1. EN LA IGLESIA SE HACE
PRESENTE EL REINO DE DIOS
Objetivo:
Reconocer cómo Jesús hace visible el Reino
de Dios con su presencia para que, como
Iglesia Diocesana, seamos capaces de
hacerlo presente entre nosotros.
2. VEAMOS NUESTRA REALIDAD
En nuestro mundo, muchos
viven con un deseo grande de
poder, de éxito material,
autoritarismo e individualismo.
Se piensa que en el éxito y en la
fama está la verdadera felicidad.
Aun cuando se alcanza el tener,
el poder material y la fama, que
en muchas personas sigue
habiendo un vacío existencial
que desean llenarlo con
diferentes vicios o con más
materialismo.
3. Todos podemos ser
felices y saber en dónde
está la verdadera
felicidad, a pesar de las
dificultades y
contrariedades que se
van presentando en la
vida para que
caminemos por los
senderos que nos llevan
a la verdadera Vida que
Dios nos ofrece ya desde
ahora.
4. ILUMINACIÓN
Jesús anuncia el Reino de
Dios
El proyecto de Jesús es
instaurar el Reino de
su Padre, por eso pide
a sus discípulos: “…
¡proclamen que el
Reino de los cielos
está cerca!” (Mt 10,7).
La Iglesia tiene la tarea de
continuar la obra del
Reino que inició en
Jesús.
5. Esta es la Buena Nueva de
Jesús: el Reino de Dios está
cerca, ya está aquí.
Hay un llamado a la
conversión y a la vida de fe.
No anuncia un reino de
carácter político, sino la
llegada de algo nuevo: la
destrucción del reino del mal,
del pecado y de la muerte.
Jesús, anuncia la paz, la
alegría y la salvación, invita
a los hombres a la
reconciliación con Dios,
alcanzada por su muerte y
resurrección.
El hombre puede abrirse,
disponerse y prepararse a la
llegada del Reino; puede rezar
para que llegue y buscarlo
como una perla preciosa,
como el tesoro escondido en
un campo.
6. Jesús anunció el
reino de Dios y dio a
conocer el gozo de
pertenecer a él; no
dio una definición de
Reino, con Él, se
comenzó a hacer
realidad la cercanía,
la presencia
salvadora del Padre
que posibilita a
todos vivir como
hermanos.
7. Jesús con los pobres,
puso de manifiesto la
misión que el Padre le
había encomendado
de instaurar el Reino
de Dios.
Realizó muchos
milagros prodigios y
señales, como
manifestaciones y
signos de que Dios
quiere la vida para
todos
8. La muerte de una
niña que se abría a
la vida, quedó
vencida por la
palabra llena de
autoridad de Jesús
(Cfr. Mc 5,23.40-42).
La enfermedad de
una mujer que la
avergonzaba y que
Por donde Jesús pasaba
liberando del mal a los oprimidos, al acercarse a
iba haciendo presente el Reino
Jesús encuentra
de Dios.
la comprensión y
la salud (Cfr. Mc 5,
El mar embravecido quedando 25-34).
en calma (Cfr. Mc 4,39).
9. CON SU PRESENCIA
JESÚS HACE VISIBLE
EL REINO DE DIOS
El anuncio del
Reino es proclamar
la soberanía divina
en forma de gozo,
esperanza,
consuelo, donación
de sentido y
perdón de las
culpas
10. Las parábolas más
bellas de la
predicación de Jesús
hacen referencia al
dolor de la pérdida y
la alegría del hallazgo:
La moneda perdida
y encontrada:
La oveja perdida y
descarriada en el
desierto, que es
encontrada por el
pastor quien la lleva
en hombros
El hijo pródigo quien,
habiéndose alejado del
padre bueno, recobra su
dignidad como hijo en los
brazos misericordiosos
del padre.
12. Para participar de la alegría, del consuelo, del perdón
de las culpas, de la misericordia divina que ofrece el
Reino que Jesús proclama, se pide una respuesta
decidida que tiene tres exigencias:
Convertirse: tomar otra dirección, no quedarse
donde se está y como se está, sino esforzarse por
llegar a ser lo que debemos.
Creer en el Evangelio (Cfr. Mc 1,15). La fe es el
lado positivo de la conversión, es la disposición a
escuchar, a recibir el mensaje de salvación.
