1. lección 11
9 al 5 de marzo
El sábado.
Un don divino
«Sepan que el Hijo del hombre es Señor del sábado».
Mateo 12: 8
106
2. sábado
9 de marzo
Éxodo 31: 13
Introducción
¿Acaso es para todos
el descanso sabático?
Cuando Dios creó la tierra, él tuvo en mente un don especial para su pueblo: el
don del tiempo. Nada habla más claramente de su amor por nosotros como su deseo
para tener un tiempo especial en el cual reunirse con su pueblo. El tiempo es algo
muy valioso. Una vez que ha transcurrido no podemos hacer nada para recuperarlo.
El sábado no es un día para ser recordado y guardado por los judíos, o por
cualquier grupo especial de personas que vivían en determinado período de tiem-
po. Dios creó el sábado para todos y será algo que permanecerá para siempre.
«Porque así como perdurarán en mi presencia el cielo nuevo y la tierra nueva que
yo haré, así también perdurarán el nombre y los descendientes de ustedes —afirma
el Señor—. Sucederá que de una luna nueva a otra, y de un sábado a otro, toda la
humanidad vendrá a postrarse ante mí —dice el Señor» (Isa. 66: 22, 23). Es cierto,
el pueblo de Dios guardará el sábado por la eternidad.
En los últimos días, los ataques más fuertes
de Satanás se centrarán en la adoración.
Dios creó el sábado no solamente porque necesitamos descanso físico y men-
tal, sino para que sea una señal entre él y nosotros. «Ustedes deberán observar mis
sábados. En todas las generaciones venideras, el sábado será una señal entre uste-
des y yo, para que sepan que yo, el Señor, los he consagrado para que me sirvan»
(Éxo. 31: 13). El sábado es una señal de que él es nuestro Dios y de que somos su
pueblo que ha escogido y puesto aparte.
En los últimos días, los ataques más fuertes de Satanás se centrarán en la ado-
ración: a quién adoramos y cuándo lo hacemos. Satanás desea que estemos
muyocupados con nuestras actividades seculares y que creamos que no tenemos
tiempo para el descanso sabático. Incluso si asistimos a la iglesia los sábados, él in-
tentará apartar nuestras mentes y corazones del propósito real del sábado. El trata-
rá de engañarnos para que pensemos que somos superdotados y que no necesita-
mos ni descansar ni a Dios.
Ojalá que apreciemos esta maravillosa bendición que representa el sábado que
Dios nos ha concedido y que nos esforcemos para entender plenamente el propó-
sito del mismo con el fin de que disfrutemos de sus beneficios.
Danilla Tham, Singapur
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3. domingo
10 de marzo Génesis 1: 1; 2: 2, 3;
Logos Juan 1: 1, 2;
2 Pedro 3: 3-7;
El principio de todo Apocalipsis 12: 17
Todo el mundo tiene su principio y su final. No hace falta ser ingeniero para
saber eso. Incluso la Biblia presenta esa verdad. Génesis 1: 1 dice: «Dios, en el
principio, creó los cielos y la tierra». Este conocido texto bíblico encierra grandes
verdades. Si lo observamos cuidadosamente la palabra cielos aparece en plural.
Gracias a los telescopios de la NASA y a los telescopios Hubble conocemos que
hay muchos cielos en el espacio exterior. Sin embargo, Dios le dijo eso mismo a
su pueblo mucho antes que dichos telescopios existieran.
El principio de todo no fue un sencillo inicio. Fue el principio de todos los
principios porque el Creador lo vinculó todo. El creó el mundo, el tiempo, los días,
los animales, los seres humanos y desde luego también creó el sábado. Todos esos
elementos están altamente interrelacionados.
El inicio del día (Gén. 3: 1-5)
Génesis 1: 3-5 afirma: «Y dijo Dios: “¡Que exista la luz!” Y la luz llegó a existir.
Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas. A la luz la llamó “día”,
y a las tinieblas, “noche”. Y vino la noche, y llegó la mañana: ese fue el primer día».
