Este artículo es un homenaje a los sesenta años de la Diablada Ferroviaria. Se indaga sobre el origen del color del buzo rojo, la Banda Ferroviaria, los Osos Monociclistas y los "Ángeles de Cuna"
Sesenta años de la Diablada Ferroviaria: Reconstruyendo el origen de algunos de sus íconos.
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Historia de la Diablada Ferroviaria Por: Miguel Angel Foronda Calle
Sesenta años de la Diablada Ferroviaria: Reconstruyendo el origen de
algunos de sus íconos.
Elaborado por: Abog. Miguel Angel Foronda Calle
No cabe la menor duda que la imagen del ferrocarril, que se encuentra en el Escudo de Armas; y la
careta de diablo, que representa una de las danzas icónicas de nuestro carnaval forman parte del
imaginario y la identidad orureña. El 6 de octubre de 1956 estos dos elementos llegan a fusionarse
con la fundación de laDiablada Ferroviaria, que a decir de Don Augusto Beltrán este nacimiento se
comparo al de: “(…) un niño robusto, sin dificultades (…)” y que, “(…) ha alcanzado en un corto
tiempo el más alto nivel de progreso en muchos aspectos.” (2004: 215). La diablada, llamada también
de cariño como la de “los muchachos del buso rojo”, este año cumple sesenta años de vida a lo largo
de los cuales ha ido escribiendo su propia historia a partir del aporte de muchas personas que han
quedado en el anonimato, pero también de otras de las cuales sus nombres son mencionados en
las ocasionales tertulias que se producen en las veladas, los descansos de los ensayos, a la calor de
unas ñuflas en el “Guadalquivir” u otros espacios. Dentro de este último grupo podemos mencionar
nombres (hacemos mención en orden alfabético) de personas que han partido a lado de la Mamita
del Socavón donde tenemos a: Abel Arias, Mario Bayá, Antonio Panoso, Enrique Pinto,René Sejas
(Picho), Tiburcio Gutiérez; y dentro de los que nos acompañan y que constituyen una memoria viva
de esta historia también tenemos a: Freddy Arellano (Machula), Marco Bravo, Eduardo Bilbao
(Monito) y sus hermanos, Félix Camacho y familia, los hermanos Eddy y Freddy Foronda; Rául
Morales y familia; Edwin Pérez (Triste Angel) y muchos otros que con certeza son y merecen ser
mencionados.
Fotografía de los Fundadores de la Diablada Ferroviaria:
Fuente: DFO, 2011: 3
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Historia de la Diablada Ferroviaria Por: Miguel Angel Foronda Calle
La historia de una institución como la Diablada Ferroviaria difícilmente puede ser contada en unas
dos o tres páginas. Hay que romper con la típica recapitulación de viajes, galardones, entre otros
datos similares que no son menos importantes pero son recurrentes alahora de recordar los
onomásticos institucionales limitando así la riqueza de la memoria institucional que puede
rescatarse. En las siguientes líneas escogimos, de muchos otros existentes, cuatro aspectos, que son
distintivos de esta gran institución diablesca, nos estamos refiriendo a: el origen del color del buzo
rojo, la banda ferroviaria, los osos monociclistas y lo que he denominado los “ángeles de cuna”.
Estos datos son un entremés a una investigación etnográfica que he venido realizando los últimos
dos años y que en los próximos meses espero poder presentarlos para aportar al registro de la
memoria institucional así como a la memoria del Patrimonio Inmaterial. Les invito a develar y
rememorar algunos hitos de la historia de la diablada de los muchachos del “buzo rojo”, ¿me
acompañan?
El origen del buzo rojo.
Cada una de las diabladas que forman parte del Carnaval de Oruro se distinguen, especialmente,
por el color de buzos y poleras que usan su tropa de diablos. Hoy en día cuando uno ve que la “ferro”
se aproxima sabe que verá diablos de color rojo. Sin embargo, muchos desconocen que allá en la
década de los cincuentas del siglo pasado, la Diablada Ferroviaria, en sus primeros años, utilizó el
buzo y polera, e incluso, la peluca de color blanco. Don Félix Camacho nos cuenta que, en ese
entonces, para diferenciarse de la “Frater” se coloco a los costados del buzo unos ribetes de color
azul y lo propio con las pelucas. Ahora, la utilización inicial de color blanco, a decir de Don Freddy
Arellano se debía a que la “ferro” fue en sus inicios un “desprendimiento de la Fraternidad Artística
y Cultural ‘La Diablada’” (La Patria, 2013: 20).
