1) El documento describe la evolución humana en la Península Ibérica desde hace un millón de años hasta la llegada de los romanos, incluyendo los hallazgos en Atapuerca que muestran la presencia del Homo antecessor hace 800,000 años.
2) También describe las diferentes culturas prerromanas como los iberos, celtíberos y tartesios, así como las colonizaciones fenicias, griegas y cartaginesas en el sur y este de la península.
3) Finalmente, resume la conquista romana en vari
1. Bloque 2. RAÍCES HISTÓRICAS DE LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA
2. LA PREHISTORIA Y LA EDAD ANTIGUA
2.1. El proceso de hominización en la Península Ibérica: nuevos hallazgos
La hominización es el largo proceso de evolución de la especie humana hasta adquirir sus
rasgos actuales. Este proceso se inició hace varios millones de años en África, donde se han
encontrado los restos fósiles más antiguos: Australopiteco, Homo Habilis y Homo Ergaster.
En la Península Ibérica, hasta fechas muy recientes, los restos fósiles más antiguos
pertenecían al Hombre de Neandertal; pero investigaciones recientes en los yacimientos de
Atapuerca (Burgos) aportan nuevos datos relevantes para conocer con mayor detalle y precisión la
evolución humana, que permiten formular nuevas teorías sobre el poblamiento en la Península
Ibérica y en Europa en el Paleolítico Inferior
Según los datos conocidos y el resultado de las últimas investigaciones, podemos decir que
los primeros representantes del género homo poblaron la Península Ibérica hace un millón de años,
procedentes de África en un lento desplazamiento por el Próximo Oriente y a través de la zona
mediterránea. Los restos más antiguos encontrados en la Península Ibérica son los de los yacimientos
de la Gran Dolina en Atapuerca, en donde han aparecido 80 fósiles pertenecientes a individuos del
género homo de 800.000 años de antigüedad, lo que los convierte también en los fósiles más antiguos
de Europa junto a los encontrados en Cembrano (Italia). Los rasgos morfológicos que presentan
permite hablar a sus descubridores de una nueva especie, el Homo Antecessor, esta especie habría
emigrado desde África hacia Europa y sería el antecedente común de los Neandertales europeos y
los Homo Sapiens Sapiens (cromañones) africanos. Neandertales y cromañones habrían
evolucionado separadamente en Europa y África a partir de un antecedente común, el homo
antecessor. Estos restos de Gran Dolina presentan huellas que indican prácticas de antropofagia.
La Sima de los Huesos es otro yacimiento de Atapuerca en el que se han encontrado restos
de 32 individuos (es el mayor conjunto de fósiles del mundo) de 130.000 años de antigüedad , el
hecho de no haber encontrado utensilios o herramientas dificulta su identificación, sus descubridores
piensan que los individuos muertos fueron trasladados allí intencionadamente. Parece que estos
restos pertenecen al Homo Heidelbergensis, anterior al neandertal, que habría evolucionado en
Europa hace 600.000-300.000 años.
1
2. Hace 127.000 años se impuso en Europa el Homo Neandertal, en la Península Ibérica han
aparecido abundantes fragmentos de estos fósiles: Gibraltar, Banyoles (Girona) y Cova Negra
(València).
Hace 40.000 años ya en el periodo glaciar aparece en África una nueva especie, el Homo
Sapiens Sapiens o Cromañón y que llega a Europa a través del Próximo Oriente que acabaría
imponiéndose como la única especie humana tras un periodo de coexistencia de 10.000 años con los
neandertales, que se extinguirían hace 30.000 años.
Durante el largo periodo de evolución de la especie humana se produjo también una
evolución técnica y cultural, la forma de vida de los primeros hombres era muy parecida a la de los
depredadores, formaban grupos nómadas de cazadores y recolectores, vivían en cuevas o en abrigos
y realizaban sus herramientas de piedra. Este periodo en el que se desarrollaron las primeras culturas
humanas se llama Paleolítico.
2.2. Los pueblos prerromanos. Colonizaciones históricas: fenicios, griegos y cartagineses
Pueblos prerromanos
Desde el Calcolítico (IIIª milenio a.C.) la zona más desarrolladas de la Península Ibérica fue el sur y
el Levante, en el periodo que va del Bronce Final a la Iª Edad del Hierro se desarrolló una rica
cultura que nos ha llegado hasta ahora con el nombre de Tartessos.