Piensa en la mayor parte de los empleos de la actualidad. Todos comienzan su jorna-
da cuando llega la mañana y por lo general concluyen cuando se extingue la luz. Por
tanto, Dios comenzó su obra con la luz y concluyó con la noche. Pero lo interesante
acerca de todo esto es que con Dios un día comienza y concluye con la puesta de sol.
Una sencilla ley natural es que si no tenemos una buena noche de descanso tampoco
tendremos un buen día.
Los inicios del matrimonio (Mar. 10: 6-9)
¿Te has preguntado alguna vez por qué los matrimonios se disuelven con tanta
presteza en la actualidad? La respuesta es sencilla. Se encuentra en Marcos 10: 6-9:
«Pero al principio de la creación Dios “los hizo hombre y mujer”. “Por eso dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un
solo cuerpo”. Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha
unido, que no lo separe el hombre». El matrimonio al el sábado fue creado por
Dios. El sábado fue el primer día de casados de Adán y Eva. Por tanto deducimos
el sábado puede refrescar esa relación especial que las parejas casadas disfrutan
entre sí.
El inicio del descanso (Gén. 2: 2, 3)
La palabra sábado significa descanso. Génesis 2: 2, 3 dice: «Al llegar el sépti-
mo día, Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido.
Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su
obra creadora». Ahora bien, debemos aclarar un concepto: Dios no creó nada
108
4. durante el sábado. Más bien, lo hizo un día de descanso, un sagrado y bendito
día. El sábado es lo que es debido a que Dios descansó de toda su obra y bendijo
aquel día. Si no lo quieres llamar sábado, está bien. Podrías llamarlo «día de re-
poso». El hecho es que para aquel tiempo no había hebreos ni judíos, solamente
estaban Dios, Adán y Eva.
El inicio de las relaciones terrenales (Gén. 1: 24-31; 2: 1-3)
Adán y Eva descansaron con Dios durante el primer sábado. ¿Por qué nece-
sitaban ellos descansar si acababan de ser creados? Porque el descanso del sábado
no es cualquier tipo de descanso. El descanso del sábado involucra una relación
con Dios: es todo un día que tiene que ver con nuestra relación con él. Todos
sabemos que cualquier relación necesita tiempo para establecerse. Por eso de las
primeras cosas que hizo Dios después de crear a Adán y Eva fue pasar todo un
El descanso del sábado no es cualquier tipo de descanso.
día con ellos.
El principio del fin (Éxo.20: 8-11)
En Juan 1: 1, 2 leemos: «En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba
con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio». En 2 Pedro 3:
3-7 leemos: «Ante todo, deben saber que en los últimos días vendrá gente burlona
que, siguiendo sus malos deseos, se mofará: “¿Qué hubo de esa promesa de su ve-
nida? Nuestros padres murieron, y nada ha cambiado desde el principio de la
creación” Pero intencionalmente olvidan que desde tiempos antiguos, por la pala-
bra de Dios, existía el cielo y también la tierra, que surgió del agua y mediante el
agua. Por la palabra y el agua, el mundo de aquel entonces pereció inundado. Y
ahora, por esa misma palabra, el cielo y la tierra están guardados para el fuego, re-
servados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos». Apocalipsis 12: 17
afirma: «Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y se fue a hacer guerra
contra el resto de sus descendientes, los cuales obedecen los manda ientos de
m
Dios y se mantienen fieles al testimonio de Jesús». Finalmente, en Éxodo 20: 8-11,
aprendemos que Dios incluyó el descanso del sábado en uno de sus diez manda-
mientos. Esos textos nos ayudan a entender el principal papel que desempeña el
sábado en el esquema de Dios, incluyendo el tiempo del fin.
PARA COMENTAR
1. Qué cambios en tu estilo de vida puedes hacer con el fin de vivir en una forma
¿
más plena? ¿En qué sentido, guardar el sábado puede ayudar en eso?
2. En qué forma guardar el sábado puede ayudarte a sostener una mejor relación
¿
con Dios?
