2. “¿De qué se nutre la
nostalgia?/ Uno evoca
dulzuras/ cielos atormentados/
tormentas celestiales/
escándalos sin ruido/
paciencias estiradas/ árboles
en el viento/ oprobios
prescindibles/ bellezas del
mercado/ cánticos y alborotos/
lloviznas como pena/
escopetas de sueño/ perdones
bien ganados/ pero con esos
mínimos/ no se arma la
nostalgia/ son meros
simulacros/ la válida la única/
nostalgia es de tu piel.” (Mario
Benedetti)
3. En el silencio de la noche/ pruebo a catarte/ tras el fragor de la
carne a derroche/ y el vaivén de nuestros interiores amantes:
4. prende la llama
con inextinguible acierto
al abarcar frente a ti esa mirada
cómplice de todo: disensos,
intimidad, sexo,
saberte a mi lado
aun cuando te encuentras
lejos,
destellos graciosos, atrevidos,
risueños, buscadores de
delicias
en esos besos tan ricos
y en esas posiciones
de “alma, corazón y vida”.
5. Pupilas con la fragancia del
mar,
sabor a rico zumo,
mirada clara, transformadora
de noches oscuras,
gestos silenciosos que me
hablan
a raudales,
me gusta ver lo que tus ojos
clarean,
con solo un pestañeo
mi incertidumbre se remansa.
6. El trecho andado
nunca es en vano,
todo camino
alberga en cada recoveco
un propósito,
a veces incierto
y casi siempre, inesperado.
Un largo viaje hasta
encontrarnos,
ha merecido no la pena
sino la dicha
de haberte descubierto
en el momento exacto del
trayecto.
7. Como la luz fresca
de las primeras horas,
primicia de atardeceres
acompañados
por sonrisas traviesas
de ayer, hoy, siempre
risueña en tu tierna
juventud.
14. Pensamos que el amor
es lo grande
y la ternura lo complementa;
lo real y palpable
es que suele ocurrir al revés,
el cariño es libertad de fe
para el amor.
Pequeños gestos de amor
en grandes momentos de ternura,
polos encontrados en el “sentir y gustar”
cada uno con la expresividad que atesora.
Algun@s provocan llamas de fuego
Imponentes, muy expresivas,
otr@s, con minúscula luz iluminan
todos los rincones del deseo,
sus destellos o temperaturas
son accesorios antes, luego y ahora,
solo con los años y en la tarde madura
descubrimos la necesidad de su cuidado.
Grandes espacios de ternura
consiguen hacer pequeño al amor
dándole otro calor, otra textura,
atónito al abrigo de tus brazos.
(Antonio Martínez. Para Marianela, enamorado de
ti, contigo)