Tartesos, su origen se sitúa en los siglos IX y VIII a. C aunque la arqueología no ha
permitido confirmar las fabulosas historias relatadas por fuentes escritas (griegas, latinas) acerca de
míticos reyes como Argantonio que poseían enormes riquezas. Aún con muchas incógnitas por
resolver, hoy en día se cree que Tartessos fue una cultura que se desarrolló en torno a Huelva y el
bajo Guadalquivir en relación a la explotación de los metales. Las necrópolis como La Joya en
Huelva nos muestran objetos como joyas, armas u ornamentos que formaban parte del ajuar funerario
y que nos permiten deducir las diferencias sociales existentes en la sociedad. La ganadería y la
agricultura tuvieron también un importante desarrollo con la introducción de la vid y el olivo como
cultivos comerciales. Esta cultura desapareció bruscamente sin conocer las causas a fines del S.VI
a.C.
En la IIª Edad del Hierro (Ss V- III aC), antes de la llegada de los romanos, la Península
Ibérica constituía un mosaico de pueblos que se agrupaban en dos áreas: la ibérica y la celtibérica.
Las fuentes para el conocimiento de estas sociedades ya no son sólo arqueológicas, nos ha llegado
información sobre ellas a través de textos griegos y romanos (y de textos indígenas aún sin descifrar
2
3. en su totalidad), de ahí que este periodo se conozca con el nombre de Protohistoria, y la ibérica y la
céltica sean las sociedades protohistóricas de la península Ibérica
• Área ibérica: La cultura ibérica se desarrolla en el litoral mediterráneo y el sur de la
Meseta y es el resultado de la evolución de las sociedades autóctonas del este y sur
peninsular de la Edad del Bronce en contacto con los pueblos colonizadores griegos y
fenicios. Surgen hacia el s. VII o VI a.C. y se desarrolla hasta el siglo I a.C. Su economía
era rica, con un activo comercio entre los diferentes poblados y con los fenicios y griegos:
exportaban materias primas ( cereales, minerales) e importaban tejidos, joyas etc. La
estructura social era evolucionada y se dividía en grupos diferenciados por su poder o
riqueza. No constituía una unidad política, sino que había diferentes pueblos (ver mapa)
dirigidas por la aristocracia guerrera. Su cultura alcanzó un importante desarrollo con
poblados amurallados en lo alto de cerros, cerámica de gran calidad hecha a torno,
escritura (aún sin descifrar) basada en signos con un doble valor alfabético y silábico. Las
necrópolis ibéricas reflejan una fuerte religiosidad y ponen de manifiesto las
desigualdades sociales por las diferencias existentes en los ajuares funerarios encontrados.
Practicaban la incineración y las cenizas de los difuntos se guardaban en urnas. El
desarrollo de la escultura estuvo relacionado con los ritos funerarios, las Damas de Elche
o Baza con un orificio en la espalda para guardar las cenizas destacan por su calidad
artística.
• Área celtibérica: comprende los pueblos situados en el oeste, centro (vacceos, vetones)
y zona norte (galaicos, astures, vascones y cántabros). En general, su desarrollo era
menor cuanto más alejados estaban de la influencia de los pueblos colonizadores. Aunque
no representan un conjunto homogéneo, tienen algunas características generales comunes:
su economía se basaba en una agricultura y ganadería poco evolucionada, el comercio era
escaso y sin moneda y era frecuente el pillaje con las tribus vecinas (lusitanos); las
estructuras sociales se basaban en grupos de parentesco- tribus, clanes y linajes- y había
también una jerarquía social en función de la posesión de riquezas; habitaban en
poblados fortificados llamados castros, y en cuanto a la organización política, el
gobierno estaba en manos de cabecillas o Consejos de ancianos, cuyo poder se basaba en
el prestigio social; las normas se habían establecido según la costumbre.
3
4. Fenicios, griegos y cartagineses
Durante el primer milenio a. C., fenicios, griegos y cartagineses extendieron su influencia por el
sur y este de la Península Ibérica, llegaron atraídos por los metales (oro, plata, cobre y estaño), los
productos agrícolas y ganaderos, así como tierras en las que establecerse, eran fundamentalmente
comerciantes y fundaron colonias a lo largo de la costa.