3. Qué bendiciones has disfrutado debido a tu fidelidad en guardar el sábado?
¿
Benjamin Kipzanang, Singapur
109
5. lunes
11 de marzo
Testimonio Salmo 8: 3-8
Un día por encima
de todos los demás
«Todas las cosas fueron creadas por el Hijo de Dios. “En el principio era el
Verbo, y el Verbo era con Dios. […] Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada
de lo que es hecho, fue hecho”. Y puesto que el sábado es un monumento recor-
dativo de la obra de la creación, es una señal del amor y del poder de Cristo».1 Y
puesto que el sábado es un monumento recordativo de la obra de la creación, es
una señal del amor y del poder de Cristo».1
«Puesto que el sábado es una institución recordativa del poder Creador es,
entre todos los días, aquel en que debemos familiarizarnos especialmente con Dios
por medio de sus obras».2
«Dios vió que el sábado era esencial para el hombre, aun en el paraíso. Nece-
sitaba dejar a un lado sus propios intereses y actividades durante un día de cada
siete para poder contemplar más de lleno las obras de Dios y meditar en su poder
y bondad. Necesitaba el sábado para que le recordase más vivamente la existencia
de Dios, y para que despertase su gratitud hacia él, pues todo lo que disfrutaba y
poseía procedía de la mano benéfica del Creador».3
«Durante toda la semana hemos de recordar el sábado».
«Durante toda la semana hemos de recordar el sábado y hacer preparativos
para observarlo de acuerdo con el mandamiento. No hemos de observar el sába-
do meramente como un asunto legal. Hemos de comprender su relación espiri-
tual con todas las transacciones de la vida».4
«A nosotros, como a Israel, nos es dado el sábado “por pacto perpetuo”. Para
los que reverencian el santo día, el sábado es una señal de que Dios los reconoce
como su pueblo escogido. Es una garantía de que cumplirá su pacto en su favor.
Cada alma que acepta la señal del gobierno de Dios, se coloca bajo el pacto divi-
no y eterno. Se vincula con la cadena áurea de la obediencia, de la cual cada es-
labón es una promesa».5
PARA COMENTAR
Además de hacer caminatas en medio de la naturaleza, ¿cómo podrías experi-
mentar mejor el gozo del sábado? Realiza algunas sugerencias prácticas que to-
men en consideración el contexto de su ambiente y cultura.
1. La fe por la cual vivo, p. 34.
2. La educación, cap. 29, p. 226.
3. Patriarcas y profetas, cap. 2, p. 27
4. Eventos de los últimos días, cap. 6, p. 69.
5. Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 352.
Jimmy Quek, Singapur
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6. martes
12 de marzo
Éxodo 20: 8-11; Evidencia
Marcos 2: 27, 28 ¿En qué día
debemos adorar?
¿Es el séptimo día el sábado o el domingo?
El calendario internacionalmente aceptado es el gregoriano adoptado por el
Papa Gregorio XIII en 1582. Es más que nada una reforma del calendario juliano,
introducido en el año 45 d. C. por Julio César. Si bien es cierto que los nombres
de los días de la semana han variado con el paso del tiempo, el ciclo semanal de
siete días se ha mantenido en todas las culturas. El sábado continúa siendo el sép-
timo día en la mayor parte del mundo conocido, aunque ha habido esfuerzos para
hacer del domingo el día séptimo.
El sábado continúa siendo el séptimo día
en la mayor parte del mundo conocido.
¿Por qué será entonces que tantos cristianos consideran el domingo como el
día de reposo y adoración? La respuesta debemos buscarla en los tiempos del do-
minio romano. En el año 135 de nuestra era los judíos se rebelaron en contra de
sus gobernantes romanos. Por lo tanto, el emperador Adriano declaró ilegal al ju-
daísmo, prestando especial atención a las costumbres judías entre ellas la observan-
cia del sábado. Los cristianos, considerados anteriormente como una secta del ju-
daísmo pensaron que tenían que distanciarse de los judíos con el fin de escapar a
la persecución. Una forma de hacerlo era abstenerse de observar el sábado bíblico.
