la adoración como consecuenciade su venida,¿verdad?¿Estáreflejadoese cambio ennuestra
adoración?
Según la Biblia, en el centro de nuestra adoración deberían estar la persona y la obra del Señor Jesucristo.
La adoración antes de Cristo apuntaba a su (futura) venida; y la adoración después de Cristo mira hacia atrás,
hacia suencarnación,sumuerte y suresurrección.La personayla obra del SeñorJesucristodeberíanocuparun
lugar central en nuestra adoración.
Pero algunos creyenteshablan de Cristo,de la Cruz y del evangelio como si no tuviesen mucho que ver con la
alabanza. Pensemosporun momentoen el librode Apocalipsis;buenaparte del librodescribe la adoraciónde
loscreyentesyde losángelesenelcielo.Y¿qué encontramos?Pues,que Apocalipsisesunode loslibrosbíblicos
que más hablan de Cristo; que Apocalipsis empieza y termina con el Señor Jesucristo; encontramos unos
veinticuatronombresotítulosdel SeñorJesucristo,de loscualesel que másse usa es el nombre del Cordero;y
que el tema central de las canciones que se cantan en el cielo es Cristo crucificado.
Según la Biblia, la adoración en la iglesia no vale para nada sin la adoración de nuestras vidas.
Todos sabemoslofácil que es pasarlobienen la iglesiaylodifícil que es vivirnuestrafe en el día a día. A veces
parecemosesquizofrénicos:una personaenlaiglesiayotramuydistintafuerade laiglesia.Perosi noadoramos
al Señor con nuestras vidas, ¡lo que hacemos en la iglesia no es adoración verdadera!
El Señortuvo que reprenderasu puebloIsrael unay otra vezpor la incoherenciaentre su(supuesta)adoración
y sus vidas (Is. 1:11-17; Is. 29:13a; Os. 6:6; Mi. 6:6-8; etc.). Y el apóstol Pablo habla de nuestro “culto racional”
en términos de nuestras vidas, no de lo que hacemos en la iglesia (Ro. 12:1-2).
Lo que hacemosenlaiglesiano esmásque lapuntadel icebergde laverdaderaadoración,lapequeñaparte que
másse ve;perosi no haynada debajode eso,si nosomosadoradores24/7,¡loque hacemosenlaiglesianovale
para nada!
Conclusión
Comodijoel SeñorJesucristoaaquella mujersamaritana,el Padre buscaverdaderosadoradoresque le adoren.
A finde cuentas,él noscreó,nosdiolavida,paraeso:paraque leadorásemos;ynossalvóparaque lohiciéramos
“en espíritu y en verdad”. ¡Que el Señor encuentre en nosotros los adoradores que él anda buscando!