• Los fenicios, pueblo originario del Mediterráneo oriental (Líbano y Siria), se interesaron por los
metales de las tierras del Mediterráneo occidental tras la caída de sus ciudades en poder de los
asirios, a los que se vieron obligados a pagar impuestos. En relación con ello fundaron Cartago
(actual Túnez) a finales del IX a. C y, en la primera mitad del s. VIII a. C., Gadir ( Cádiz),
Malaca ( Málaga), Sexi ( Almuñecar), Abdera (Adra)... Estos enclaves eran factorías comerciales
situadas en el litoral, tenían un trazado urbano, con calles regulares, fortificaciones y viviendas de
diferente tamaño que indican diferencias sociales. Junto a las factorías se produjo un gran
desarrollo socio-económico y cultural, su influencia en las sociedades indígenas fue enorme ya
que introdujeron la metalurgia del hierro, el torno cerámico, nuevas técnicas agrícolas y nuevos
cultivos, como la vid y el olivo, nuevas industrias como la salazón, un intenso comercio, nuevas
creencias religiosas y el inicio de la escritura. Mantuvieron relaciones con Tartessos y su
influencia cultural se refleja en los objetos encontrados, en el culto y en las creencias.
• Los griegos, las evidencias arqueológicas de origen griego encontradas en la península indican
que éstos llegaron más tarde que los fenicios. Desde el 750-700 a.C. siguiendo la ruta del
Mediterráneo occidental establecieron relaciones comerciales por todo el litoral Mediterráneo, en
muchos puntos sin fundar colonias permanentes. Los griegos focenses fundaron Massalia (
Marsella) hacia el 600 y desde allí se establecieron en el NE de la Península: Rhode ( Rosas),
Emporion (Ampurias) y Hemeroscopeion ( Denia), aunque no han aparecido restos arqueológicos
de esta última y actualmente se piensa que no existió una colonia como tal. El enclave del que no
quedan lugar a dudas es Emporion (actual Ampurias), fundado hacia el 600, extendió su
influencia comercial entre los pueblos de la costa, fue una ciudad con un urbanismo en
cuadrícula, un ágora, un mercado porticado o stoa y una zona de templos. Del resto de las
supuestas colonias griegas, únicamente en Rhode se han encontrado evidencias arqueológicas .
• Los cartagineses, también llamados púnicos, adquirieron gran importancia económica y militar
en el Mediterráneo occidental después de la conquista de Tiro por Babilonia, que era la última
ciudad fenicia independiente después de la conquista anterior de los asirios, este hecho les obligó
a extenderse por el Mediterráneo Occidental, Cartago en el norte de África (S.IX a.C.) fue su
mayor colonia y de ahí tomaron su nombre. Fundaron Ebussum (Ibiza) y en el s. VI a. C.
4
5. derrotaron a los griegos en la batalla de Alalia, Córcega, en el 532 a. C, lo que les permitió
controlar las rutas comerciales del sur y levante de la Península, y fundar ciudades como Cartago
Nova (Cartagena) . Más tarde se enfrentaron con un nuevo competidor por el dominio del
Mediterráneo occidental, Roma, en las llamadas guerras púnicas.
2.3. Conquista y romanización: la pervivencia del legado cultural romano en la cultura
hispánica
Conquista
La conquista de Hispania por Roma se inicia en el s. III y en ella podemos distinguir varias
etapas no siempre violentas, puesto que muchas veces se pactó con los pueblos locales.
La llegada de las legiones romanas a la Península fue consecuencia del enfrentamiento entre Roma y
Cartago en la II Guerra Púnica 1 por la hegemonía en el Mediterráneo occidental que se resolvió, tras
las tres Guerras Púnicas, con la total destrucción de Cartago.