Fotografía tomada en inmediaciones del Socavón en la década de los setentas donde puede verse
un grupo de diablos vistiendo los colores vigentes de la Ferro.
Fuente: Archivo Fotográfico familia Bilbao
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El Machula cuenta que recién en el año de 1960, es decir, tres carnavales después de la primera
participación de la “Ferro”, que se adquiere como “(….) propia característica el buzo rojo” (La Patria,
2013: 20). Pero ¿Qué indujo a este cambio que sería determinante?, Don Félix Camacho recuerda
que la idea surgió en una oportunidad cuando algunos miembros de la diablada se reunieron con el
entonces Ministro, orureño, de Transporte y Comunicaciones: Don Ramón Claure, quien les
increpaba “¿Dónde se ha visto un diablo de blanco?”, a partir de esa interpelación nació la idea, a
la cabeza de la Directiva de ese entones, de apropiarse del color rojo como color distintivo. El
proyecto fue manejado con calidad de secreto ante el temor de que pudiera ser apropiado por otra
diablada. Don Félix, a quien el Picho Sejas le solía decir “Camachín”, describía como fue este proceso:
“Hicimos confeccionar los buzos rojos (…) nadie sabía (…) mandamos a hacer los buzos y las casacas
rojas en la fábrica, donde es nuestra sede ahora, “Fernández” creo que es. Faltaba 2 días para el
carnaval hemos ido a recoger los buzos (…) y hemos entregado por intermedio de la pulpería. Esa
fue la sorpresa más grande ese año (…)”; poco tiempo después se produjo el cambio con el color de
las pelucas a rojas y blancas para distinguir las dos filas que componen la tropa de diablos.
Los Osos Monociclistas: Patrimonio de la Diablada Ferroviaria.
Los famosos osos monociclistas se han
convertido en marca de identidad de la
diablada de tal suerte que al ver uno de ellos
uno sabe que la “Ferro” se aproxima.La
primera aparición de estos acrobáticos
personajes se produjo en la década de los
sesentas del siglo pasado, la foto más antigua
que encontramos data de 1967 en la
publicación de carnaval del periódico La Patria.
Don Freddy (Oso) Foronda y Don Eduardo
Bilbao coinciden en señalar que quien tuvo la
iniciativa, por primera vez, fue una persona de
apellido Martínez quien llegaba de Uyuni
acompañado de otros más. El señor Martínez
junto al sequito que lo acompañaba formó lo
que podríamos considerar una primera
generación de monociclistas,
lamentablemente a finales de la década de su
incursión, de manera repentina,
desaparecieron.
Don Freddy Foronda en el monociclo abriendo
campo a la tropa de diablos. Fotografía de
finales de los setentas inicio de los ochentas
Fuente: Archivo Fotográfico Familia Foronda
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Justo en este punto es que Don Freddy Foronda, a inicios de los setentas,decide ingresar a la Ferro
retomando la iniciativa de Martínez; de esta manera nacía una nueva generación de Osos
Monociclistasque que poco después fue engrosada por Eddy, el hermano de Don Freddy. La
participación de la familia Foronda duro más de una década y permitió posicionar al monociclista
como parte de la identidad de la Ferroviaria. Consideramos que no nos equivocamos al afirmar que
esta fue una época de consolidación y esplendor. Consolidación porque la participación de los osos
monociclistas se vuelve continua por más de una década que comprende los 70s y parte de los 80s,
este alcance temporal, probablemente sea mayor al de la primera generación. Esplendor porque la
participación de este personaje generó expectativa año tras año entre los asistentes del Carnaval
de Oruro además de la atención de medios de prensa quienes se expresaban, por ejemplo, de la
siguiente manera: “Un oso hizo de las delicias del público con una monocicleta” (El Expreso:
20/02/1977), “Personaje acrobático y osos de la diablada ferroviaria” (La Patria: 26/02/1979); y:
“Osos ‘ferroviarios’ en monociclos, hicieron las delicias del público” (La Patria: 23/02/1980). Luego
de este período de posicionamiento, a mediados de los ochentas, Don Freddy y Eddy se ven
obligados a abandonar la Diablada por motivos de índole personal y es así que por buen tiempo el
personaje desapareció con algunos fugaces intentos de recuperación. En la actualidad, luego de casi
tres décadas, se puede hablar del establecimiento de una nueva generación de osos monociclistas,
esta afirmación se sustenta en la continuidad, que nuevamente se está dando a este protagonista.
