El alcalde de Nueva York solicitó presupuestos para pintar la fachada del ayuntamiento. Tres contratistas presentaron ofertas de $3 millones, $6 millones y $9 millones. Al entrevistarlos, el chino justificó sus costos de materiales y mano de obra, mientras que el estadounidense dijo que usaría una pintura más cara. El venezolano ganó la licitación al proponer repartir el dinero entre el alcalde, él mismo y el contratista chino para que realice el trabajo.