Por lo tanto adoptaron el domingo, quizá también por la influencia romana de
adorar al sol en dicho día. El culto del sol era la práctica religiosa más importante en
el siglo II a. C. Debido a que el domingo era el día más importante de la semana en la
Roma de aquel entonces, los cristianos de origen pagano también adoptaron el día
domingo. Esa separación de los judíos y de su observancia del domingo como día de
reposo fue cimentada en el año 325 de nuestra era cuando el emperador Constanti-
no escribió al Concilio de Nicea, buscando congraciarse con los cristianos: «No de-
beríamos por tanto, tener nada en común con los judíos […] deseamos queridísimos
hermanos separarnos de la detestable compañía de los judíos».*
PARA COMENTAR
1. i somos salvados por la gracia mediante la fe (Efe. 2: 8), ¿por qué entonces de-
S
beríamos observar el sábado bíblico?
2. ¿ ué harías de haber sido un cristiano primitivo que se veía ante la alternativa
Q
derechazar el sábado bíblico con el fin de evitar la persecución? ¿Por qué?
* he Council of Nicea, A Select Library of Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church, t. XIV (Nueva
T
York: Charles Scribner’s Sons, 1900), p. 54.
Melody Tan, Wahroonga, Nueva Gales del Sur, Australia
111
7. miércoles
13 de marzo
Cómo actuar Isaías 58: 13, 14
La práctica es la madre
de la perfección
El sábado es una señal visible de que él es nuestro Dios y de que nosotros so-
mos el pueblo del pacto (Eze. 20: 12). Es un día que fue puesto aparte y santificado
por Dios en la misma creación. No es únicamente un día de descanso, tampoco es
un día para dejar de hacer cosas. El propósito de Dios es que el sábado sea un día
de renovación.
A menudo descuidamos u olvidamos el verdadero significado del descanso sabá-
tico al quedar atrapados en todo lo que necesita hacerse durante la semana; o quizá
cuando nos enfocamos demasiado en lo que podemos, o en lo que no podemos
hacer durante el sábado. Luego, cuando llega el sábado lo tratamos como si fuera
cualquier otro día de labores, o nos vamos al otro extremo y no hacemos nada.
El sábado debería ser un día de renovación.
¿Cómo podemos lograr un equilibrio respecto a la observancia del sábado?
¿Cómo podemos preparar nuestros corazones para ese día especial durante la se-
mana, de manera que cuando llegue el sábado estemos preparados para observarlo
en la forma adecuada. A continuación hay algunas ideas.
Poner a Dios primero. Comienza cada día enfocado en Dios. Cuando lo coloca-
mos como lo primero en nuestras vidas, todo lo demás irá cayendo en su lugar
(Mat. 6: 33).
Aprender del mejor ejemplo. Jesús sanaba a la gente durante cualquier día de la se-
mana. También los escuchaba y predicaba en cualquiera de los siete días. Sin embar-
go, también pasaba tiempo a solas con Dios alejado de las multitudes (Mat. 14: 22,
23). Podemos alistarnos para el descanso sabático a través de la oración diaria, medi-
tando y estudiando la Palabra de Dios; y buscando su dirección en nuestras activida-
des cotidianas.
Prepárate. Dios les proveía a los israelitas una doble porción de maná los viernes,
de manera que no tuvieran que preocuparse por recoger ese alimento el sábado.
De la misma forma, podemos alistarnos para el sábado al preparar de antemano
nuestros alimentos asegurándonos también de que nuestra ropa esté lista para ese
día (Éxo. 16: 23).
La práctica es la madre de la perfección. Practica, practica y practica aún más. Repi-
te esos pasos hasta que la preparación para el sábado y su observancia se convierta en
algo automático.
PARA COMENTAR
1. ¿Por qué piensas que es importante prepararse para el sábado?
2. ¿Cómo podemos evitar descuidarnos respecto al sábado?
3. ¿Cómo podemos preparar nuestros corazones para el sábado?
Pan Shuqin, Singapur
112
8. jueves
14 de marzo
Éxodo 31: 13
Opinión
Un descanso
poco conveniente
Alguien le dijo a una amiga mía que sentía y envidia de ella por su dedicación
a guardar el sábado. No era que mi amiga causaba problemas en su trabajo al
guardar el sábado. Ella terminaba todas sus tareas el viernes con el fin de descansar
sin preocupaciones el día sábado.
