“Lo que no ha cambiado” es una serie de monográficos donde reflexionar y reivindicar algunas verdades que se han manifestado ahora pero existían antes del Covid19. Verdades que nos definen el potencial humano que ciertos territorios pueden llegar a tener para la construcción tu marca.
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LO QUE EL COVID19 NO HA CAMBIADO. Territorio nº2 "La música"_Por Traver Pacheco
1. Llegó a nuestras vidas.
Nadie lo esperaba.
No sabíamos lo que era.
Ni lo que podía provocar.
Estamos más en casa, más que nunca.
Nuestra vida está aquí, sólo aquí.
Estamos limitados.
Pero ¿hemos cambiado?
No estrictamente.
O al menos no en lo esencial, en lo importante.
Tal vez lo hemos rescatado, recuperado.
Pero seguimos siendo lo que somos y hemos sido siempre.
LO QUE EL
COVID19 NO HA
CAMBIADO
“Lo que no ha cambiado” es una serie de monográficos donde
reflexionar y reivindicar algunas verdades que se han
manifestado ahora pero existían antes del Covid19. Verdades
que nos definen el potencial humano que ciertos territorios
pueden llegar a tener para la construcción tu marca.
TERRITORIO Nº2 – LA MÚSICA
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2. El aislamiento nos obliga a seguir con nuestra rutina sin
poder salir a la calle y estar con los nuestros, nos
pervierte continuamente con noticias poco alentadoras,
y también nos permite tener más tiempo libre para
reflexionar. Vivimos una situación poco común que
inevitablemente altera nuestro estado de ánimo.
Y es en este momento cuando la música, más allá de
entretener, ejerce en nosotros un papel clave en
cuidarnos y hacernos sentir mejor. Ahora, que tenemos
pocas cosas más al alcance de nuestra mano,
aprovechémoslo.
Volvamos a escuchar en casa nuestras viejas canciones,
aquellas que nos acompañaron en una época de
nuestra vida, para que nos vuelvan a hacer viajar y nos
revelen mensajes que en aquellos momentos no fuimos
capaces de descifrar. Partámoslas en trozos, juguemos a
completarlas y añadámosles nuevos significados que
tengan que ver con nuestro estado actual.
Y no dejemos de compartirlas también por
“Whatsapp” o a través de playlist colaborativas en
“Spotify” con los nuestros para levantarles el ánimo,
para que nos sientan cerca o simplemente hacerles
cómplices de nuestras emociones.
Y también con nuestros vecinos. Necesitamos
mantenernos unidos a ellos a través del balcón. Por
él también entran a nuestra casa los acordes y letras
que ellos eligen, cantan o tocan para nosotros. Y
salen de la nuestra los que nosotros les dedicamos a
ellos.
La música nos necesita para seguir existiendo, pero
nosotros mucho más a ella para cuidarnos, para
hacernos reír y llorar, para frenarnos y movernos,
para desconectar cuando necesitamos evadirnos y
orientarnos cuando necesitamos respuestas.
Dejemos que sean ellas, nuestras canciones, las que
sigan sonando junto a nosotros y nos acompañen en
cada momento para darnos esos abrazos que nadie
más ahora nos puede dar.
_Traver Pacheco
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LA MÚSICA EN CASA
NOS VUELVE A
ABRAZAR
_Photo by Travis Yewell on Unsplash
_Lo que no ha cambiado Nº2
La música nos entretiene, pero aún más
importante es que nos acompaña y alivia
en los peores momentos
La música nos necesita tanto como
nosotros la necesitamos a ella.
3. No están abiertas las salas de conciertos de nuestro
barrio, ni los recintos que acogían grandes festivales y
giras. Tampoco entramos ya a plataformas como
‘Wegow’ para montarnos el plan con amigos, ni nos
quejamos de la cola que hay para conseguir “tokens”.
Parecía algo imposible, pero las calles de todo el país se
han vaciado de música.