La Banda Ferroviaria: Primera banda propia de un Conjunto del Carnaval de Oruro.
Don Félix Camacho relata que, allá por la década de los cincuentas, el gremio de los ferroviarios
expreso su deseo de contar con una banda propia, esta inquietud fue insinuada al entonces Ministro
de Transporte y Comunicaciones Ramón Claure. A consecuencia de esta insinuación es que salió una
orden a la Empresa de Ferrocarriles para conformar la que se denominaría como “Banda Ferroviaria”
la cual fue, orgullosamente, la primera, y quizás la única, banda propia de un conjunto folklórico y
del gremio que la componía.
Es en este contexto que aparece el nombre de Don Tiburcio Gutierrez, oriundo de Toledo, quien ya
era conocido por su trayectoria musical en bandas militares, y a quien los administrativos de la
empresa ferroviaria convocan, allá por 1956, para fundar y materializar el proyecto musical que se
tenía. Don Adán Gutiérrez, hijo de Don Tiburcio, nos relata que la banda se conformó con un número
aproximado de veinte cinco componentes, de los cuales recuerda, viendo una foto de uno de los
tantos discos que grabo la banda, nombres como: el platillero de apellido Soto, el tamborero José
Taquichiri, Eusebio Zepita en el bombo, Aroyo como cornetista, Ticona en el contrabajo, Solíz,
Casimiro, Rosendo, entre otros; todos ellos pasaron a formar parte de la empresa de ferrocarriles
en puestos de trabajo como serenos, brequeros, estibadores, etc. La Banda “Ferroviaria” acompaño
muchos carnavales de manera exclusiva a la diablada ferroviaria. En este proceso el maestro
Tiburcio Gutiérrez fue componiendo diabladas que hoy se siguen interpretando por las bandas que
acompañan a la “ferro” y que forman parte de su identidad, entre algunos títulos que se pueden
mencionar están: “Mi España”, “Luzbel y China”, “Jubilo Infernal”, “Los Diablos en Oruro”, “Las
Espuelas suenan”, entre otros.
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Foto de uno de los discos que grabó la Banda Ferroviaria. La primera persona a la izquierda es el
maestro Tiburcio Gutiérrez.
Fuente: Archivo Adán Gutiérrez
La historia de Don Tiburcio amerita un acápite particular ya que constituye un referente en la
formación de las primeras bandas de música del Carnaval de Oruro; además se pueden mencionar,
como nos lo hizo conocer su hijo, que tiene más de trecientas obras musicales de su composición
en diferentes ritmos musicales; asimismo fundó una Academia de Música de nombre “Peláez”, e
incluso se menciona que fue maestro de otro gran compositor y director como fue Don Gumersindo
Licidio, fundador y Director de la Banda Espectacular Pagador.
Ángeles de Cuna.
Dentro de la Diablada Ferroviaria existieron personas que coyunturalmente personificaron al
Arcangel Miguel, pero también hay quienes se convirtieron en un patrimonio institucional, por sus
años de danza, entre estas personas encontramos a Abel Arias quien fuera el primer ángel y que
bailó hasta la década de los ochentas; también encontramos a Edwin Pérez también llamado “Triste
Angel” quien en la actualidad comanda a la tropa de diablos y a la fecha lleva más de cincuenta años
bailando la danza diablesca; finalmente habrá que mencionar a Mauricio Camacho quien se perfila
a seguir similar trayectoria, solo el tiempo confirmará ello. Es interesante hacer mención a los casos
de Edwin y Mauricio ya que ellos comenzaron a danzar desde muy temprana edad como ángeles y
es por esta razón que los llamo “ángeles de cuna”.