• 1ª etapa: ocupación de la costa mediterránea y los valles del Ebro y Guadalquivir. Se
produjo en el marco de la II Guerra Púnica ( 218-206) a.C,. Mientras Anibal, general
cartaginés, estaba en Italia, los romanos, dirigidos por Publio Escipión, desembarcaron en
Ampurias, antigua colonia griega aliada de Roma, avanzaron rápidamente hacia el sur y cruzando
el Ebro tomaron Sagunto y después Cartago Nova en el 209 A.C. Aunque su avance fue frenado
por Asdrúbal, los romanos, dirigidos por otro Escipión, Publio Cornelio, consiguieron derrotar a
los cartagineses y ocupar las ciudades del valle del Guadalquivir. Tras la victoria en la II Guerra
Púnica los romanos dominaron toda la zona del este del Guadalquivir hasta Cartago Nova, las
costas mediterráneas y casi todo el valle del Ebro. La administración romana dividió el territorio
en dos provincias, Ulterior y Citerior
• 2ª etapa: anexión del centro y Oeste de la Península, tras el triunfo sobre los lusitanos (154-
137) y los celtíberos (154-133). En Lusitania, Viriato, utilizando tácticas de guerrilla hostigó a
1
Roma se enfrento a Cartago en las llamadas Guerras Púnicas, que fueron tres:
- en la primera, Roma expulsó a los cartagineses de Sicilia y les obligó al pago de una enorme suma en concepto
de indemnización. Como consecuencia, Cartago acentuó su presencia en el sur y el Levante de la Península
Ibérica
- la segunda Guerra Punica empezó como consecuencia de la toma de Sagunto (aliada de Roma) por los
cartagineses, que habían utilizado los recursos de la Península Ibérica para reorganizar su poderío. Desde la
Península, Aníbal partió a la conquista de Italia. Roma decidió enfrentarse a los cartagineses en la Península, el
lugar desde el cual se enviaban refuerzos a Aníbal.
- En la tercera, Roma acomete la conquista directa del norte de África y de la capital Cartago, que es arrasada y
sustituida por una colonia romana
5
6. los romanos, que sufrieron importantes derrotas, pero tras su asesinato en el 139 a. C. se terminó
la resistencia y los romanos se apoderaron de los ricos yacimientos del noroeste. Más tarde, el
senado romano declaró la guerra a los celtíberos con el pretexto de que estos no habían respetado
los pactos firmados con Graco, sometieron el territorio vacceo y luego sitiaron Numancia,
conquistada en el año 133 a. C. por el cónsul Escipión Emiliano, el vencedor de Cartago. Tras las
guerras lusitanas y celtibéricas, la frontera de la Hispania romana alcanzó el sur de la Cordillera
Cantábrica.
• 3ª etapa: estabilización del avance conquistador (133 al 29 a. C) coincidiendo con las guerras
civiles romanas de los últimos años de la República en las que las poblaciones indígenas
intervinieron a favor de uno u otro bando. En el sur de la Península se crearon ciudades con
estatuto privilegiado, que contribuyeron de forma decisiva a la romanización del territorio. En el
123 a.C. se inició la anexión de las Islas Baleares, que fueron incorporadas a la provincia
Citerior.
• 4ª etapa: conquista de la franja cantábrica ( 29-19 a. C.) y sometimiento de los pueblos
cántabros y astures. La dureza de la guerra obligó a Augusto a dirigir personalmente las
operaciones. Para reprimir las frecuentes rebeliones, los romanos dejaron legiones permanentes
instaladas en campamentos, algunos de los cuales evolucionaron luego hasta constituir núcleos
urbanos estables: Astúrica Augusta ( Astorga), Legio VII ( León)...
Paralelamente a la conquista, Roma organizará la sociedad, la economía y la
administración. El sistema de producción fue esclavista, se desarrollaron los grandes latifundios y la
explotación de minas. La sociedad tenía una estructura similar a la romana y el territorio se dividió
en provincias que fueron variando a lo largo de la dominación romana.
El proceso de la romanización: el legado cultural.
Por romanización se entiende la asimilación de la cultura y las formas de vida romana
(lengua, derecho, civilización urbana, obras públicas...) por parte de los pueblos conquistados,
se trata de un largo proceso que se inicia desde el comienzo de la conquista de la Península Ibérica en
el s. III a. C. hasta la decadencia de Roma en el s. V d. C.
La zona más romanizada fue el área ibérica (zona levantina y meridional de la península). En
el centro y oeste la romanización fue más difícil por su menor grado de urbanización y desarrollo y
en el norte de la Península los romanos no consiguieron desarrollar ni imponer del todo su modelo de
vida, ejemplo de ello es la supervivencia del euskera.