Pero la música en directo, ese espacio que nos hacía
olvidarnos de todo por un momento y nos conectaba
con las personas de nuestro alrededor, no ha parado de
sonar y hacernos bailar. Solo que si antes lo hacía ahí
fuera ahora llena de ritmo nuestras casas.
La siguen tocando los mismos artistas de siempre, solo
que ahora comprometidas con la necesidad de seguir
concienciando para que nadie salga de casa y hacer el
aislamiento más llevadero. Ellos son los que nos han
demostrado que por mucho que sus conciertos se estén
cancelando, su música es algo que no se puede
silenciar.
La gran diferencia está en que si antes el formato se
definía por la puesta en escena en un gran escenario,
una banda con diferentes instrumentos y bailarines y
un equipo técnico impecable, la situación ha
provocado que una pantalla de móvil emitiendo en
streaming desde el salón sea suficiente para que
podamos asomarnos a disfrutar.
Y para que no se nos solapen nuestros favoritos, la
agenda musical también se ha adaptado con
iniciativas como “YoMeQuedoEnCasa Festival” o
“Cuarentena Fest” sin olvidar que los DJS, desde su
habitación, siguen también pinchando para que haya
temazos que bailar durante todo el finde.
Lo que es seguro es que cuando todo esto pase
volveremos a ponernos enfrente de un escenario con
los nuestros, pero habremos descubierto algo: la
música en directo es capaz de sonar en cualquier
circunstancia y nosotros capaces de acostumbrarnos
a disfrutar de ella de cualquier forma.
_Traver Pacheco
arenamedia.es
AUNQUE NO HAYA
PISTA, NO PARAMOS
DE BAILAR
_Lo que no ha cambiado Nº2
_Photo by Life Simply Rocks on Unsplash
La música son sus artistas y audiencias,
todo lo demás es accesorio.
El poder movilizador de la música
está muy por encima del dónde, el
cómo y el cuándo.
4. Esta será una época recordada por la forzosa
adaptación de nuestra rutina a nuestro hogar y las
sensaciones que transmite un mundo, declarado en
estado de alarma, que está cambiando ahí fuera.
Un momento histórico en el que la inspiración ha
envuelto a los artistas dando lugar a la aparición de
nuevas composiciones y elementos en la producción
que recogen y buscan trasladarnos sus sensaciones
sobre el aislamiento. Historias únicas que se están
construyendo hoy y que permanecerán siempre.
En la radio, en las redes o en nuestros balcón se
entremezclan las canciones de siempre con nuevas
canciones de grupos míticos de la escena musical
española como La Oreja de Van Gogh, La Pegatina o
Carlos Sadness cuyas letras nos lanzan mensajes de
solidaridad y ánimo.
Otros, como Zahara, han convertido su salón en un
estudio de grabación y desde ahí producen nuevas
versiones de canciones con la ventana abierta que
quedarán para siempre inmortalizadas con el ruido de
la frágil vida que sucede en la calle.
Y también, al igual que creaciones artísticas de
tiempos pasados han llegado a convertirse en
himnos referentes de una época, otros tantos artistas
estarán ahora mismo aislados entre las paredes de su
casa componiendo lo que serán las grandes
canciones reflejo de esta época.
Canciones que, cuando esto acabe, seguirán ahí,
junto a nosotros y también para las futuras
generaciones, para que recordemos siempre lo que
vivimos y lo que todo esto nos enseñó.
Y para recordarnos que “los puñados” de streams en
los que caemos con frecuencia en esta era digital
para valorar el éxito de una canción poco o nada
tienen que ver con su valor real.
Porque el valor de una canción no se puede
cuantificar, solo puede medirse por lo que a cada
uno le hace sentir.
_Photo by Iain Macmillan. The Beatles waiting to cross Abbey
Road on August 8, 1969.
_Traver Pacheco
arenamedia.es
LAS CANCIONES NO
SE MIDEN EN
STREAMS
_Lo que no ha cambiado Nº2
La música es capaz de generar historias
y evocar sentimientos que duran
eternamente.
El valor de la música es el que cada uno
de nosotros le otorguemos por lo que
nos ha hecho sentir.