Algunos podrían decir que no son tan afortunados como aquella amiga. Otros
pueden pensar que necesitan obtener el sustento de sus familias, pagar el alquiler
o cortar el césped. Pero, ¿acaso hemos tratado sinceramente de honrar a Dios y ver
cómo las cosas se desenvuelven?
Seis días son más valiosos que siete.
No puedo decir que trabajar los sábados es incorrecto. Después de todo, inclu-
so Jesús trabajó en sábado (Juan 5), pero únicamente para hacer la voluntad de su
Padre. Lo que estoy diciendo es que si la obra que haces te acerca más a Dios, debes
continuar realizándola. Pero si no intentamos honrar a Dios en su día santo, ¿cómo
es que esperamos sostener una relación positiva con él?
Nuestro pastor nos dijo una vez que seis días son más valiosos que siete. Al
principio no lo entendía. Lo que él quiso decir fue que podremos lograr más en
seis días cuando honramos a Dios durante el séptimo, que trabajando siete días sin
contar con él.
La forma en que tratamos el sábado será una muestra de nuestra relación con
Dios. ¿Lo haremos por conveniencia? ¿Como un sacrificio? ¿Por obediencia? ¿Aca-
so por amor a él y por lo que él ha hecho por salvarnos? ¡Ojalá que esperemos el
sábado con gozo! Ojalá que apreciemos la obra de Dios en lugar de la nuestra.
Después de seis días de afanes, dedica un día para descansar en el regazo de Dios.
¡Incluso él descansó! ¿Qué dirías tú?
PARA COMENTAR
1. Cómo consideras el sábado? ¿Es acaso una carga, o quizá un gozo? ¿Por qué?
¿
2. iensa en algunas formas en que tus amigos de la iglesia puede ayudarte a guar-
P
dar el sábado.
Clarence Cheong, Singapur
113
9. viernes
15 de marzo
Exploración Génesis 2: 2, 3;
Éxodo 20: 8-11
Recargando
las baterías del alma
PARA CONCLUIR
El regalo más valioso que podemos entregarle a alguien es nuestro tiempo y
nuestra atención. Cuando Dios creó a los seres humanos les concedió ambos dones
en las horas del sábado: veinticuatro horas cada semana en las que disfrutamos de
comunión con él. El sábado es una señal de que él es nuestro Dios y de que somos
su pueblo que ha escogido y puesto aparte. Es un recordativo semanal de que él no
cambia y de que merece honra, adoración y alabanza.
CONSIDERA
• ntrevistar a cinco adventistas, preguntándole acerca de los beneficios del sábado.
E
Luego entrevista a cinco personas que no son adventistas, preguntándoles qué
piensan del sábado. ¿En qué se parecen o diferencian las respuestas de cada grupo?
• uscar diez textos bíblicos que se refieran al sábado utilizando una concordan-
B
cia. Observa en dichos textos cualquier novedad que hayas aprendido respecto
al sábado.
• uscar el significado de la palabra descanso en un diccionario. ¿En qué sentido
B
coincide dicha definición con el concepto encerrado en el día de descanso?
• lanificar en unión a algunos amigos una actividad sabática especial que pro-
P
vea oportunidades de adoración y compañerismo, dos elementos esenciales
del sábado.
• ecortar la figura de un corazón. En un lado escribe frases que describan la
R
forma en que Dios considera el sábado. En el otro, escribe palabras que descri-
ban tu experiencia al observar el sábado.
• acer un plan para organizar tu semana de forma que cuando llegue el sábado
H
estés preparado o preparada para disfrutarlo. Analiza la forma en que dicho
plan mejore tu adoración en ese día.
• nvitar a alguien que por lo general no guarda el sábado, a que lo observe contigo.
I
PARA COMENTAR
Patriarcas y profetas, cap. 2; El gran conflicto, caps. 26; 36; 40.
Shawn Boonstra, La marca distintiva, (APIA, 2009).
Audrey Andersson, Lindesberg, Suecia
114