6
7. Los instrumentos de romanización fueron muchos y muy diversos:
• los colonos romanos que se asentaron en Hispania, los funcionarios y el ejército romano, que
favoreció los matrimonios mixtos,
• el latín, que se fue imponiendo hasta desplazar las lenguas primitivas de la península y que al
entrar en contacto con las lenguas habladas en cada territorio dará lugar con el tiempo a las
lenguas románicas (castellano, catalán, francés, italiano)
• el derecho romano, conjunto de normas que regulaban las relaciones sociales,
• las ciudades entre las que destacan Hispalis, Italica, Caesaraugusta, Emérita Augusta y Tarraco.
Las ciudades fueron la base de la romanización y del sistema imperial, la civitas era una
comunidad de ciudadanos con unos derechos y unos deberes bien definidos por las leyes. La
ciudadanía romana otorgaba derechos civiles (acceso a la propiedad y a la familia) y derechos
políticos (derecho al voto, acceso a las magistraturas).
• la religión romana también ayudó a la romanización aunque compitió con infinidad de cultos
indígenas. Por un lado estaba la oficial con el culto al emperador y por otro se practicaban los
cultos privados y familiares. Desde los primeros años del Imperio se difundieron las religiones
mistéricas, de origen oriental como el culto a Isis, Serapis, Mitra, lo que demuestra la tolerancia
de los romanos en materia religiosa. En cuanto al cristianismo, su difusión se llevó a cabo en las
zonas romanizadas y en especial en las ciudades más importantes, donde en el s. III ya existían
núcleos importantes.
En conjunto, Hispania aportó grandes figuras al mundo de la política (los emperadores Trajano y
Adriano)y la cultura y hacia el s. I d. C. se distinguen dos focos principales: la Bética, de donde eran
originarios los Sénecas, el poeta Lucano, Columela autor de un tratado de agronomía y el geógrafo
Mela y el valle del Ebro de donde eran originarios Quintiliano y Marcial.
El proceso de la romanización: las obras públicas.
El arte romano fue heredero y transmisor de la tradición artística griega, aunque introdujo
importantes novedades, en especial en la arquitectura: empleo del hormigón y del ladrillo, utilización
del arco y la bóveda, etc. La arquitectura romana perseguía tres objetivos esenciales: la utilidad
del edificio, su perfección técnica y la propaganda del patrocinador de la obra. Por tanto refleja el
espíritu práctico de los romanos, considerados mejores ingenieros que artistas.
Las ciudades, base de la organización jurídica, administrativa y fiscal e importante medio de
romanización, estaban rodeadas de sólidas murallas y tomaban a Roma como modelo. Sus calles
7
8. estaban empedradas y eran de trazado rectilíneo. Casi todas tenían suministro de agua corriente que
mediante acueductos llegaban a las casas y red de alcantarillado. En el centro de la ciudad se
hallaban los edificios públicos y los edificios para espectáculos:
• Edificios públicos:
⇒ El templo situado en el foro. El más frecuente era el de planta rectangular, con un pórtico de
entrada, elevado sobre un podio y con un acceso único y frontal con escalinata.
⇒ El teatro derivaba del griego y solía estar construido sobre galerías abovedadas, el espacio
central era semicircular y tenía una grandiosa arquitectura al fondo de la escena, de la que
carecía el teatro griego. Un ejemplo destacable por su calidad es el teatro de Mérida.
⇒ El anfiteatro, era un edificio destinado al espectáculo preferido de los romanos: las luchas de
gladiadores y fieras. Constaba de la arena, las gradas, los vomitoria y las construcciones bajo
la arena para luchadores y fieras. Son representativos los de Tarragona, Mérida o Itálica.
• Obras de ingeniería: En lo que destacaron los romanos como maestros indiscutibles fue en las
obras de ingeniería, que respondían a las necesidades militares y urbanas del Imperio, al tiempo
que cumplían una función de propaganda de su poder:
⇒ Las vías militares cubrían en una compleja red todo el Imperio, para facilitar el
desplazamiento de las tropas y el comercio entre las ciudades. Destacaban la vía Augusta, la
de la Plata....
⇒ Los puentes se construían con sillares de piedra y constaban de un número variable de ojos
con arcos de medio punto, como en el puente de Alcántara en Cáceres.