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Edwin, muy niño, inicio su trayectoria en la
Diablada de Artes y Letras,por decisión de
su papá quien cuenta que bailó dos años de
Lucifer y un tercer año de angel ¿Cómo así
llega a formar parte de la Ferro?,tras haber
cumplido su tercer año en la institución
presidida por el Señor Quintanilla el papá
de Edwin decide que era momento de
cambiar aires y así, una tarde de domingo
donde los conjuntos ensayaban para el
Carnaval 1968, probaron suerte en la
Diablada Urus y la Fraternidad, la recepción
era buena hasta el momento en el que se
planteaba que Edwin quería bailar de
Ángel; finalmente, como si hubiese estado
predeterminado, las puertas en la Ferro se
abrieron. El relato de este episodio es
emotivo y nos fue contado por el papá de
Edwin quien recuerda que él y su pequeño
hijo fueron al lugar de ensayo que era la
Playa de Estacionamiento de la Estación de
trenes, se acercaron a hablar con el
entonces Presidente Don Enrique Pinto
quien respondió, respecto a la solicitud de
que Edwin baile de ángel,: “Yo no puedo
oponerme a eso, tiene que hablarlo con Don Abel”, entonces se dirigieron a hablar con él quien
reaccionó abriendo los brazos y les dijo: “El corazón de la Diablada Ferroviaria está abierto para
todo aquel que quiera venir”. Hoy Edwin Pérez es parte de la historia viva de la Ferro y continua
comandando la tropa de diablos con esa prosa y gallardía que lo caracterizan y hacen inigualable
entre los ángeles de las distintas diabladas, este carnaval que viene cumplirá cincuenta años
bailando de ángel y cincuenta y dos en la danza de la diablada, así pues el Triste se convierte en uno
de los ángeles más longevos de la historia de nuestro Carnaval. No quisiera cerrar esta breve reseña
sin hacer mención a la mota de “Triste Ángel”, para ello acudo al propio Edwin quien relata que este
“bautizo” se produjo en un viaje con la diablada a España, en 1990, cuando: “(….) una de esas tardes
yo andaba triste, melancólico allá en España recordando a la pareja, tiempos de enamorados, de
jóvenes, estaba triste. De repente Don Roberto Cruz se me acerca y me golpea en la espalda y me
dice: ¿Y ahora?, ¿que tiene nuestro ángel?, ¿de qué esta triste nuestro ángel?, todos los diablos
escucharon, de ahí me dicen el ‘triste ángel’.”
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Por otro lado, también conversamos con
Mauricio, quien, mirando con nostalgia la
careta de angel que uso de niño, recuerda
que su primer debut como Angel,y en la
diablada,se produjo a sus cinco años en un
Corso Intanfil, a partir de ello a la fecha han
pasado veinte años de danza,
primeramente comandando la sección
infantil y actualmente la Tropa de Lucieres.
Reconoce que a lo largo de su trayectoria
tuvo dos maestros, el primero fue su
abuelo, quien cada año le acompaña en el
recorrido de la peregrinación, y quien en la
sala de su casa, cuando era niño, al son de
sus discos de vinilo le enseñaba como eran
los pasos de la diablada; por otra parte se
encuentra Edwin de quien dice: “él es como
mi maestro en la diablada”. Mauricio
recuerda que a muy corta edad (8 años) se
produjo su primera dirección de la tropa de
diablos cuando un domingo de carnaval la
diablada debía ingresar en la mañana y
Edwin no aparecía, ante esa eventualidad,
nos relata: “a la altura de la 6 de agosto y
León, vinieron los guías de los diablos y me
dijeron: ‘Mauri tienes que ir a atrás a
salvarnos, Eddy no hay y no creo que
venga’, me alzaron, y me llevaron (…) ha sido el primer carnaval que he entrado con la tropa de
diablos.”. Hoy por hoy Mauricio desea bailar muchos años más en devoción de la Virgencita del
Socavón y siente la responsabilidad de mantener las tradiciones que sus predecesores han venido
dejando, entre ellas esta mantener el traje estilo romano y hecho de cuero.
Fotografía de los
“angeles de
cuna” juntos
hace unos años
atrás en una
presentación de
lunes de
carnaval.
Fotografía:
Archivo Familia
Camacho
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Estas líneas pretenden ser un homenaje a las bodas de diamante de la Ferro. Hay mucho que contar,
por ejemplo: la presencia de la locomotora en las presentaciones, las tradiciones como el armado
de arcos en la gruta de la estación, historias detrás de las composiciones, innovaciones como el traje
de cuero utilizado por Edwin y Mauricio y que nació por iniciativa del papá del primero. Poco a poco
seguiremos publicando esta que es la historia de los muchachos del buzo rojo relata por sus propios
protagonistas.