El seguimiento: que significa “caminar detrás de”,
imitar y asumir la manera de pensar y de existir de
Jesús, entender y realizar la propia vida al modo de
Él.
13. LA IGLESIA, SIGNO DEL REINO DE DIOS
La Iglesia se
constituyó sobre
el fundamento de
los Apóstoles
como comunidad
de fe, esperanza y
caridad.
A través de los
ellos, está la
presencia visible
de Jesús mismo.
14. La Iglesia comenzó
a constituirse
cuando algunos
pescadores de
Galilea encontraron
a Jesús y se
dejaron conquistar
por su mirada, su
voz y su invitación
cordial y fuerte:
"Vengan conmigo y
los haré
pescadores de
hombres" (Mc 1, 17;
Mt 4, 19).
15. Jesús constituye a los Doce para que sean con
Él, testigos y anunciadores del acontecimiento
del Reino de Dios.
El número doce, que remite a las doce tribus de
Israel, revela el significado profético-simbólico
de refundar el nuevo pueblo de Dios.
16. Al elegir a los Doce, los introduce en una
comunión de vida consigo y les hace
partícipes de su misión de anunciar el
Reino con palabras y obras (Cfr. Mc 6, 7-13)
17. La elección de los Doce es un llamado a todo Israel
para que entre a formar parte del Pueblo de la
Nueva Alianza, cumplimiento pleno y perfecto de la
antigua.
Es importante el hecho de haberles encomendado
en la última Cena, antes de su Pasión, la misión de
celebrar su memorial (Cfr. Lc 22, 19),
18. En cierto sentido, la última Cena es el acto de
la fundación de la Iglesia, porque Cristo se da
a sí mismo y crea así una nueva comunidad
unida en la comunión con Él mismo.
Podemos decir que la Iglesia nace del Cuerpo
entregado y resucitado del Salvador.
19. Entre Cristo y la
Iglesia no existe
ninguna
contraposición; son
inseparables, a pesar
de los pecados de los
hombres que
componen la Iglesia.
Según la intención de
Jesús, es equivocada
una frase que sigue
estando de moda:
"Jesús sí, Iglesia no".
No podemos aceptar a
Jesús despreciando a
la Iglesia fundada por
Él.
20. Cristo está con
nosotros, el Reino
de Dios está vivo y
presente.
"La voz del Señor
nos sigue llamando
como discípulos
misioneros y nos
interpela a orientar
nuestra vida desde
la realidad
transformadora del
Reino de Dios que
se hace presente en
Jesús" (DA 382).
21. NUESTRO COMPROMISO
Después de haber comprendido que Cristo
está ya con nosotros y quiere que junto con
Él, construyamos el Reino de Dios en este
mundo, pensemos:
¿De qué manera puedo hacer presente el
Reino de Dios en mi vida personal?
¿A través de qué acciones puedo hacer
presente el Reino de Dios en mi vida familiar,
laboral y social?
22. CELEBRACIÓN FESTIVA
Agradezcamos a Jesús por el Reino que
viene a anunciarnos y a instaurar con su
vida y pidámosle que nos regale
abundantemente su Espíritu para que
seamos capaces de construir este Reino
que Él nos pide.
A las siguientes peticiones contestamos:
“Que venga tu Reino, Señor”
23. Por el Papa Francisco, por todos los obispos
y sacerdotes, para que viviendo los valores
del Reino de Jesús, los proclamen ante el
mundo y despierten el deseo en todos de
vivir de acuerdo al Evangelio. Oremos.
Por todos los gobernantes del mundo y de
nuestra nación para que trabajen por el
bien de los pueblos, especialmente de los
más necesitados. Oremos.
Por los que trabajan por hacer de este
mundo y de nuestras comunidades un lugar
de paz y de justicia para que todos vivamos
con esperanza y confianza. Oremos.
24. Por los pobres y los enfermos, por los que
se sienten abandonados, por todos los que
viven en el dolor y la tristeza para que
encuentren en Jesús su abrazo de amor y
en nosotros un apoyo y un mensaje de
alegría. Oremos.
Por todas las familias de nuestras
comunidades para que sean hogares donde
se vivan los valores del Reino que son: el
amor, el perdón, la justicia, el diálogo y la
paz. Oremos.