⇒ Los acueductos eran conducciones de agua desde los pantanos a las ciudades y presentaban
un aspecto semejante al de los puentes, con varios pisos de arquerías de medio punto, de los
cuales el inferior variaba en altura según los desniveles del terreno, un conducto en la parte
superior servía para transportar el agua. Destacaban los de Segovia, Mérida y Tarragona.
2.4. Las invasiones bárbaras. El reino visigodo: Instituciones y cultura
A partir del s. III comienza un largo proceso de crisis y decadencia de la civilización
romana en Hispania, paralelo al que se produce en todo el Imperio. Se trató de una crisis económica
8
9. (provocada por la inflación, que dio lugar a la decadencia de la artesanía, el comercio, y como
consecuencia a una crisis de la ciudad como centro de actividad económica y a un proceso de
ruralización de la población), una crisis política (guerras civiles, golpes de estado, aumento del
poder del Emperador, invasiones germánicas) y una crisis ideológica (expansión del cristianismo
que transforma las antiguas creencias romanas y en el s. IV se convierte en la religión oficial del
Imperio).
La crisis del siglo III da lugar al periodo que conocemos como el del Bajo Imperio, en este
contexto se producen las oleadas de invasiones germánicas que llegan a Hispania en el 409 d.C.,
protagonizadas por suevos, alanos y vándalos. En el 416 los visigodos, aliados de los romanos,
penetraron en la península para expulsar a los bárbaros, cuando lo consiguen se separan del Imperio
romano y en el año 507 establecen un reino visigodo con capital en Toledo, que se mantendrá hasta
la llegada de los árabes en el 711 y que presenta las siguientes características:
• Economía: Como consecuencia del debilitamiento de la vida urbana, se acentuó el proceso de
ruralización, los latifundios eran el centro de articulación política y social, en los que se integraba
un buen número de población libre, vinculada personal y económicamente a los grandes
propietarios, nobleza y clero, los esclavos se sustituyen por colonos.
• Sociedad. Jerarquizada, formada por grupos de privilegiados que son la nobleza y el clero, el
resto de la población fundamentalmente campesina. Además aparecen ya las primeras relaciones
de dependencia. Hasta el reinado de Leovigildo existía una clara diferenciación entre la minoría
dominante de los visigodos y la mayoría de los hispanorromanos, que no se relacionaban entre si.
• Política: los visigodos consiguen la unidad territorial en el s. VI. Y gobiernan desde su capital
en Toledo. Los primeros intentos unificadores los llevó a cabo Leovigildo que potenció la
integración de la población y organizó campañas militares contra los bizantinos establecidos en el
sur, contra los pueblos del norte y contra los francos. El reino suevo de Galicia lo anexionó en el
585.La unidad jurídica se consiguió cuando el rey Recesvinto promulgó el Liber Iudiciorum o
Fuero Juzgo (624). El problema religioso entre arrianismo y catolicismo termina con la
conversión al catolicismo de Recaredo en el 589. La unidad religiosa facilitó la unificación
política y cultural.
El tipo de gobierno era una monarquía electiva entre los miembros de la nobleza, lo que
provocará numerosos enfrentamientos entre las familias nobiliarias. Para la labor del gobierno, el
monarca se servía fundamentalmente de dos instituciones:
9
10. o El Aula Regia, era una asamblea de carácter consultivo, integrada por los principales
nobles que asesoraban al rey en asuntos políticos y militares y en la elaboración de las
leyes
o El Officium Palatinum era el núcleo principal del Aula Regia y formaban parte de él los
nobles de mayor confianza del rey, encargados de diversos servicios.
La administración territorial, respetó la división provincial romana del Bajo Imperio, a la
cabeza de cada provincia había un gobernador con funciones civiles y militares. Más tarde,
dentro de las provincias se establecieron territorios más pequeños bajo la autoridad de un conde.
• Cultura: el peso de la Iglesia fue importante, lo podemos comprobar en la arquitectura, iglesia
de S. Juan Bautista en Baños de Cerrato o San Pedro de la Nave en Zamora, la orfebrería
(coronas votivas) y también en la producción literaria como Las Etimologías de San Isidoro de
Sevilla.
A principios del siglo VIII desaparece el reino visigodo cuando los musulmanes derrotan al
último rey visigodo Rodrigo en Guadalete (711).
10